Un año después de la recuperación del espacio cultural, vuelve el festival La Mola Dora, con intervenciones artísticas, talleres, feria de emprendedores y editoriales, fanzines, teatro, circo, lecturas y música en vivo.
Un año después de la recuperación del lugar en el que desarrolla sus actividades la Biblioteca Popular La Libre, se llevará a cabo la segunda edición del festival La Mola Dora para renovar la lucha y seguir aportando al sostén del espacio cultural independiente y autogestivo. El mismo tendrá lugar el sábado 7 de octubre desde las 16 hasta las 24 en Chacabuco 1979 y contará con intervenciones artísticas, talleres, feria de emprendedores y editoriales independientes, fanzinoteca, teatro, espectáculos de circo, micrófono abierto para lecturas, música en vivo y otras sorpresas.
"Un año después de haber recuperado nuestra Biblioteca Popular La Libre gracias a la ayuda y el apoyo de la comunidad entera, nos convocamos para reivindicar la necesidad de estos espacios culturales y del trabajo autogestivo en la ciudad de Santa Fe", destacaron desde la Libre, e invitaron "a sostener la lucha a partir de la alegría y el goce de la reunión colectiva". "La cultura popular no se vende, se construye a través de la cooperación, el apoyo mutuo y la autogestión", sintetizaron.
El año pasado, luego de haber sufrido un desalojo ilegal que dejó el espacio vacante durante un mes, La Libre recuperó el inmueble ubicado en Chacabuco 1979 y lo celebró con la primera edición de La Mola Dora, que contó con música, teatro, circo, lecturas y feria. Durante ese mes, La Libre resistió al desalojo con estoico y creatividad, a partir de una asamblea abierta y permanente, la realización de diversas actividades en la calle y el apoyo de referentes de la comunidad cultural, educativa, social y política de la ciudad y de vecines autoconvocades en defensa del espacio.
Me consta que ese edificio tiene un dueño. No entiendo cómo se calificó al desalojo como ilegal, y no entiendo cómo se califica de recuperación del espacio cuando al menos a la distancia, tiene toda la pinta de ser una apropiación ilegal por parte de la asociación cultural.
No estoy en contra de las expresiones culturales, pero sí defiendo el estado de derecho y vulnerarlo aludiendo a la sensibilidad creativa me parece una canallada.
Lamento profundamente que Pausa sea compañero de esta canallada.