S/D:
De mi mayor consideración

Ante todo, quiero decirle de que me costa por todos los años que lo conosco de que quiere a nuestra escuela tanto como la quiero yo. También se de que desde el inicio de los trágicos sucesos de público conocimiento y principalmente desde la reducción de la semana escolar, la cual fue reducida y es muy insuficiente, estamos en una triste etapa donde como se suele decir se hace lo que más se puede.
No ostante, me parece de que ya la situación no da para más y de que hay que decir las cosas por su nombre y con todas las letras de una buena vez por todas y no mirar para otro lado ni esconder la cabeza como el avestruz. Se de que hay, mucha gente que no habla por miedo y de que hubieron muchas amenazas y eso no es todo. Como bien usted sabe a una profesora le quemaron el auto y dos docentes de taller fueron asaltados y golpeados dentro del establecimiento escolar en el turno vespertino en circustancias no aclaradas, pero que se habló de un precector. Se trata de este mismo e indeseable sujeto el cual desde que tomó las riendas de la cooperadora, la escuela ya no es la misma y parece manejada por una mafia o una barrabrava, en fin, unos negros de mierda y sepa disculpar la expresión, pero no se de que otra forma se le puede decir. Este sujeto indeseable de apellido Troncoso en la tarde de ayer exigió a mi persona el pago de una suma (de 200 pesos!!!) por la cuota de cooperadora y ante mi negativa por motivo de que ya pagué en la escuela y encima aclarándole de que al otro día le iba a traer el comprobante de que ya pagué, me faltó el respeto y me amenazó de palabra. Quiero aclarar, que el susodicho Troncoso estaba con otros dos sujetos, uno que sospechosamente hace remplazos de porteria y otro que siempre merodea por el establecimiento sin desempeñar función aparente alguna. También se dice de que a uno de los porteros de la tarde se lo intimó a tomar licencia.
Por todo lo expresado y antes de realizar la correspondiente denuncia polici(…)
—Ruido de papel que se abolla en la mano y luego risotadas. Gemido quejoso de Juan Carlos atado de pies y manos a una silla. Intento de Juan Carlos de juntar saliva que se dificulta por el último puñetazo recibido en el estómago. Quite de la media de la boca de Juan Carlos por parte de uno de los asistentes del preceptor Troncoso. Ingreso del papel abollado en la boca sangrante de Juan Carlos por parte de Troncoso. Nuevo intento de Juan Carlos de juntar saliva ahora para tragar el papel abultado y seco. Palabras y gestos de aliento del preceptor Troncoso y de sus colaboradores. Final abierto.

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