Inicio del viaje folk

Rompiendo la
Red
, de Chango Farías Gómez y La Manija (1995).
Por Pablo José Ayala
Los 90 estaban estrenándose cuando llegó a casa el primer
“centro musical” con reproductor de CD: prometía fidelidad, sonido, comodidad y
no sé cuántas cosas más. Era lo nuevo y le fue bien. Escuchamos los discos de
Queen, Metallica, Guns n’ Roses, Pearl Jam, Nirvana; cuando les cuento esto a
mis alumnos adolescentes (quienes aún escuchan esos mismos discos) veo como se
les hace agua la boca.
El centro musical –centro de atención, centro de la vida
sonora de la casa– también me propuso revisar músicas, indagar entre cassettes.
En uno de esos encontré tres canciones del Dúo Salteño que me volaron la peluca
y me dieron a conocer al Cuchi desde un plan más consciente, pues ya conocía
algunas de sus canciones. Ahí empecé un viaje folk: ver que me gusta y perseguirlo.
Perseguir autores, intérpretes… El hecho de que muchas músicas se reeditaran en
CD colaboró para que sea un buen momento.
MPA apareció enseguida y fue otra patada en la cabeza.
Músicos Populares Argentinos, un proyecto encabezado por el Chango Farías Gómez
en los 80, que reunía al Mono Izaurralde, Veronica Condomí, Peteco Carabajal y
Jacinto Piedra. El Chango, recién vuelto de Europa con la democracia, toma las
composiciones de Jacinto y Peteco, que estaban en un punto creativo altísimo y
despliega un concepto sonoro admirable. Tocan con batería e instrumentos
eléctricos, y sin desplazar al bombo o a la guitarra “criolla”. Los imponentes
arreglos vocales también se acoplan.
Chango, en décadas anteriores, ya había sido protagonista de
la música de tradición folklórica, con proyectos controversiales y muchas veces
discutidos pero siempre ineludibles. Los Huanca Huá es un conjunto vocal que
aún hoy suena moderno y continúa siendo evocado. Es graciosa la respuesta de
Don Ata cuando le preguntaron que opinaba de ellos: “Parece que uno canta y los
otros le hacen burlas”, se despachó.
Eran los 90 y por ahí seguía el Chango dando música al
mundo. Siempre para adelante y nunca desapercibido. En 1995 sale Rompiendo la Red del grupo Chango Farías
Gómez y La Manija. Si
el otro fue una patada en la cabeza, ¡este directamente me descabezó! Grabado
en vivo, con un sonido increíble, una estética arrolladora, nuevos conceptos,
nuevas propuestas y unos arreglos que ¡mammamía! Una baguala en quechua se liga
a una cueca con aires flamencos. Percusiones encendidas y un bajo fretless que
toca a la par de las guitarras con unos obligados poderosos pero sin
exabruptos, naturalmente. Sigue una zamba que incluye fragmentos de Luna
Tucumana, con cambios de compás que entran como piña y salen refrescando el
alma del que escucha. Y ahí nomás la chacarera de un triste, con una viola
eléctrica increíble. “Alfonsina y el mar” 
se mixtura con “Tomara” de Vinicius de Moraes en una atmósfera
brasilerosa. Hay rumbas, chamamés, vidalas y otras chacareras... si ya no sabés
qué darle de probar a tus oídos, escuchate este disco y después me contás.
Publicadas en Pausa #132, miércoles 23 de abril de 2014

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