El informe advierte que el descenso de la natalidad es una tendencia global y que millones de familias no pueden tener tantos hijos como desearían por falta de apoyo y recursos.
Naciones Unidas encendió las alarmas frente a un fenómeno que atraviesa tanto a los países ricos como a los más pobres: el descenso de la tasa de natalidad. Según un nuevo informe del Fondo de Población de la ONU (UNFPA), millones de parejas están teniendo menos hijos de los que desearían debido, principalmente, a los altos gastos de crianza, a la falta de una red de apoyo y a las escasas facilidades para combinar el trabajo con el rol de padres.
Este análisis, realizado en 14 países que incluyen a Alemania, India, Brasil, México, Tailandia y Sudáfrica —el cual representa a un tercio de la población mundial— revela que el 39% de las familias no tiene más hijos por limitaciones económicas. La tasa más alta se registró en Corea del Sur (58%) y la más baja en Suecia (19%)
Este fenómeno es inédito, según el UNFPA, que por primera vez pone el énfasis en el descenso de nacimientos a escala global. “El mundo atraviesa una caída sin precedentes en sus tasa de natalidad”, afirmó la doctora Natalia Kanem, directora del organismo. “En general, las familias quisieran tener dos o más hijos, pero muchos sienten que eso es inviable. Ese es el núcleo de esta crisis”, advirtió.
En el estudio, el 12% de los encuestados citó directamente problemas de infertilidad, un número que fue más alto en Tailandia (19%) y en Estados Unidos (16%). La falta de apoyo, el escaso tiempo, las largas jornadas laborales y el cansancio muestran que el fenómeno va más lejos que lo económico. Según el profesor Stuart Gietel-Basten, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, “esta es la primera vez que la ONU pone el énfasis en el descenso de la tasa de natalidad”, considerando tanto sus consecuencias sociales como el auge de mensajes alarmistas que podrían llevar a implementar medidas conservadoras o restrictivas hacia los migrantes.
“En lugar de dejar que el pánico guíe las respuestas, necesitamos buscar soluciones más eficientes, que combinen apoyo económico, redes de contención y medidas laborales más flexibles”, enfatizó Gietel-Basten.
Este fenómeno deja en evidencia que el descenso de nacimientos tiene una raíz multidimensional. La falta de tiempo fue otro de los principales problemas citados por las familias, como el de Namrata, una madre de Mumbai que trabaja en el sector farmacéutico y que junto a su marido enfrenta una difícil disyuntiva: tener o no un nuevo hijo. “Al final, decidimos concentrarnos en uno”, afirmó, mientras relataba que el cansancio, el estrés y el escaso apoyo dificultan ampliar la familia.