Portadores de orgullo

El subcampeonato en el Mundial de Brasil, la Copa Libertadores
que ganó por primera vez San Lorenzo y la Sudamericana de River
volvieron a poner al fútbol argentino en un lugar de privilegio.
De la mano de Alejandro Sabella, el ex entrenador de
Estudiantes de La Plata
le fue dando identidad y credibilidad a una Selección por la que no muchos se
animaban a pronosticar que iba a estar en el partido final. Además, logró que
su equipo fuera confiable de atrás hacia adelante. “Chiquito” Romero, la
defensa y los volantes más retrasados (Mascherano abanderado) pudieron terminar
con las mayores dudas. Un excelente rendimiento de Di María (hasta que se
lesionó) y un buen Mundial de Messi fueron las principales armas en ofensiva
para llegar a jugar un enorme partido final.
River y San Lorenzo ganaron, respectivamente, la Copa Sudamericana y la Libertadores. Así, el fútbol argentino se ubicó en lo más alto del podio a nivel continental.
En el año de un Mundial inolvidable, el fútbol argentino
tampoco pasará por alto que un 30 de julio de 2014 murió Julio Grondona, Dios y
Diablo de la religión futbolera argentina.
Publicada en Pausa #148. Pedí tu ejemplar en estos kioscos
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