El pan nuestro de cada día

El nuevo espacio administrado por CTA y Nutriendo Sueños prevé elaborar panificación y realizar capacitaciones al público a través de programas provinciales como Santa Fe Más y Santa Fe Capacita.

Una nueva cocina hace panes en Barrio Barranquitas. Más puntualmente, es nueva la gente que ahora la gestiona, porque sus hornos tienen ya varias décadas de recorrido y eso se explica en el hecho de que se encuentra hacia el fondo de la Panadería Distinción de Barrio Barranquitas. Quienes trabajan ahí desde ahora se componen de personas de la CTA Santa Fe y la Cooperativa Nutriendo Sueños, que con sus delantales y sus gorras blancas inauguraron el espacio el pasado viernes 8 de abril.

Débora Montaño es la presidenta de Nutriendo Sueños y lidera esta empresa, entre otras cosas, por su experiencia coordinando un comedor en Barrio Santa Marta, de donde es vecina. En diálogo con Pausa, adelanta que en sus instalaciones no solamente se hará producción para la venta, sino que también se buscará proveer a comedores y otros puntos del circuito de la economía social, como así también se dictarán capacitaciones abiertas a la comunidad: “Vamos a formar parte de algunos programas de la provincia como Santa Fe Capacita y Santa Fe Más, que ya empieza la semana que viene. Las clases son prácticas, así que ya van a salir sabiendo hacerse su pan, como mínimo”.

Para el acto de inauguración, Ecuador al 3700 estuvo semi cortada con algunas sillas negras ocupadas por la buena lista de funcionarios de distintas áreas involucradas, como el intendente Emilio Jatón y José Testoni, secretario general de la CTA provincial. Durante su turno al micrófono, Testoni remarcó la importancia de comprar menos en Coto y más a nuestros vecinos: "Es fundamental la cooperación entre nosotros, cooperativas con cooperativas, entre el ecosistema de trabajadores incluyendo a sindicatos, mutuales, asociaciones civiles porque si el pan de los comedores se compra en esta unidad productiva seguramente vamos a estar mejor porque si seguimos yendo a las grandes empresas no tenemos destino, esa es la fuga, esa es nuestra pobreza, compramos lo que capitaliza otro y no lo capitaliza nuestro pueblo y cuando esto sucede, cuando nuestro pueblo se descapitaliza todos perdemos un poco. Tenemos que generar ese ecosistema con mucha generosidad aun eligiendo cuando tanto puede ser que no nos convenga, por la logística, por el costo, por la calidad, es necesario tiempo pero apostemos ahí. Y para cerrar subrayemos el principal principio cooperativo, el compromiso con la comunidad: si no hay amor por el pueblo no hay destino y nosotros hacemos esto porque queremos pan para todos”.

—En un momento hablaste sobre el fracaso del modelo productivo, ¿a qué te referías?

—Si bien las capacitaciones y la formación es fundamental, quiero desmitificar el supuesto fracaso del sistema educativo, en Argentina lo que falló es el modelo productivo. Los que tenían que generar empleo lo hicieron con vistas a acumular más dinero y poder y no a mejorar las condiciones laborales. La gente sabe hacer cosas, lo que le faltan son oportunidades. Yo no quiero cerrar el país ni mucho menos, pero te doy un ejemplo: si vos cerrás la importación de autopartes, te aseguro que la gente va a salir a fabricar bujes y así en todas las áreas, se sembrará el trigo acá o abrirán talleres para hacer ropa. Lo que digo es que si en algunos rubros no nos conviene traer de afuera, en Argentina podemos tranquilamente sustituir todos esos productos –enfatizó Testoni en diálogo con Pausa.

Distintas autoridades de la ciudad y la provincia visitaron la nueva unidad productiva en Barranquitas.

Por su parte, el intendente Jatón también hizo uso de la palabra y destacó la importancia de que el Estado acompañe y promueva la apertura de emprendimientos como este: “Vine no a cortar una cinta sino a representar a la Municipalidad de Santa Fe porque nuestra función es gestionar la vida de las personas pero en el medio nos tocó lo que nos tocó a todos los argentinos, heredar gobiernos que no pensaban en la gente, deudas millonarias, ciudades parcializadas y partidas por todos lados que solo miraban un aspecto de la sociedad con políticas dirigidas solamente a aquellos que tienen todos los elementos para desarrollarse. Nosotros llegamos a enfrentar ese proceso y en ese marco es que hoy decimos presente en la inauguración de esta unidad productiva”.

Manos a la masa

Una vez terminado el acto, las autoridades presentes recorrieron las instalaciones, entre ellas que también estuvieron Juan Manuel Pusineri (Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Provincia), Eduardo Massot (Subsecretario de Empleo de la Provincia), Guillermo Tavernier (Director Provincial de Economía Social, Agricultura Familiar y Emprendedorismo) y el secretario general de la Municipalidad de Santa Fe, Mariano Granato.

Durante la visita, trabajadores de la Federación Red Mayo (red cooperativa que Nutriendo Sueños integra) dispensaron bandejas con distintas muestras de la elaboración de la que son capaces: pizzas, empanadas, facturas, pancitos integrales. Al respecto de las minucias del proceso de elaboración, Siro Fabbroni, uno de los maestros panaderos a cargo, contó: “Uno de nuestros objetivos es el de enseñar y demostrar la nobleza de todos los ingredientes posibles, como los distintos tipos de harinas por ejemplo, porque también nos interesa que nuestros productos aporten desde el lado de ser más saludables. Y otra cosa fundamental que queremos inculcar es la de la higiene durante la elaboración. La inocuidad de los alimentos es importantísima”. Siro es uno de los integrantes con más antigüedad, su destino de chef y docente estaba escrito en el recetario de su abuela, a la que recuerda como su primera maestra de la cocina. Vivió en España y volvió y ejerció también el cooperativismo, al que siempre le tuvo especial confianza.

Al lado suyo, repartiendo agua y gaseosa, Gabriela contesta con una sonrisa cada vez que les reconocen lo ricas que están las cosas. Durante la primera etapa de la pandemia Gabriela cuenta que estaba desempleada, que accedió a unas capacitaciones virtuales y ahora, se le nota, está muy entusiasmada de poder empezar a practicar en los hornos profesionales: “A mi cocina pobrecita la estaba fundiendo ya”. Ella es de Barrio Santa Marta recientemente mudada a Recreo: “Llegar acá y tener todo para cocinar es un sueño, vale la pena el viajecito, más si es para trabajar”.

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