Sube el dólar, suben los contagios y nosotros te regalamos estos bellos esquizodiálogos de pandemia con Adrián Brecha.
—¿Cómo anda?
—Me siento viejo. La híper, el 2001 y ahora esto.
—Pero en la híper tenía nueve años…
—A los nueve años yo ya trabajaba para sacar este país adelante.
—Es la pandemia que todo lo cambia. Yo empecé a plantar semillas.
— Conociéndolo imagino que son agroecológicas e ilegales.
—Toda semilla es legal.
—Sí, eso decía el Chapo Guzmán.
—¿Usted en qué anda?
—Por salvar a este país.
—¿Cómo?
—Armando el Instituto del Pensamiento Brandoni.
—Tendría un montón de asociados
—Sí, eso seguro. Además será mejor que el Conicet.
—De qué debería salvar a este país.
—A veces la verdad no es lo suficientemente buena. A veces la gente merece más.
—No entiendo.
—Es que en este país no se puede más. Te ponen palos en la rueda a cada rato. Te invitan al fracaso.
—¿No le parece mucho?
—Somos Sudán del Sur.
—La verdad que no conozco pero me parece medio exagerado, al menos dudoso.
—No podés ni pagar Netflix tranquilo. No podes escuchar música sin tener que entregarle la vida al fisco. Todo se robaron.
—No se amargue tanto, hay cosas peores.
—No hay nada peor que negar la realidad.
—Hay tantas realidades como memes posibles.
—Típico, ya parece asesor del Ministerio de Economía. Ni 200 dólares puedo comprar.
—¿Y para qué los necesita?
—No sé, pero los quiero comprar. Hay que salir a copar las calles, ¡que se vayan todos a Uruguay!
—Pero a Uruguay se van los que la amasan, no los que necesitan laburar.
—Hay que salir a gritar en cada esquina del país.
—Pero con barbijo por las dudas. Está grande… mejor cuídense.
—Ustedes oyen horribles gritos de dolor. Yo oigo dulces melodías de libertad.
—¿Esa es la frase del cartel de ingreso al Instituto?
—¿Qué Instituto?
—Brandoni.
—Excelente actor.