Sonido del vacío

Proyecto Emigrante: la puesta del elenco estable de La Moreno.
La estética es mixturada, recoge sonidos de procedencias distantes: hay bombos, cello, guitarras distorsionadas, que colorean cuadros latinoamericanos, que también recuperan a Joan Manuel, Luis Alberto o Silvio.
También se anima a la expansión de la oferta escénica, ¿cómo? Pues materializando la puesta musical también en clave de telas, acrobacias, actuación, danza y proyecciones, todo en simultáneo por partes, separado en otras. Nicolás Frontuto es el director de este proyecto experimental que busca abordar distintos conceptos de manera heterogénea. La “fragmentación” es la
temática que organiza en esta oportunidad a los partícipes de este viaje hacia algunas preocupaciones existenciales del ser humano que llaman ProyectoEmigrante.
Nacido hace casi un año, este proyecto está nutrido de experiencias anteriores como Barrio del Revés, en el que se comenzó a ensayar la idea de una propuesta con la música no como protagonista sino como disparadora de una intervención, una performance o, como en este nuevo formato, una puesta en escena completa. De hecho, en Proyecto Emigrante las canciones pueden ser inspiradas por un movimiento acrobático, una maniobra en la tela puede surgir de una secuencia de acordes, de lo que se trata es de que cada pieza sea la descripción de una situación que se hilvana con la anterior y con
la siguiente. Asimismo, no resulta menor el desafío a la hora de considerar que la obra necesita no sólo luces y sonido, sino también director, vestuarista, asistentes en coordinación lo más precisa posible. Nicolás comenta a Pausa que “no únicamente el problema reside en combinar a todos los artistas, sino también en sustentar la economía del elenco. Ése es uno de los mayores inconvenientes que hay que resolver, tanto así que no es disparatado decir que es por problemas de dinero que en Santa Fe hay escasez de grupos o proyectos como el nuestro, y es una pena verdaderamente”. La gorda azul o La tramoya son
propuestas que también trabajan con la pretensión de sostener un grupo que trascienda la planificación de una obra. De ese modo, también se está pensando en el trabajo artístico imperecedero.
Luego de haber dedicado el 2013 a la grabación de su disco, cuyo arte estuvo a cargo de Celeste Catalano (diseñado por Florencia Zelko), el grupo presentó su proyecto y se convirtió en el elenco estable de la Sala Moreno.
Para festejar el suceso, los emigrantes decidieron planear su fin de año abriéndose paso desde los entretelones de La Moreno, donde pondrán en escena Vicio del vacío, el 16 de noviembre y el 1 de diciembre.
En la función, se presentará una convivencia de códigos estéticos de distinta índole, que intervendrán a través de preguntas (¿qué se cuenta? ¿qué se oye? ¿qué se puede escuchar?) que no quedan flotando, sino que se incrustan en las hendijas que la obra propone como “vacíos” cuyo sentido ha de ser completado por el público. Lo que no se dice es tan (o acaso más) importante que lo que se deja manifiesto.
Funciones
Proyecto Emigrante presenta Vicio del vacío en elCentro Cultural La Moreno (Marcial Candioti
3341), el próximo 16 de noviembre y 1 de diciembre, a las 21.30. Las anticipadas salen $40 (en puerta $50). Hay 2x1 para las escuelas de arte (Mantovani, Instituto Superior de Música, Escuela Provincial de Teatro, Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales, Liceo Municipal) en el bar de La Moreno.
Publicada en Pausa #125, miércoles 6 de noviembre de 2013

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