Caen las fichas

Dominó, una nueva serie del sello editorial 4ojos.
4ojos, la editorial del Centro Social y Cultural El Birri,
largó hace unas semanas la primera tanda de Dominó, su nueva colección de
ficción. Sebastián Santa Cruz, Pablo Escudero, Larisa Cumin y Lautaro Ruatta
conforman el primer cuarteto de publicados, que además de escribir, indicaron
quiénes serán editados en la próxima tirada.
Lautaro Ruatta en una de las lecturas de la noche de presentación de la nueva colección de ficciones.
Abrirse paso entre las altas y ásperas malezas del sistema
requiere de creatividad. Más aún si esa resistencia se ejercita desde un
espacio artístico como lo es el El Birri, sede de múltiples emprendimientos que
no se limita a ser un canal de exhibición de la cultura, sino un generador de
discursos per se. No obstante, en alguna (temprana o lejana) instancia, una
lógica de este calibre precisará de herramientas de mercado, como las que nos
han colocado en esta necesidad o, más bien, se buscará una salida más acorde
con la propia historia.
Ese momento llego hace cuatro años y la decisión fue atender
a las necesidades editoriales y a las prácticas desarrolladas en el interior de
Birri. A mí nadie me avisó fue el primer libro, trabajo que el naciente
colectivo editorial compartió “con las organizaciones que venían desde hace
diez años pensando y viviendo ese libro. Así editamos los dos periódicos
Mascarita, un documento para las memorias del carnaval en Santa Fe”. Así,
también, ese aparato reproductor que es El Birri engendró con 4ojos un pequeño
libro llamado El Birri tiene quien le escriba: la concepción fue el 15 de
febrero de 2013, cuando el centro cultural resistía el desalojo municipal y
llegó la comunicación vía mail de Fernando Birri. “Unos meses más tarde, tenemos
el libro con ese diálogo que incluye otros célebres interlocutores (y otros no
tanto)”, indicaron ante la consulta de Pausa.
Al año siguiente se decidió un criterio que permitiese
ordenar las obras publicadas atendiendo a tres tipos de producciones: las que
conllevan contenidos fotográficos o artísticos, que demandan una alta calidad
de impresión; aquellas que provengan de la experiencias de trabajo con otros
colectivos, cuyos textos atenderán asuntos teóricos o de pensamiento crítico;
los escritos ficcionales y los que tienen que ver con la dramaturgia regional
contemporánea con cuatro títulos a ser lanzados. Y allí está Dominó.
Pablo Escudero y Lautaro Ruatta ya habían intervenido
mediante la actuación, el canto y la lectura, ahora, a través de narrativas
urbanas, de fútbol en el asfalto, de un amor de descampado, Carisma y Baldío,
respectivamente. Sin perder el contexto citadino se cuela entre las líneas de
Sebastián Santa Cruz alguna que otra anécdota de la desdibujada tradición
carnavalesca, Papelitos lleva por nombre. El cuarto elemento tiene nombre de
mujer: Larisa Cumin continúa puliéndose sus versos, en un encadenamiento de
poemas que deja abierta la posibilidad de descifrar una trama: juegos
idiomáticos, el cuerpo como detonador de temporales, la percepción literaria de
la cotidianeidad, todos esos matices son recorridos en Ela acorda.
La dinámica que distingue de otras a la colección es que
queda a pedir de los mismos artistas la definición de la continuidad editorial:
cada autor indicará a otros dos que 4ojos se compromete a publicar.
Ese envión que la propia escritura provoca es lo que da
ánimo al recorrido que, como el juego homenajeado, se une al combate contra un
problema paradigmático para muchas editoriales del palo: la distribución. Así,
los ocho nuevos escritores indicados resultan canales de mayor alcance, puesto
que sus procedencias se estiran, por caso, hacia Rafaela, Córdoba y
Gualeguaychú. Asimismo, se habilita la chance de que los mismos productores
sean quienes marquen el itinerario de lecturas venideras, lo que resulta un
auténtico trabajo en conjunto, que garantiza además el cuidado de su calidad
(sumado a sus precios accesibles).
En consecuencia, ese juego entre las piezas escritoras y el
impulso de sus trabajos asegura un ensayo de ida y vuelta e ida de nuevo, hasta
dominar la capacidad de recorrer indiscriminadamente los caminos que la lógica
mercantil pretende cerrar, sin éxito, a la letra que se viene.
Publicada en Pausa #152, miércoles 22 de abril de 2015.
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