20 años y un mismo pedido: justicia

Sergio
Burstein en el panel “AMIA: 20 años de Impunidad”, en el marco del Día de la Memoria.
“Hay
responsables: Menem, Anzorreguy, el Fino Palacios, el ex juez Galeano, los
fiscales, el ex presidente de la
Daia Rubén Beraja, Carlos Telleldín y su mujer y tantos
otros”. El que habla es Sergio Burstein, familiar de una de las víctimas del
atentado contra la
Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), perpetrado en
Buenos Aires el 18 de julio de 1994, e integrante de la agrupación 18J.
El 18
de marzo Burstein estuvo en la ciudad participando de un panel y posterior
debate junto al fiscal federal Walter Rodríguez y al profesor Daniel Silber,
secretario de la
Asociación Cultural Israelita Argentina “I. L. Peretz” y
presidente de la Federación
de Entidades Culturales Judías (ICUF).
Sergio Burstein es un incansable activista en el reclamo por justicia para el caso Amia.
La
charla comenzó con la alocución de Silber, quien se refirió a los distintos
enfoques que tienen sobre el atentado las organizaciones judías de la Argentina, dando cuenta
de lo heterogénea que es a su interior esta comunidad. Luego, el fiscal
Rodríguez abordó los aspectos jurídicos de las investigaciones, en la
perspectiva de dilucidar cuestiones referidas al accionar del Poder Judicial en
relación a las distintas causas que hoy se tramitan.
Sergio
Burstein, por su parte, reflexionó en torno a estos 20 años en los cuales los
familiares de las víctimas han batallado contra diversos poderes en búsqueda de
la verdad. “No hay que rendirse ante la palabra impunidad, que hoy parece tan
común, como si fuera cualquier cosa. Pero la impunidad es la que cubre a los
muertos en la Amia,
no solamente los escombros. Es esa sociedad político-judicial que hizo posible
que hoy, a casi 21 años del atentado, no sepamos la verdad de lo que pasó. Y
hay responsables de esto: el ex presidente Carlos Menem; el ex jefe de la Side Hugo Anzorreguy y
su segundo Carlos Anchezar; el Fino Palacios; el ex juez Galeano, los fiscales,
el ex presidente de la Daia
Rubén Beraja, Carlos Telleldín y su mujer, y tantos otros que
están involucrados en esta causa, tanto por el pago de los 400 mil dólares para
incriminar a los policías bonaerenses, como por el encubrimiento del atentado”.
Burstein
perdió en la AMIA
a su ex esposa, Rita Worona, madre de dos de sus hijos. Desde entonces, y junto
a cientos de familiares de las 85 víctimas y de los más de 300 heridos, se puso
al frente del reclamo de justicia. “Nosotros, las familias, los sobrevivientes,
desde el primer día hemos depositado nuestra confianza en los jueces, en los
fiscales, en las instituciones, en todos aquellos que tenían que decirnos qué
pasó, a qué se debió, quiénes son los responsables. Cuando se habla de los
encubrimientos en la causa Amia, se habla de aquellos en quienes creímos y que
nunca jamás pensamos que nos iban a engañar y, lo más importante, que se iban
burlar de los muertos. Porque acá todo el mundo habla, pero de los muertos
nadie se acuerda, y menos la justicia”.
Tanto
la agrupación que Burstein preside, 18J, como la Agrupación Por el
Esclarecimiento de la
Masacre Impune de la
Amia (APEMIS), Memoria Activa e ICUF, son muy críticas con la
dirigencia de la Amia
y la Daia, a
quienes señalan como “los encubridores del encubrimiento, que actúan en defensa
de sus amigos, que son el Fino Palacios, Menem, Galeano, Beraja”, según
palabras de Burstein. “Son quienes marcharon el 18F al lado de fiscales que ni
conocen, porque necesitan que sea Irán, porque son más derecha israelí que la
derecha israelí, y yo me pregunto, ¿ellos son israelíes o argentinos? ¿Por qué
defienden tanto a Israel? Hoy Israel no nos permite tomar una declaración
testimonial a la única persona que dijo, sin que nadie le preguntara, saber
quienes son los responsables del atentado y que ellos se encargaron de
mandarlos al otro mundo; esto lo dijo Isaac Aviran, ex embajador de Israel en
Argentina; pero Israel, que tanto dice colaborar con la causa, no deja que se
le tome declaración testimonial a este señor.”
El
memorándum
La
firma en 2013 del acuerdo entre Argentina e Irán ha sido uno de los temas más
debatidos durante estos últimos años en lo que hace a la causa Amia. Las
posiciones en contra y a favor son tajantes y dividen a los familiares y
sobrevivientes del atentado. Al respecto, Burstein comentaba que “algunos me
preguntan si no fuimos ingenuos al pensar que el memorándum podía servir, y
bueno... yo prefiero ser ingenuo y no encubridor. A mi no me parece mal que el
gobierno haya pagado con ingenuidad el hecho de querer llegar a un acuerdo con
el país al cual pertenecen quienes están señalados como responsables del
atentado ¿con quién se iban a sentar a negociar sino? Prefiero un gobierno
ingenuo que haya intentado destrabar esto. Quienes metieron palos en la rueda
para que el memorándum no se lleve adelante es porque no les importa saber la
verdad, necesitan que los iraníes sigan siendo los acusados, aunque no se pueda
llegar a juicio. Y nosotros no decimos que los iraníes no sean los culpables,
pero hoy seguimos sin tener las pruebas que avalen eso, sólo hay indicios, y
eso no sirve de nada”.
20 años
después
“Hoy yo
creo en los nuevos fiscales que están al frente de la causa, como creí en su
momento en Galeano, en Nisman y en tantos otros... no puedo no creer,
necesitamos la verdad. Y este gobierno, al cual estimo, debo decir que se va
con la gran deuda de, más allá de haber intentado todo para esclarecer este
atentado, dejarnos con las manos vacías. Estamos como empezamos, seguimos sin
saber la verdad... pero no nos queremos morir sin conocerla, se fueron muchos
ya sin conocerla y no es justo. Los que estamos en esta lucha estamos
dispuestos a dejar todo, como lo venimos haciendo desde hace 20 años”, finalizó
Burstein.
La
investigación de Nisman
Respecto
del fiscal que tenía a su cargo la causa del atentado a la Amia, Sergio Burstein remarcó
la tristeza por haber confiado en alguien que poco hizo para terminar con la
impunidad: “Nosotros podemos decir de Nisman lo que dijimos de él en vida,
decir otras cosas ahora que no está para defenderse es una falta de respeto. El
problema es que, durante todos estos años que estuvo el fiscal Alberto Nisman,
no se pudieron comprobar todos los indicios, las denuncias o declaraciones de
disidentes iraníes, no pudo traducirse eso en pruebas concretas, entonces
seguimos como al principio. Nosotros, no el gobierno, íbamos a pedir su
apartamiento de la causa y él lo sabía; íbamos a pedir el apartamiento porque
no podíamos permitir que sigan sucediendo las cosas que estaban sucediendo, la
utilización de nuestros muertos en las luchas políticas y judiciales. Nosotros
depositamos toda la confianza en Nisman, y nos defraudó, nos usó. Si él sabía
que el memorándum era un encubrimiento para obtener rédito económico ¿por qué
no nos lo dijo? ¿por qué nos dejó que defendiéramos eso?”.
Publicada en Pausa #150, miércoles 25 de marzo de 2015.
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