Cine navideño, desde Islandia y Finlandia

En exclusiva para las y los socios de Cine Club Santa Fe y de periódico Pausa, durante la cuarentena y mientras el América permanezca cerrado, todas las semanas el mejor cine para descargar.

El método es simple: enviás un correo a [email protected] si sos socie del CCSF o a [email protected] si tenés suscripción a Pausa. En el asunto ponés PEDIDO DE PELÍCULAS, chequeamos que estés en lista y te facilitamos la descarga. Más fácil, imposible.

Ahora, las recomendadas del presidente del CCSF, Guillermo Arch, para esta semana.

La propuesta de esta semana gira sobre las fiestas, una temática que en el cine ha tenido una suerte esquiva, ya que generalmente son operaciones comerciales y bastante adocenadas las que se suceden cada fin de año con las películas llamadas “navideñas”.

Frente a ello es notable que un film como Echo, representante de la filmografía islandesa de la cual muy poco conocemos –unas contadas películas de esta última década- transcienda en el panorama de los buenos films de este año que termina. El título es, según el director, la estructura misma del film: un eco de la sociedad islandesa, capturada en una serie de cuadros que, sin ser un documental (aunque alguno de ellos se remiten a escenas reales), nos presentan un mosaico de la sociedad islandesa en estas fechas.
No se trata de un film coral, ya que las escenas no son historias que se entrelazan a lo largo una narración global, pero si una serie de pequeños espejos de situaciones cotidianas o no, en los cuales se refleja esa sociedad y, por qué no, también en muchas refleja la nuestra.

Temático

Rare exports, el extrañísimo nombre que tiene que ver con el final de la película, es una de esas propuestas que tienden a subvertir el carácter moral de los personajes navideños, aunque aquí hay una base en la mitología nórdica. Parece ser que por los pagos de Finlandia, un poco como los sangrientos y terroríficos cuentos medievales para niños, Papá Noel no era un viejito bueno que llevaba regalos sino que los exigía bajo apercibimiento de engullirse a los críos. Por suerte todo lo medieval parece enterrado, por mala suerte siempre hay una corporación estadounidense dispuesta a remover maldiciones.
Este film ganó en su momento en el festival de Sitges, en Cataluña, el festival de cine fantástico más importante del mundo.

Cine Estudio

Corre el año 1972 y Hitchcock estrena la que sería su penúltima película: Frenesí. Ya llegando al fin de su producción, el maestro que en algún momento se pronunció en contra de la explicitud más cruda de la imagen –ya sea del sexo o de la violencia-, filma una película donde se hace presente una truculencia desconocida hasta el momento en toda su obra (es su única película prohibida 18 en su momento en Inglaterra). Con desnudos, violaciones y asesinatos, Frenesí no deja de tener la enorme carga humorística del autor en los encuentros entre policías e investigadores, subsidiarios de la más tradicional flema inglesa.

DeSvelado

The vast of the night es la ópera prima de Andrew Patterson y cumple con todas las características de ese certero “primer paso” establecido como desiderátum de todo novel director/a: hacer una película de muy poco presupuesto que llega a un pequeño festival sobre la cual se posa el ojo vigilante de la industria y la bendice. Un poco como lo que le pasó a Aronofsky con Pi, pero más parecido a lo de Robert Rodríguez con El mariachi. Con muy poco presupuesto y a fuerza de premios en festivales se hizo un lugar esta suerte de homenaje a La dimensión desconocida que se ambienta en los años 50 y que cuenta con un gran diseño de sonido y una serie de geniales planos secuencia que le ponen suspenso a los climax de la narración.

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