Ajuste brutal a las jubilaciones, con forma de “derecho”

El gobierno anunció el pago a los juicios de los jubilados y la pensión universal a la vejez. Cara y ceca: se reconocen derechos a quienes aportaron, pero se realiza un ajuste sobre quienes quieren jubilarse y se cayeron, se caen y se caerán del sistema, un gran sector de la población trabajadora: los que están en negro y los desocupados. 

Si sos ama de casa. Si sos uno del 80% de trabajadores rurales que está negro, y superaste los 60 o 65 años de vida inclemente y rústica. Si tenés la espalda hecha ceniza y las manos rotas de tan raspadas y pertenecés al 64% de los trabajadores no registrados de la construcción. En suma, si sos uno del tercio de los trabajadores que está en negro, o si fuiste despedido en los 90, o en la actual ola, y no te alcanzan los aportes para tener la jubilación del trabajador en blanco, el gobierno nacional tiene algo para vos: $3967 por mes cuando te llegue el momento de retirarte y, además, el derecho a seguir trabajando, hasta que “logres obtener los años de servicio para obtener un beneficio contributivo”.

El ajuste fue anunciado el viernes 26 bajo el nombre de “Pensión universal para adultos mayores”. En los hechos es la finiquitación de una política continuada de moratorias que rescató a los caídos del sistema laboral por el desastre económico de los 90. El titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, ya había anunciado en marzo que no se iba a extender la última moratoria, que finaliza en septiembre. Quienes entraban a las moratorias adquirían el estatus de jubilado y cobraban la mínima (hoy: $4959). Quienes ahora quedan afuera de la moratoria –ya que no habrán más– accederán al reino del derecho a ser jubilados clase B: pensionados universales que recibirán el 80% de la mínima, los $3967.

“A partir de hoy, se establece una pensión universal a la vejez, es decir, no dependemos más del buen humor del político de turno que aplica una moratoria”, dijo el presidente Mauricio Macri en su anuncio. Más que humor, las moratorias fueron políticas continuadas desde 2005 hasta septiembre de este año. Así, Argentina logró uno de los sistemas con mayor cobertura previsional del mundo: el porcentaje de mayores en edad de jubilarse y efectivamente jubilados pasó del 65% en 2004 al actual 97%.

 

Como se sabe, quien tiene la culpa de estar en negro es el trabajador, ya que si hiciera méritos suficientes sería blanqueado (bah, en verdad, si hiciera méritos suficientes sería empresario). Ahora, el sistema previsional se hará cargo de esa distinción, reconociendo el derecho a la vejez sólo en un 80% para quienes no hicieron méritos suficientes. El 73% de quienes entraron en la moratoria de 2005 fueron mujeres. Trabajar en la casa es condición natural de una mujer, por ende ya es demasiado que tengan este derecho a una “pensión universal”. No hay méritos en cumplir mandatos naturales. En esta meritocracia, eso ya debería estar claro.

Reconocen los juicios

El presidente también anunció que serán reconocidos tanto aquellos que tienen sentencia firme como quienes están en proceso y quienes todavía no iniciaron sus juicios de reconocimiento de haberes. El “Programa de Reparación Histórica con los Jubilados” actualizará los haberes de más de dos millones de jubilados. Para quienes tiene sentencia, se les abonará en un pago el 50% del monto y el resto en 12 cuotas trimestrales (tres años). A quienes no tienen sentencia firme, se le reconocerán hasta cuatro años retroactivos. Aquellos que no iniciaron sus juicios, no tendrán reconocimiento retroactivo, pero sí podrán ajustar sus haberes a un monto superior.

Los fondos provendrán del blanqueo de capitales que Macri también anunció junto a este paquete de medidas que ahora deberá tratar el Congreso. Quizá esta invitación tenga éxito y se contagie a todos los que fugaron capitales, sobre todo si el presidente lidera el proceso de manera ejemplar trayendo sus 18 millones de pesos depositados en Las Bahamas, que aparecieron en su última declaración jurada.

Si bien el ministro de Finanzas Alfonso Prat Gay afirmó inmediatamente lo contrario, Macri anunció que, a los fines del pago de los juicios, se liquidarán acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, los títulos bursátiles que se estatizaron cuando las AFJP pasaron a manos del Estado. Ese fondo creció un 524% desde que es de gestión pública, subiendo de 98 mil millones de pesos en diciembre de 2008 a 612 mil millones en junio de 2015, según informa Anses.

Sin referir a cuáles fueron los calificativos para los blanqueos de capitales impulsados por la gestión anterior, cabe señalar que lo que en el momento de la estatización de las AFJP fue llamado como “manotazo a la kaja” hoy prueba haber sido no sólo un gran negocio público, sino la condición de posibilidad para que el gobierno de Macri haya recibido una población en edad de jubilarse con máxima cobertura y, además, pueda hacer frente a lo debido por derecho: pagar los juicios.

Como sea, buena parte de la población trabajadora se la verá en figurillas a partir de septiembre. Para los trabajadores en negro y los desocupados, la noticia es que no habrá más moratorias y que pasarán su vejez laburando para poder rapiñar más que el 80% de la mínima.

 

2 Comentarios

  1. Es una pregunta: ¿si el jubilado pagó -o está pagando- unos años de moratoria porque no le alcanzaban los años en blanco para jubilarse, TAMPOCO se le ajustarán los haberes?

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