Recuperar la sede de Excursionistas para los barrios de la zona costera

Foto: Gabriela Carvalho

Una nueva Comisión Directiva tomó las riendas de la institución donde supo funcionar un boliche, pero el edificio está usurpado. Reclaman que el espacio pueda ser usado con fines deportivos por los vecinos.

Cuando los ex intendentes Mario Barletta y José Corral decidieron trasladar los boliches bailables a los laterales de la RN 168 y zonas aledañas aparecieron muchos problemas para un sector etario que quería divertirse en la noche santafesina. El transporte, la conexión hasta el lugar, la ubicación de los boliches, la inseguridad, la inversión de los dueños y el riesgo de la ruta fueron, por varios años, uno de los temas más discutidos y polémicos que afrontaron los ex mandatarios capitalinos.

Entre tantos perjudicados por el cambio de paradigma en la noche de Santa Fe también está el Club Excursionistas. El popular Excursio, fundado en 1936, fue usado como boliche y hoy, todavía sin esa diversión masiva habilitada, está usurpado por algunas familias que -presuntamente- están relacionadas con los locatarios del boliche.

Una historia de usurpación

Previo a la finalización de 2019 el club estaba abandonado y había sido usurpado por personas que no pertenecían a la entidad. Para recuperar el espacio del club un grupo de socios primero debió transitar por un proceso de normalización, ya que no había convocatoria a elecciones, no existían balances ni nada que esté enmarcado en la “normalidad” de una institución social y deportiva.

Lo más importante era que no tenía una Comisión Directiva ni nadie que sea referente: no había ninguna persona a cargo. Fue en ese mismo año donde se conformó una nueva Comisión para retomar la conducción formal del club. Pero para llegar a esa instancia tuvieron que atravesar por un proceso de regularización en la Inspección General de Personas Jurídicas (IGPJ).

El mítico Excursio, fundado en 1936, se ubica en el barrio La Vuelta del Paraguayo. Foto: Gabriela Carvalho

Enrique Saettone, normalizador y actualmente socio y colaborador de la Comisión Directiva, dialogó con Pausa para brindar mayores detalles de la histórica institución ribereña. “En mayo de 2019 un grupo de socios antiguos hicimos un proceso de normalización porque el club estaba abandonado”, relató. “Cuando estábamos encaminados en dicho proceso nos encontramos con un club que cada vez empezó a ser más invadido. Y durante la pandemia se extendió la usurpación”, aseguró.

Con respecto al contrato que vinculaba a la entidad deportiva con el boliche, Saettone explicó que “por un lado, supuestamente, había dos personas que se hacían referenciar como presidente y secretario del club, y por el otro había una persona que representaba al boliche. Hicimos una presentación ante la Municipalidad para que no habilite a nadie, ya que para hacerlo tiene que tener un contrato vigente por las nuevas autoridades. A partir de esa presentación nos informaron que el último contrato vigente estaba las firmas de dos personas que no tenían ningún tipo de relación con el club y la de Exequiel Pablo Yódice, por parte del sector privado”.

Conformada la nueva Comisión, los principales dirigentes se acercaron a dialogar y a pedirles a las personas que estaban usurpando el terreno la documentación que constate que podían utilizar la propiedad. La respuesta fue con poco diálogo y violenta. A partir de ese momento el pedido verbal se transformó en una denuncia de usurpación del espacio.

Contó que al finalizar el proceso de normalización de la institución, finales de 2019, “se hizo una presentación en un Juzgado Civil para saber quiénes estaban habitando el club y en qué condiciones. A raíz de esa presentación fueron dos o tres veces los oficiales de Justicia, pero cada vez que se presentaron nunca los atendieron. En cambio a nosotros nos atendieron y hasta nos ofrecieron golpes de puños”, dice Saettone. Luego de esa situación violenta se cortó todo tipo de vínculo, “además hicimos denuncias porque hubo tiros adentro del club. Esto lo tiene que resolver la Justicia, es lo que pedimos”.

Con la llegada de pandemia y sin la actividad del boliche bailable los usurpadores extendieron el espacio que tenían ocupado con un cerramiento de chapas, tomando la cancha de fútbol donde habitualmente jugaban las chicas del barrio a través de diferentes organizaciones sociales que trabajan en la zona. Ante esa situación el apoderado legal del club realizó, en julio de 2020, otra denuncia por una nueva toma de espacio usurpado.

