Una cultura libre y viajera

De Mentes Libres, una movida solidaria enfocada en el
software libre y la economía social, tuvo su paso por varias instituciones de
Santa Fe para brindar talleres y charlas.
Por Marcela Perticarari
El colectivo De Mentes Libres está alejado de los paradigmas
y conceptos obturados, y se define como un taller libre, nómade y colaborativo
que tiene como objetivo compartir conocimientos e intercambiar experiencias en
un viaje por varios puntos del país.
La primera edición del taller rodante tuvo lugar el 29 de
marzo con visitas a pueblos y ciudades de las provincias de Córdoba, Santa Fe y
Buenos Aires. El periplo finalizará el 26 de abril en el Festival
Latinoamericano de Instalación de Software Libre, en la Universidad de
Quilmes. Compuesto por jóvenes profesionales reunidos en la Federación Argentina
de Cooperativas de Trabajo de Tecnología, Innovación y Conocimiento (FACTTIC),
los integrantes del grupo señalaron que conciben al proyecto como “una plataforma,
una construcción colectiva, la realización de un sueño que nos va encontrando
en el camino. El espíritu es compartir lo que hacemos, sabemos y nos gusta, que
es la tecnología del software relacionada con el aprendizaje y la cultura libre
y colaborativa”.
Los jóvenes se encontraron con robots, software y hardware libre; los organizadores también aprendieron de los aportes de los estudiantes.
En su paso por la ciudad de Santa Fe, durante la segunda
semana de abril, los De Mentes Libres fueron recibidos por el Observatorio de
Cultura Libre, las cooperativas de trabajo Colectivo Libre, Coprinf,
Tramatierra, Imágica y el grupo precooperativo de animación Tembé. Juntos,
realizaron actividades en la
Escuela Media Nº 256 Juan Bautista Bustos, en la Escuela de la Nueva Cultura La Cecilia, en la Escuela Primaria
de la Universidad
Nacional del Litoral, en la Escuela Dra. Sara
Faisal y en el Instituto Adventista Francisco Ramos Mejía. En suelo
santafesino, también visitaron la radio comunitaria de Arroyo Leyes y escuelas
de Coronda y Sunchales.
“Somos un grupo de amigos, trabajamos juntos y sentíamos que
nuestros conocimientos relacionados a la tecnología abren posibilidades,
entonces decidimos salir a compartirlos y para ello armamos una cooperativa a
la que llamamos Banquito. Nos parecía interesante la idea de sumar y
multiplicar, por eso planteamos un viaje para transmitir y escuchar ideas. Pero
solos jamás podríamos haber hecho todo lo que hicimos hasta ahora: las
cooperativas de cada lugar conocen el territorio y saben qué puertas tocar. Ese
trabajo de articulación fue muy lindo y permitió reforzar los vínculos entre
nosotros. Pasamos la primera prueba y ahora queda el desafío de tomar el guante
y ver cómo seguimos construyendo: ésta sería la tercera onda expansiva de un
proyecto que dejó de ser nuestro porque incumbe a mucha más gente”, expresó
Claudio Bidau, quien viaja por el país junto a Rodrigo Monelos, Fernando
Claverino, Agustín Longoni y Neto Licursi.
Customizar el interés
Los integrantes de De Mentes Libres adaptan sus propuestas
al interés de cada comunidad. Algunos ejemplos son las actividades para acercar
el mundo de la programación y la tecnología a los más chicos, como el robot
humano, armado de robots con palitos de helado, motores y arduinos, y jugar con
el N6, el cuadricóptero o “el Brian”. También desarrollan actividades para
difundir la cultura libre y colaborativa como el juego del mercado, además
ofrecen charlas y jornadas de instalación de software libre y movimiento de
Responsabilidad Social Universitaria. También brindan talleres de metodologías
ágiles, hackatones y otros sobre tecnologías de desarrollo de software.
“En medio de todas las propuestas nos tomamos un tiempo para
escuchar y mirar mucho, para tratar de aprender y para encontrar nuevas maneras
de aportar que hoy no conocemos”, contaron durante una conferencia de prensa
brindada tras una visita a la Escuela Bustos.
