La desesperación y el arrepentimiento de un obrero de ArZinc

El frente de ArZinc. Foto: Brújula Comunicación.

 

Un trabajador despedido de ArZinc analiza la situación de su ciudad y de las medidas tomadas por el gobierno.

"Hoy vemos como pasa la tierra por acá y nosotros no fabricamos más el zinc, no fabricamos más el ácido, no fabricamos más nada, vemos como todo pasa y todos vamos a quedar en la calle"

En Fray Luis Beltrán está la planta de ArZinc, única productora de zinc electrolítico en el país. El jueves 25 de febrero, la firma de capitales holandeses y suizos Glencore Internacional, propietaria de la fábrica, cerró las operaciones con un justificativo: la rotura de un horno. Lo cierto es que Glencore es también propietaria de minas como Aguilar o La Alumbrera y, por tanto, ahora le resulta mucho más sencillo exportar el material en bruto, la "tierra" a la que refiere el trabajador, antes que elaborarlo y agregarle valor. La quita de retenciones a las exportaciones mineras lo hizo posible. Y ahora, el abandono de los trabajadores se hace patente.

"Yo lo voté, voté por el cambio. Pero no creí que iba a ser esto. Me dolía el impuesto a la ganancias, me dolía mucho. Hoy me duele más que me quedé sin laburo", dice el trabajador, quien además analiza en este video publicado el 27 de marzo la situación de la ciudad: "Podemos ver 400 familias acá, tomadas de la mano. Pero el pueblo de Fray Luis Beltrán, que no está acá, tendría que estar todo, porque cuando se le acabe la indemnización a todos lo compañeros se van a quedar en la calle todos, van a cerrar los negocios, las panaderías, todos los boliches".

Ubicada en en el departamento San Lorenzo, Fray Luis Beltrán tiene poco más de 15 mil habitantes. El impacto de los 420 despidos en ArZinc ya la está haciendo conocida con un rótulo aciago: "pueblo fantasma".

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