Tras un intercambio propagandístico con el objetivo de fortalecer la imagen presidencial en el marco del criptogate, la señal TN subió a su canal de YouTube una versión sin editar en la que se ve cómo el asesor presidencial Santiago Caputo le da órdenes a su patiño, Joni Viale.
El aperitivo fue una entrevista plagada de contradicciones, omisiones y mentiras. El final fue un "error" en redes sociales, que sólo puede ser catalogado como una cama que empezó a tenderse con un desliz periodístico en La Nación y un estiletazo profundo de una de las plumas más orgánicas de Clarín. Tras un fin de semana de furia y en un contrataque impiadoso, al presidente Javier Milei lo están acorralando sus propios aliados.
El intercambio fue previsible. Joni Viale cumplió su rol de propagandista y tiro todo los centros que le correspondía. La práctica es habitual y conocida. En ese ambiente controlado y amigable, Milei dio explicaciones incurriendo en un set impresionante de falsedades (que no fueron repreguntadas). Para destacar:
• "La verdad es que nosotros estamos muy comprometidos con impulsar la tecnología, la inteligencia artificial, todo ese tipo de cuestiones de la vanguardia tecnológica, y me parece que era una herramienta interesante, justamente, para que se puedan financiar estas personas que, si no, de otra manera no podrían acceder a financiamiento".
Pese a que luego, en su descargo, Milei dijo no haber estado interiorizado en el proyecto, aquí sugiere que sí. Sin embargo, lo describe como lo hizo en su tuit de difusión original –financiamiento para empresas pyme–, pese a que siempre fue un activo financiero volátil. Esa es la mentira principal e inicial de todo el criptogate: se invitó a invertir en una cosa, pero en realidad era otra.
• "Cuando se hace público esta situación de lo que aparece el proyecto de Libra, bueno, obviamente ¿yo qué hago? le doy difusión. Porque justamente para que aquellos que necesitan aplicar el financiamiento lo puedan hacer y justamente el tuit está planteado en ese formato, ¿no? O sea, en un formato donde yo explico esto y difundiendo que esto es para fondear a los argentinos que hacen proyectos y que no tienen acceso a financiamiento".
Esta es la segunda mentira, se dice inmediatamente. Milei tuitea tres minutos después de aparecida $LIBRA y fija el tuit. Se trata de una acción planificada, necesaria y eficaz. El tuit es el único canal por el que se da a conocer masivamente esa shitcoin (moneda de mierda) y sin ese tuit no funciona la estafa, que consiste en atraer inversores para después despojarlos. viale
• "Lo primero que hay que entender es que ahí había muchísimos bots, con lo cual no son 44.000 personas de ninguna manera. En el mejor de los casos se trata de 5 mil personas".
Como se trata de activos digitales, los cantidad de estafados puede precisarse de modo relativamente transparente. Según la cuenta especializada The Solana Post, la cantidad de estafados fue de 74.698 traders, que perdieron una suma de 286 millones de dólares. De esa cantidad de traders, 71.369 fueron personas que pusieron 10 mil dólares o menos. Auténticos criptobros ilusionados por el tuit del Milei.
• "Entonces, ojo, que ninguno de los que estaban ahí ignoraba lo que estaba pasando. O sea, todos eran conscientes de lo que estaba sucediendo. No solo eso. Porque la realidad es que, si vos vas al casino y perdés plata, ¿cuál es el reclamo? Si vos sabías que tenía esas características". viale
Aquí, Milei incurre en una contradicción directa con lo que afirmó antes: ¿no se trataba de de una herramienta para fondear inversiones? ¿Le está dando al razón a CFK cuando le dice "Convertiste a la Argentina en un casino donde el crupier es el mismísimo Presidente"? De más está repetir: el tuit presidencial vendía otra cosa.
• "Aquellos que participaron en ello no solo lo hicieron voluntariamente, es un problema entre privados, porque acá el Estado no juega ningún rol, que eso quede claro. Y, además, lo hicieron voluntariamente".
El centro de la defensa de Milei cierra en este último punto, que también es falso. El Estado jugó un rol en esta estafa no sólo porque Javier Milei es presidente, sino porque la operatoria se disparó desde una cuenta de Twitter con verificación gubernamental.
Y nos fuimos a la cama
El hecho periodístico ya era vergonzoso por sí mismo, pero escaló. A poco de publicada la entrevista, el periodista Ari Lijalad halló que en su versión de YouTube había una pequeña gran diferencia: mostraban cómo el asesor presidencial Santiago Caputo interrumpía el diálogo y sometía al periodista Joni Viale a sus deseos.
1.
Así le dan órdenes a @JonatanVialeNunca vi algo como esto.
Frena la conversación porque le dicen que puede complicar judicialmente a @JMilei . Eso es encubrimiento.Y queda todo grabado.
Vean hasta el final.Así manejan a sus comunicadores institucionales. Dejen de… pic.twitter.com/LFFE0Ubkp2
— ari lijalad (@arilijalad) February 18, 2025
El desliz de TN en su YouTube fue antecedido por otro peculiar desliz en la versión web de La Nación, en la que se trataba como "expresidente" a Milei, en la bajada de un título. También, durante el fin de semana, el periodista Marcelo Bonelli fue el primero en señalar que el enlace entre el gobierno y los criptoestafadores fue la única figura del gabinete que sólo Javier puede tocar: Karina. Todas las miguitas apuntan al mismo killer.