"Lxs Máculas" es el primer libro de Agustina Miñones, artista plástica de Santo Tomé, y también el primer título 2022 de Azogue Libros, la editorial paranaense de Lucas Mercado.
Es un libro de una artista que va y viene cómodamente en la narración de una historia que recuerda a los cuentos clásicos infantiles, y que retroalimenta la narración con ilustraciones, todas en blanco y negro. Es una obra plantada en la tierra del juego y la experimentación, algo que Lucas Mercado busca con su trabajo de editor.
Esta obra breve, misteriosa y revitalizante fue escrita en pandemia y terminada y editada fuera de ella. Dice Agustina que, a finales del 2020, si miraba el reloj y encontraba una hora que marcara los mismos minutos que la primera, dejaba de hacer lo que estuviera haciendo para ponerse a dibujar y escribir. Así aparecieron Lxs Máculas, en esa coincidencia del horario repetido y quebrado. En ese gesto de hacer de lo que quiere sujetarse en un número una práctica de arrojo, como deseamos que sea siempre el arte: lo que nos arroja fuera de lo habitual. Así aparecieron estos seres negros de orejas puntudas, desde los bordes de los cuadros, o del sarro que chorrea en las junturas de los azulejos.
Todo puede morir, pero hoy no, parece decirnos Agustina cuando la leemos. Hoy hay tiempo y cansancio, hay sueño y comida, y máculas, lo contrario de limpio y blanco. De la ficción de una pandemia, sale otra ficción, oscura, escurridiza, silenciosa. Nadie se asuste: a correrse y dar lugar y espacio para que estas sombritas mudas, jueguen. De repente están por toda la casa: miran detrás de los frascos, se descuelgan de las perchas. Se escurren desde las alturas, comen sal, frutas y tinta china; tienen mascota, se quedan inmóviles frente a la tele. Ignoran a la narradora y a su madre. Ellas no, las dejan criarse, ahí, a su lado.
Es posible que todo muera, pero no hoy. Las máculas acompañan. No son una sombra en la retina, no son un sueño, tampoco una alucinación pandémica. Son el aliento expelido de nuestras conversaciones, de ésas que no recordamos, o que recordamos en los sueños. Y qué delicia verlas. La imagen que más me gusta de Lxs Máculas son ellas mismas sobre el rescoldo de un fuego, las brasas encendidas y ellas de la manito, sin consumirse, observando entre la luz.
¿Puede acabarse el mundo a la misma hora, con sus mismos minutos en el reloj? ¿Puede una obra plástica ser escrita? ¿Podemos jugar en el bosque mientras el lobo no está? María Agustina Miñones logra una obra universal, del tono de los cuentos clásicos maravillosos, que nombra de modo no santo a sus personajes: Lxs Máculas, las que no son inmaculadas, las mugrientas, las cabecitas negras, incluso, que molestan y se comen todo. Todo eso que observa, juega o se aparece cuando menos lo esperamos.
