Vender el hígado para pagar la luz

Menos consumo y quita de impuestos propone el presidente. A nivel local hay diferentes respuestas.

El impacto de los nuevos tarifazos ya se siente en el bolsillo de los usuarios y generó un nuevo cortocircuito entre el gobierno nacional y las provincias. Por las quitas de subsidios a los servicios, decisión tomada por el ministro de Energía Juan José Aranguren en 2016, las facturas de luz y de gas muestran fuertes incrementos. Como toda respuesta al malhumor social, el presidente Mauricio Macri pidió que los usuarios “consuman menos energía” y que las provincias y los municipios eliminen impuestos a los servicios. De revisar la quita de subsidios, ni hablar.

En Santa Fe, en el segundo bimestre del año los usuarios residenciales recibieron facturas de la EPE con aumentos de hasta el 100% respecto del bimestre anterior. En la industria y el comercio el panorama es aún más sombrío.

La Federación Industrial de Santa Fe reveló que, hace unos años, la boleta de la luz representaba –en promedio– entre el 3 y el 5% de la masa salarial y hoy ya llega al 20%. Por ese motivo, y por la apertura indiscriminada de importaciones, el año pasado cerraron 112 industrias en la provincia de Santa Fe.

Durante una protesta de la Multisectorial contra los Tarifazos, el 11 de abril en la Legislatura, el dueño de un maxikiosco ubicado sobre bulevar Pellegrini contó que la boleta de la EPE casi se duplicó de un bimestre a otro: pasó de 25 mil a 48 mil pesos. La misma situación atraviesan todos los comercios que hacen uso intensivo de la electricidad.

En una reunión realizada en el Concejo Municipal, el 18 de abril, miembros de la Cámara de Expendedores de Combustibles mostraron las facturas de energía eléctrica que recibieron en el último mes. Una estación de servicio que el año pasado tuvo una factura de 60 mil pesos, con el mismo consumo, este año deberá pagar 190 mil pesos. Y un empresario de la industria frigorífica comentó que recibieron una factura de luz de alrededor de 185 mil pesos  cuando en 2017 pagaron 40 mil pesos.

Diputados y senadores provinciales del PJ presentaron proyectos en la Legislatura pidiendo que el gobierno provincial retrotraiga los valores de los servicios a noviembre de 2017. El Ejecutivo descartó de plano la propuesta: según la secretaria de Energía, por la quita de subsidios este año la EPE deberá pagarle a Cammesa 4.500 millones de pesos por encima de lo presupuestado.

Apuntar a los impuestos

Los aumentos de tarifas generaron protestas en todo el país. El gobierno nacional reaccionó tarde ante sus propias decisiones y salió a pedir moderación en el consumo. También hubo un planteo explícito, por parte del presidente, para que las provincias reduzcan la carga tributaria a los servicios.

El gobierno provincial contestó: quien tiene que revisar las políticas en materia de tarifaria es la Nación. Según el gobernador Miguel Lifschitz, “el impuesto más importante que tienen los servicios es el IVA, que es nacional y que impacta en un 21% para los clientes residenciales. Si queremos bajar impuestos, el primero que habría que reducir es el IVA a todos los servicios públicos”.

En efecto, en las facturas de la EPE la mayor parte de la carga tributaria es nacional: los usuarios residenciales pagan el 21% de IVA y los grandes clientes pagan el 27%. La provincia aplica tres tributos: el 1,5% sobre el básico para conformar el Fondo de Electrificación Rural; el 6% que se destina a compensar a municipios y comunas por el uso de sus redes (a partir de la provincialización del servicio en 1975); y una carga fija bimestral de 4,26 pesos a cada usuario residencial para financiar el programa de energías renovables.

Ante la sugerencia de Macri, Lifschitz opinó que el presidente “tiene la habilidad de trasladar a los gobernadores el costo político de las medidas que toma, ya lo hizo con la reforma previsional y lo hizo también con las tarifas”. El mandatario provincial reiteró además que “la política tarifaria es nacional, necesita pensarse integralmente, no se trata solamente de un servicio ni de una coyuntura”.

El lunes 23, desde Vaca Muerta, el presidente defendió su política de quita de subsidios a las tarifas, al señalar que “no son gratis”. Y agregó: “Para cubrir subsidios nos teníamos que endeudar. El otro camino era hacer un shock de ajuste, pero elegimos el gradualismo y para eso todos tenemos que hacer un esfuerzo”.

Además del reclamo a las provincias, que ya acató la bonaerense María Eugenia Vidal, Macri pidió “que todos los argentinos asumamos el compromiso de consumir menos, que todos tomemos la responsabilidad de este desafío porque cuidando el consumo también vamos a cuidar la factura”.

Las posibilidades de que Santa Fe rebaje los impuestos incluidos en las tarifas del servicio eléctrico son mínimas. Según explicó Geese, nuestra provincia tiene la mitad de la carga impositiva que Buenos Aires. “Tenemos muy poco margen” para reducir impuestos, aclaró la funcionaria.

El anuncio de Vidal fue interpretado por el gobierno santafesino como una puesta en escena. “Lo que se armó es para que María Eugenia Vidal pueda mostrar que salió a bajar los impuestos. Estuvo armado como un golpe de efecto para Buenos Aires”, opinó Geese.

En la ciudad

Un día después del discurso de Macri, el intendente José Corral anunció la rescisión del convenio de alumbrado público que tiene el municipio con la EPE, lo que significaría una rebaja de alrededor del 10% de la tarifa eléctrica para los usuarios residenciales de la ciudad.

“Este es un momento donde todos tenemos que hacer esfuerzos y ser más austeros y responsables en el uso de la energía”, sostuvo Corral.

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