“La tecnología de hardware abierto permite adaptarla a las
propias necesidades, son placas con un microcontrolador que tiene entradas y
salidas para colocar sensores y actuadores. Esta actividad que hicimos en las
escuelas fue muy exitosa por la dinámica: entregamos una caja con elementos,
dejamos fotos para que los alumnos aprendan a armar los circuitos y el programa
de hardware libre para cargar en la computadora. Allí nuestra intervención fue
mínima porque les mostramos un desafío para cumplir, vimos que los chicos se
apropiaron y avanzaron mucho más de lo que teníamos pensado. Nos sorprendemos
porque los niños y adolescentes son rápidos e inteligentes pero en realidad se
subestima su inteligencia: ellos saben un montón de cosas, sólo que ahora están
viendo formas diferentes de usar el conocimiento y juntarse para trabajar, para
que esos conocimientos sirvan para emprender y hacer una economía diferente.
Eso es lo valioso y la experiencia fue magnífica”, comentó Agustín Longoni.
Y agregó: “Nuestro proyecto tiene un carácter abierto, que
da pie para aplicar desde el concepto de cultura libre con el objetivo de
compartir el conocimiento. No dudamos en aceptar esta invitación a jugar,
queremos compartirlo, liberarlo y eso tiene muchas implicancias desde lo que sentimos
cuando lo comenzamos y lo apropian otras personas. Si nosotros, que somos los
más cercanos a estos conceptos, no pasamos por este proceso es difícil
difundirlos realmente, y esto se relaciona con la manera en que planteamos las
actividades con los chicos. No hacemos capacitaciones, más que nada esto es un
espacio para compartir, jugar, aprender. Y también somos partícipes de ese
aprendizaje: no transmitimos conocimientos cerrados sino que mostramos
posibilidades y las trabajamos juntos”.
Por su parte, Neto Licursi dijo que “generalmente circula
una división tajante entre tecnología y cultura: se piensa que los ingenieros
no tienen nada que ver con la cultura, que la cultura tiene que ver con la
producción de símbolos literarios y que esas dos formas se procesan fuertemente
separadas. Pero la cultura libre rompe esa dicotomía instalándose en un lugar
interesante. Las tecnologías incorporan valores, están pensadas porque hay
ciertas formas de vida que se quieren impulsar y los artefactos lo hacen posible”.
Parte de las discusiones internas de los De Mentes Libres se
basan en tecnologías como Twitter o Facebook, que “nos limitan porque, por
ejemplo, la cantidad de caracteres está predeterminada, entonces los
intercambios de ideas terminan siendo esloganistas y así se achata la
complejidad de los problemas. Las empresas producen tecnología y los usuarios
no tenemos el control sobre las mismas, de esta manera no son tecnologías
liberadoras. Y creemos que no hay una sola sentencia para resolver los problemas”.
“Cuando les damos las herramientas y la libertad, los chicos
pueden crear muchas cosas y eso es particularmente importante en un momento
donde se considera como opción válida matar a otra persona. Visibilizar estas
experiencias es muy importante y nos deja claro el camino hacia donde seguir”,
finalizó Rodrigo Monelos.
En Santa Fe
Coprinf dio sus primeros pasos en 2011, bajo la iniciativa
de un grupo de profesionales en informática que no veía satisfechas sus
necesidades económicas, culturales y sociales. El abogado Carlos Yosef,
especialista en cooperativismo, asesoró y formó al colectivo para armar su
propia cooperativa, que ya cuenta con 40 socios, matrícula nacional y
provincial, y está federada a FACTTIC. Una oferta de servicios y una cartera de
clientes completan la propuesta. 
El presidente de Coprinf, Ing. Carlos Mansur, contó a Pausa
que “los profesionales en relación de dependencia no cuentan con una exposición
social del trabajo, tampoco existe una relación con profesionales de otras
áreas, por ello desde Coprinf buscamos un cruce interdisciplinario porque
teníamos la necesidad de relacionarnos con los diferentes actores de la
sociedad”. Mansur aseguró que “lamentablemente no hay divulgación del
cooperativismo”. Por ello, desde la entidad organizaron distintos eventos bajo
el lema “empresa cooperativa para emprendedores universitarios” e impulsaron la
formación de dos cooperativas de abogados y contadores santafesinos. “Queremos
fortalecer nuestro propio espacio cooperativista en Santa Fe”, afirmó Mansur.
Publicada en Pausa #132, miércoles 23 de abril de 2014

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