El nuevo espacio estará destinado a personas mayores que buscan finalizar sus estudios primarios, y se suma a la amplia oferta cultural y educativa de la institución de Alto Verde.
Más que un club, Arroyito Seco es una verdadera institución social, cultural y deportiva con sede en el corazón de Alto Verde, en la que se desarrollan un sinfín de actividades, entre las que se cuentan talleres de serigrafía, peluquería, carpintería, herrería, arte, fútbol y natación, entre otros. El área de educación incluye propuestas para todas las edades: bachillerato de educación popular para jóvenes, talleres de lectoescritura y apoyo escolar para infancias y un aula radial para que adultos mayores puedan finalizar sus estudios, que hoy cuenta con un nuevo espacio físico.
Surgida como consecuencia de la falta de cupos en las escuelas nocturnas y del interés de las y los vecinos del barrio por concluir sus estudios, el aula funcionó primero en el mismo lugar en el que funcionaba el bachillerato, y ahora cuenta con un espacio propio construido a pulmón, "con pedacitos de obras que nos habían quedado", según relata Carolina Aquino, presidenta de Arroyito Seco.
10 adultos mayores que antes asistían a la escuela N° 533 Victoriano Montes participan hoy del espacio, gracias a un convenio con el Ministerio de Educación renovado recientemente. Al principio fueron dos clases por semana, y ahora se dictan de lunes a viernes de 14 a 17.
"Lo que nosotros vimos eran muchas mamás en el comedor que no sabían cómo usar una tarjeta, leer o contar la plata", cuenta Aquino: "Ahí empezamos a hacer algo de alfabetización para ellas, pero no tenían educación primaria tampoco. Nos enteramos de esto de la escuela nº 533 y fuimos tejiendo redes".
—Todos tenemos derecho a la educación, pero acá el Estado no hace un seguimiento del barrio y de lo que las personas necesitan. Nosotros trabajando en el día a día del territorio nos dimos cuenta de la demanda que había en cuanto a educación. Los chicos que vienen al taller dicen "ahora para trabajar de albañil necesitamos terminar el secundario". O hay mamás que dicen "yo quiero entender porque no sé cómo explicarle a mi hijo”.
—¿Cómo se explica la deserción escolar de estas personas?
—Generalmente en los barrios tenés que salir a trabajar desde muy chico y no terminás de estudiar. Eso en estas personas adultas. En los chicos tiene más que ver con el consumo, que es cada vez peor. En Arroyito tenemos un convenio con la Secretaría de Niñez para dar talleres y otro con la Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones donde trabajamos consumos problemáticos de sustancias. Acá en el centro de salud tenemos un psicólogo para toda la zona costera, que trabaja acá, en La Vuelta del Paraguayo, y no sé si en El Pozo: es imposible conseguir turno. Desde el Estado no hay respuesta.
—¿Las personas van egresando?
—Sí, no podemos inscribir más gente, tienen que terminar esos 10 para volver a tomar un poco. Son adultos mayores que tienen la vida hecha y quieren aprender. También implementamos un taller de computación para que los adultos mayores puedan hacer trámites, bajar la cartilla de medicación del PAMI, sacar turnos, etc. Los mismos compañeros van sumando a través del boca en boca, y están en contacto con la maestra todo el tiempo. Están contentos de tener su propio espacio, lo decoraron ellos.
—¿De qué trabajan?
—Una es jubilada, otro es sereno, otra persona trabaja en la economía popular, y después es gente del barrio que hace changas. En el comedor cuando empezamos eran 150 personas: ahora damos más de 500 porciones todos los días.
—¿Y cómo hacen para sostener tanto trabajo en un contexto tan difícil?
—Con las compañeras nos sostenemos una a otra y vemos qué necesita el barrio y qué nos gustaría tener que no tuvimos. Eso nos da la fuerza para seguir adelante.
"Resolver situaciones que a ellos los interpelan"
Mariela Tenutta es docente de la Escuela nº 2505 Hernandarias y hace casi un año es educadora en el aula radial de Arroyito Seco. Su tarea pedagógica no se agota adentro del aula, e incluye visitas y llamados telefónicos periódicos para incentivar el regreso de los alumnos que se fueron por diferentes motivos.
—Trabajamos mucho con proyectos que atienden a las necesidades de los estudiantes, y tienden a poder resolver situaciones que a ellos los interpelan. Por ejemplo, estamos trabajando mucho en la matemática, porque hay modistas o peluqueros, lo cual demanda mucha resolución de situaciones problemáticas que tienen que ver con la matemática. En lengua estamos realizando un trabajo muy sistematizado de alfabetización, y también o los textos expositivos. En ciencias naturales estamos trabajando la concientización y el cuidado del medio ambiente, y en ciencias sociales la formación de ciudadanos críticos y responsables. Estamos trabajando mucho contenidos que tienen que ver con Santa Fe y con Alto Verde.
—¿Cómo ha sido la recepción del barrio?
—La recepción que tuve del barrio fue excelente. El barrio me ha brindado seguridad a partir del cariño que recibo de ellos, porque me cuidan, cuidan mis cosas, con los vecinos se establece un diálogo, un vínculo. Estoy muy contenta con el barrio, me he sentido muy bien recibida. Creo que es necesario el asfalto, porque es muy difícil llegar cuando llueve, y la limpieza por parte de la Municipalidad. También mejorar el alumbrado.
—¿Cómo ves la situación del barrio ahora? ¿Cuáles son las principales problemáticas?
—Las principales problemáticas que veo son la gran necesidad de alfabetizarse y de tener acceso a los contenidos para construir conocimientos significativos. Muchas mujeres se encuentran con la barrera de que tienen que atender a sus niños y eso no les permite poder inscribirse en la educación para adultos. El personal de Arroyito me ha recibido muy bien, han trabajado muchísimo para que el salón que hoy ocupamos esté en condiciones. Yo he visto cómo han levantado las paredes y con mucho esfuerzo, mucha dedicación y mucho cariño han llegado a construir dos aulas hermosas. Se nota que hay un clima muy familiar, pero de una gestión seria y muy responsable.