Ayer se conoció un video de la gobernadora bonaerense "ayudando" a una mujer que estaba sufriendo acoso por parte de un desconocido. La intervención de Vidal es un ejemplo de todo lo que no se debe hacer ante un caso así. 

El video, que comenzó a circular ayer, data de abril y no fue difundido por las redes oficiales de María Eugenia Vidal. Fue uno de sus compañeros de Cambiemos, el senador entrerriano Alfredo De Angeli, quien subió un fragmento y destacó la importancia de "votar a una gobernadora que no tiene miedo".

¿A qué no le tiene miedo Vidal? A hablarle a una puerta y amenazar a un supuesto varón acosador. Esa es la imagen que devuelve este spot que efectivamente se hizo en abril pero que por alguna razón -¿alguien de su equipo se dio cuenta de que era una bestialidad?- no se utilizó. Según indicaron hoy desde el comando de campaña de la gobernadora, "alguien lo filtró, bien o malintencionadamente, pero no fue nadie que forme parte de la campaña de María Eugenia Vidal".

En concreto, el video muestra una charla de Vidal con una mujer que le cuenta que está siendo acosada por un desconocido. "Yo le voy a hablar, no te preocupes. Yo le voy a decir la verdad; que yo me enteré del caso; que sé lo que está pasando y que nosotros te estamos acompañando. Para que él sepa que no estás sola". Acto seguido, la cámara sigue a Vidal desde atrás, acompañada por un grupo de mujeres, caminando por el populoso barrio Carlos Gardel.

Vidal se detiene ante una puerta, golpea, y dice: "Buen día, Horacio. Soy María Eugenia Vidal, la gobernadora. Sé que estás ahí porque los vecinos me dijeron que estabas, aunque no me quieras abrir. Solamente para avisarte que estuve reunida con María y con su hija Natasha; que ya sé lo que está pasando; que me contó que te denunció; y que vamos a seguir acompañándola. Va a venir un fiscal a verla para que haga de nuevo una denuncia. Era solamente eso, hasta luego". La edición del video termina con el texto: "no desperdiciemos la oportunidad de tener una gobernadora sin miedo". Una puesta en escena más de Cambiemos, de las más viles que han perpetrado hasta el momento.

¿Qué logró Vidal con esta intervención? Básicamente saltarse todos los protocolos de actuación ante situaciones de violencia de género: expuso a la víctima dando su nombre, el lugar donde vive y mostrando su cara; se pone ella en el centro de la situación -"soy una gobernadora decidida y valiente"- y actúa de forma paternalista, sin preguntarle a la víctima que es lo que desea hacer o cómo puede ayudarla; va a buscar directamente al violento, dejando así expuesta a la víctima a una represalia, algo que sucede con frecuencia en estos casos. ¿Qué pasa con esa mujer cuando la gobernadora, su equipo y las cámaras se van?

Según pudo reconstruir Cosecha Roja, la víctima había realizado ya la denuncia en la comisaría sexta de Palomar pero no había tenido respuesta. "Tomaron la denuncia y no hicieron nada”, contó. Recién después de la visita de Vidal intervino un fiscal y ordenó que la mujer contara con un botón antipánico. Y entonces, ¿qué pasa con todas esas mujeres que no reciben la atención personalizada de la gobernadora?

"El video de María Eugenia Vidal 'defendiendo a la vecina' es el ejemplo de cómo gobierna Juntos por el Cambio: para las cámaras. Dejando a su paso vacío, falta de respuesta e irresponsabilidad ante un tema tan delicado", afirmó Malena Galmarini -candidata a legisladora por el Frente de Todos- en sus redes sociales.

Las políticas fuera de cámara

La violencia machista es un problema social que requiere políticas públicas, que ataquen su raíz. Una respuesta individual, a un caso particular, está lejos de ser una muestra de compromiso ante esta epidemia, que se cobra la vida de una mujer cada 30 horas en nuestro país.

Ser mujer no te convierte automáticamente en feminista, aunque la gobernadora quiera adosarlo por defecto. Vidal tiene un gabinete conformado íntegramente por varones (son 19), la única mujer que formó parte del mismo al comienzo de su gestión, fue despedida por el escándalo de los aportantes truchos.

Además, durante su mandato, Vidal llevó a la línea 144 -de atención a víctimas de violencia de género- a una total precarización y vaciamiento. "Vidal no estuvo presente durante los 4 años de su gestión en lo que respecta a la política publica por excelencia en violencia de género de su provincia que es nuestra línea. Decidió despedir compañeras y tercerizar el servicio dándole el negocio a una empresa privada", denuncia Verónica Misseri trabajadora de la línea, en declaraciones al portal Filo.news.

El 144 recibe unas 30 mil llamadas mensuales, con abordajes complejos, que requieren personal altamente capacitado. En este contexto, el gobierno de Vidal tercerizó a las trabajadoras, a través de la empresa Provincia Net, bajo la forma de “empleadas de comercio”, recibiendo sueldos que en algunos casos no superan la canasta familiar y en otros directamente apenas pasan la línea de indigencia.

"Vidal se dedicó a inaugurar refugios para meter a mujeres sin saber qué podían o no podían hacer con ellas después, sin contemplar que esas mujeres tal vez tengan un trabajo, tal vez vivan aún con sus agresores y no tengan libertad económica para irse. No hubo una política pública con perspectiva de género que contemple que, quizás, las víctimas de violencia tengan cosas para decir", finalizó Misseri.

El presupuesto para políticas de género en este 2019 tuvo un recorte del 100% respecto del año anterior y la gobernadora viene, además, subejecutando el mismo de manera sistemática. En 2016, el programa de Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género, que depende del Ministerio de Salud provincial, fue directamente vaciado para reasignar partidas a otras áreas. El mismo año, del presupuesto de la Dirección Ejecutiva de la Secretaría de Derechos Humanos, que era de 34 millones de pesos, sólo se gastaron 4 millones de pesos, es decir, un 14,15%.

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