Es la vida que pide por tu cuerpo

En Argentina hay casi ocho mil personas que en una lista de espera para ser trasplantadas.

Con una ley en debate, la donación de órganos aumenta en el país. Santa Fe, a la cabeza.

Tras la difusión de #LaCampañaDeJustina, en el Congreso Nacional se debate una nueva legislación para la donación de órganos que busca ampliar la cantidad de donantes a partir de un cambio de paradigma. ¿Cuántas donaciones hay en Argentina? ¿Cómo es la situación en la provincia de Santa Fe? ¿Qué políticas se implementan al respecto?

A Justina Lo Cane le descubrieron una cardiopatía congénita cuando tenía tan solo un año y medio. Desde entonces vivió con medicación y tratamiento. Pero en julio de 2017 su situación empeoró: empezó a padecer descomposturas, dolores de cabeza, náuseas. Sus padres la internaron en la Fundación Favaloro. Luego de varios estudios, el 9 de agosto los médicos le plantearon la necesidad de un trasplante urgente.

Cuando Justina entró en la lista de espera para un corazón en el Incucai, sus familiares comenzaron una campaña nacional para la concientización sobre la importancia de la donación de órganos. Su padre, Ezequiel, impulsó la campaña “Multiplicate por Siete” que se viralizó con el hashtag #LaCampañaDeJustina. El concepto consiste en que la vida de una persona donante se multiplica por siete luego de su muerte.

Lamentablemente, el 22 de noviembre de 2017 Justina falleció. Su corazón ya no resistió la espera. Su muerte resintió a todos lo que estaban involucrados en su causa. Por eso la campaña de concientización continuó creciendo hasta el día de hoy. El objetivo de esta nueva campaña es lograr que todas las personas sean donantes.

En ese sentido, el oficialismo presentó un proyecto de ley en el Congreso, que ya logró media sanción en el Senado. De ser aprobado por los Diputados, permitirá que los familiares de un fallecido no tengan que dar ninguna autorización para que se realice la donación.

Actualmente hay que registrarse en un listado de donantes presuntos. Con este proyecto de ley se establecería que todas las personas son donantes, a menos que declaren lo contrario: aquellos que no quieran serlo deberán manifestarlo explícitamente. Este enfoque constituye la instauración de un nuevo paradigma, similar al existente en España, Estados Unidos y Nueva Zelanda.

Otro de los aspectos que impulsa el proyecto es la instalación de unidades de procuración y donación en todos los hospitales públicos del país y, a la vez, potenciar la formación de recursos humanos en las prácticas de ablación y trasplante. “Si queremos que haya cada vez más donantes, tenemos que capacitar a los recursos humanos del sistema sanitario. Estamos en búsqueda de la profesionalización del coordinador del trasplante. Queremos que haya especialistas en procuración. Porque consideramos que el tratamiento que se debe dar al donante, al fallecido y a la familia, lo tiene que dar una persona especialista”, argumenta Martín Cuestas, director del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (Cudaio).

Situación nacional

Actualmente en Argentina hay casi ocho mil personas que en una lista de espera para ser trasplantadas y se realizaron casi seis mil trasplantes en lo que va del año.

Desde 2013 la tasa de donantes por millón de habitantes del país ronda los 13 puntos (excepto en 2016, donde el número fue menor). Con estos números, nuestro país se encuentra bien posicionado en la región, pero está lejos de los resultados de los países desarrollados. Por ejemplo, España tiene la mayor cantidad de trasplantes de Europa: terminó el año pasado con una tasa de 44 donantes por millón de habitantes.

Al respecto, Cuestas afirma: “Durante el año pasado en Argentina se realizó un trasplante cada 8 horas, pero cada 6 horas ingresaba un paciente a lista de espera. Nosotros apuntamos a tener las mismas estadísticas que España. Allí se entendió que es un problema sanitario que hay que adoptar como política de Estado. Porque esto es un tema de todos, es una responsabilidad social que tenemos que asumir. Tenemos tres veces más probabilidad de necesitar un órgano que de poder darlo”.

Vale destacar que el año pasado hubo un aumento de la cantidad de donantes presuntos. En 2016 hubo 29.909 inscripciones, mientras que en lo que va del año este número ascendió a 126.271. Esto se debió, entre otros factores, a la famosa #LaCampañaDeJustina y a las mesas de información e inscripción que se instalaron en los lugares de votación durante las elecciones primarias y generales.

El caso Santa Fe

Santa Fe tiene uno de los índices más altos de donación de órganos por cantidad de habitantes. De hecho, el número de donantes por millón de habitantes viene aumentando: en 2011 era 9.13, en 2012 de 15.09 y en 2017 fue de 22.30. Mientras que la media nacional del año pasado fue de 13 donantes. El director del Cudaio atribuye este crecimiento a las políticas que vienen implementando desde el gobierno provincial. “Estamos contentos y conformes con lo realizado, pero no satisfechos porque todavía hay pacientes que siguen ingresando a la lista de espera. Aunque vale decir que el crecimiento de la cantidad de donantes hizo que la lista de espera no crezca sino que se mantenga amesetada”.

Además, el funcionario plantea los motivos de la mejora de la situación. “Primero hubo una decisión de tomarlo como política de Estado. Creemos que la escasez de órganos y tejidos es una problemática de salud. Por eso nosotros hemos puesto en marcha muchas medidas. Por ejemplo, desde el 2012 implementamos la estrategia ‘Hospital Donante’, que propone que los establecimientos sanitarios incorporen la procuración de órganos y tejidos como una actividad rutinaria. Este programa está en el hospital Dr. José María Cullen, el hospital de emergencia Dr. Clemente Álvarez en Rosario y el nuevo hospital de Venado Tuerto. Ahora queremos crear estas unidades en otras ciudades de la provincia”.

Asimismo, Cuestas plantea que una de las claves para profundizar en la concientización y visibilización del proceso de donación es la capacitación a los médicos. “Necesitamos incorporar la procuración en las carreras de medicina. Porque esta práctica se realiza básicamente con recursos humanos formados, no requiere de tanta tecnología para hacerlo. La actividad de procuración es médica, a diferencia de las otras especialidades en los cuales los avances técnicos son fundamentales. La actividad de procuración depende de que haya un donante. No depende de máquinas sino de que haya donantes”.

Financiar la donación

Las iniciativas a nivel provincial y nacional que proponen la creación de espacios de ablación y trasplantes en cada hospital requieren de destinar financiamiento y recursos humanos a la salud pública. Al ser consultado por Pausa sobre cómo se resolverá esta situación en el actual contexto de ajuste económico, el director del Cudaio, respondió: “Bueno, los gobiernos tienen que entender que, por ejemplo, es más barato que un paciente se trasplante antes que mantenerlo en diálisis. Por supuesto que hacer un trasplante es más caro que la diálisis. Pero el trasplante se hace una vez, en cambio la diálisis todos los meses. Desde ese punto de vista, termina siendo más barato para el sistema sanitario. Y eso se logra con más personas capacitadas y campañas de concientización, porque la gente cree que la donación es un problema del otro pero estamos todos en la misma bolsa”.

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