El G7 se reúne en medio de las tensiones en Medio Oriente

Los líderes de las grandes potencias se reúnen en Canadá bajo la sombra del conflicto en Medio Oriente, las tensiones comerciales de Trump y las discusiones por el apoyo a Ucrania.

Los líderes de las principales potencias económicas, nucleadas en el G7, se reúnen en las Montañas Rocosas canadienses en medio de un contexto geopolítico más inestable que de costumbre, debilitado tanto por el recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente como por la guerra comercial que enfrenta el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La escalada de violencia, con nuevos ataques de Israel hacia Irán y represalias de Teherán, sorprendió a muchos mandatarios y aumentó el nerviosismo en el orden internacional. Según un alto funcionario estadounidense, Trump vetó en los últimos días un plan de Israel para eliminar al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, demostrando así el límite de sus posiciones más combativas.

El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, afirmó que discutió medidas para rebajar las tensiones tanto con Trump como con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y con otros jefes de Estado. Por eso, el anfitrión de esta cumbre, el primer ministro canadiense, Mark Carney, decidió romper con la tradición de emitir un comunicado conjunto al finalizar el encuentro.

En tanto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, enfatizó que el bloque se comprometió a reforzar el apoyo a Ucrania, en el marco de las discusiones que mantienen los miembros del G7 en Kananaskis. “Para lograr la paz a partir de la fuerza, necesitamos presionar más a Rusia para que termine el fuego, llevarla a la mesa de negociaciones y así dar fin a esta guerra”, afirmó en una rueda de prensa antes de las deliberaciones.

“Esta cumbre estará definida tanto por la geoeconomía como por la geopolítica —agregó Von der Leyen—. Necesitamos un diálogo franco, que nos permita restablecer un marco de estabilidad y previsibilidad en el orden internacional. Ese es el principal objetivo.”

Trump, sin embargo, sigue apareciendo como el elemento más disruptivo de la cumbre. Sus amenazas de considerar a Canadá como el estado número 51 de la Unión o de intentar apoderarse de Groenlandia muestran que el encuentro estará lejos de ser monolítico. Por eso el presidente francés, Emmanuel Macron, antes de aterrizar en Canadá, hizo escala en Groenlandia para dejar en claro que “Groenlandia no se vende ni se apropia de ella”.

Dado que muchos mandatarios intentarán influir en Trump para que dé marcha atrás en nuevos aranceles, el G7 corre el riesgo de quedar resumido en una serie de encuentros bilaterales más que en un bloque de unidad. Entre los invitados que no están directamente involucrados en el G7, pero que estarán presentes en esta cumbre, están los jefes de Estado de India, Ucrania, Brasil, Sudáfrica, Corea del Sur, Australia, México y Emiratos Árabes Unidos.

El presidente ucraniano Volodímir Zelenski también asistirá y se espera que se reúna con Trump, apenas unos meses después de aquel difícil encuentro en el Despacho Oval que expuso los riesgos de un cara a cara con el mandatario estadounidense.

Starmer, por su parte, se entrevistó con Carney en Ottawa antes de la cumbre, en el marco de la primera visita de un primer ministro británico a Canadá en ocho años, con el propósito de abordar tanto cuestiones de seguridad como de comercio.

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