César Luis Menotti, técnico de la Selección Argentina campeona en 1978, renovador del fútbol, elegante, noctámbulo y con la palabra justa, falleció este 5 de mayo a los 85 años.

Iba en el auto, prendí la radio para ver informarme de la final de la Copa de la Liga, y escucho que dos periodistas hablaban de Menotti. Inmediatamente sospeché lo peor, me acordé que estaba enfermo, pensé en los tiempos de mierda que estamos viviendo, recordé que fue el primer tipo del fútbol que me llevó a vincular la política y con la pelota, su peronismo y la izquierda, su gusto por el buen fútbol, casi artístico, “lírico” lo llamaron algunos en los setenta, su tango, sus amigos de la bohemia, de la música popular, sus charlas interminables, su voz de cigarrillo y whisky del bueno.

A los tipos de la radio ya no los podía escuchar, intuía que lo malo ya había pasado.

Me acordé cuando no lo convocó a Diego al Mundial 78 y del Diez hablando maravillas del Flaco. De hermosos personajes de la periferia porteña como el gran “Huesito” Houseman. Y me acuerdo de Diego otra vez. Y los tipos de la radio hablan de la Copa de la Liga, de una jugada peligrosa de Vélez, pero en mi cabeza solamente flota el Huracán del 73, un equipo que desgraciadamente nunca vi, pero cuando los memoriosos recitan ese mediocampo y ataque se me hace fútbol el paladar: Brindisi, Russo y Babington; Houseman, Avallay y Larrosa.

Y viajo en el recuerdo, luego del fútbol alegre del Globo llegaría el antes y después para la Selección Argentina. Luego de un pésimo Mundial en 1974 desde la AFA llamaron al entrenador rosarino. El Flaco dijo sí, y ahí cambio la historia para siempre. Nadie le daba pelota al seleccionado argentino, hasta que llegó Menotti. Campeones por primera vez en 1978 y campeones por primera vez con los juveniles en 1979. Se me humedecen los ojos con mis primeros recuerdos en ese televisor blanco y negro de mi abuela. Argentina empezaba a enamorarse de su selección, para hoy, para siempre.

Los tipos de la radio gritan que Estudiantes de la Plata salió campeón, que Eduardo Domínguez volvió a ganar la Copa de la Liga, como ya lo hizo en 2021 con Colón. Pienso en Estudiantes, en el Barba y asocio a ese tipo con su pasado en Huracán, su presente en el club de La Plata y sus palabras generosas a la mística Pincha. En esa mística aparece Bilardo y ahí también está la construcción de un Menotti gigante.

Menottismo – Bilardismo, esa argentinidad futbolera nos llenó horas de discusiones, nos regaló títulos periodísticos para todos los tiempos. Una vez en la revista El Gráfico apareció esta pregunta: ¿Prefiere espectáculo o resultados? La respuesta de Menotti desbordó de argumentos: “¡El espectáculo! Simplemente porque quien da buenos espectáculos juega bien. Y quien juega bien casi siempre gana”.
Hace unos años atrás el Flaco mostró de qué estaba hecho, en una entrevista a los colegas de Cadena 3 Santa Fe les dijo: "Lo mejor del mundo para Bilardo y su familia. Él es fuerte. Es un luchador. Que se recupere así seguimos peleando".

En ese lugar que solemos definir “más allá del bien y del mal”, un día el “Chiqui” Tapia lo convocó para ser el Director de Selecciones Nacionales, y el tipo no dudó en aconsejar a Lionel Scaloni, un DT que sintetiza lo mejor del Bilardismo y la esencia del Menottismo. "Si damos un paso para atrás podemos aspirar a la gloria", decía Menotti por aquel entonces, defendiendo a un cuerpo técnico de "chicos jóvenes, con ganas de trabajar en serio, no vender humo, llenos de proyectos e ideas". El resto es historia conocida: campeones de América, intercontinentales y del mundo.

Sí, los tipos de la radio hablaban de la muerte del “Flaco” César Luis Menotti (85). Tenía que ser un domingo a la tarde y en el medio de una final de su amado fútbol argentino.

Dejar respuesta

Por favor, ¡ingresa tu comentario!
Por favor, ingresa tu nombre aquí