“Por lo que nosotros tenemos conocimiento la gente del boliche introdujo a varias personas en el club, pero no sabemos con qué propósito. Y esas personas con otras familias se fueron expandiendo a otros lugares del club, aparentemente son todos miembros de una misma familia”, narró Saettone.

Además dijo que “los representantes del boliche nunca se presentaron, en ninguna instancia, mientras que nosotros sí lo hicimos como Comisión Directiva”. Y agregó: “El contrato que pudimos recuperar es de una habilitación que tenía la Municipalidad de Santa Fe y ese contrato vencía en septiembre de 2020. Hace un año deberían haber entregado nuestro club”.

Además aseguró que “hoy tienen ocupados muchos espacios del club, como por ejemplo la cancha de fútbol 5, que eran utilizadas a través de un convenio que habíamos realizado por organizaciones sociales del barrio”. Tampoco se puede utilizar la cancha de tenis criollo porque levantaron un tapial al costado, dice el entrevistado y completa: “Tenemos convenios con Deportes de la Municipalidad de Santa Fe y estamos en contacto con las trabajadoras sociales de Alto Verde para realizar diferentes talleres en el club”.

Se busca justicia

Las denuncias policiales y los pasos judiciales no se detienen. “Comenzamos con las denuncias policiales porque hicieron una primera invasión del terreno y constatamos que se robaron varias chapas de lo que eran los vestuarios y baños, y además empezaron a ocupar esos espacios. Tenemos hechas varias denuncias en fiscalía, pero no encontramos una actuación judicial que nos permita realizar las actividades que pretendemos para el club”.

La situación se sigue agravando a medida que pasa el tiempo, ya que en los últimos días de agosto las autoridades de Excursionistas pudieron constatar que se consolidó el perímetro tomado con un levantamiento de un tapial prefabricado. Vale destacar que esta situación de ilegalidad está comprendida en el artículo 181 del Código Penal.

El lugar luce en estado de abandono y cerrado a la comunidad. Mientras tanto, el accionar del Poder Judicial brilla por su ausencia. Foto: Gabriela Carvalho

También recordó que “hay una situación ilegal con la energía eléctrica, están enganchados, por lo tanto también hicimos una presentación ante la Empresa Provincial de la Energía para deslindarnos de las responsabilidades ante una situación irregular y de peligro de vida”.

Aparte de las denuncias realizadas en el ámbito policial y judicial, la entidad ubicada en la Vuelta del Paraguayo presentó una carta a la diputada Natalia Armas Belavi y al diputado Nicolás Mayoraz. “Ni el MPA ni la Policía de la Provincia dan soluciones a nuestras denuncias, lamentablemente deberemos de canalizar por los medios de comunicación, como única forma de visibilizar el estado de vulnerabilidad en la que se encuentra una institución señera en la zona y que no tiene otro fin que servir a la comunidad de Alto Verde, frente al atropello de los que quieren apropiarse del predio para hacer negocios”, aparece en una parte importante de la nota que lleva las firmas del abogado del club, Enrique Müller, y de su actual presidente, Juan Dillon.

El valor del futuro inmediato

Excursionistas es un club que recuperó su vida institucional, ahora tiene Comisión Directiva, pero no pudo reconquistar sus instalaciones. “Estamos invirtiendo para hacer crecer el club, estamos rellenando un espacio que se usaba como basurero para después hacer una cancha”. Destacó que “en los nuevos estatutos y por resolución de Comisión Directiva se decide que el club no sea alquilado con fines que no sean deportivos y sociales, por lo tanto un boliche bailable no puede estar en las instalaciones de nuestro club”.

La nueva CD quiere darle al club una impronta comunitaria y social. Hay una idea firme, “No queremos que se convierta en una propiedad privada, que crezca en base a una usurpación. Queremos que sea un espacio para las actividades sociales de las familias de Alto Verde y La Vuelta del Paraguayo”.

Dejar respuesta

Por favor, ¡ingresa tu comentario!
Por favor, ingresa tu nombre aquí