El fin de semana pasado, la ciudad tuvo dos propuestas aparentemente diferentes, pero con un eje en común: las mujeres como protagonistas. Los orígenes, las casualidades, la estética y su lugar en la cultura local.
Por Victoria Gómez Walter.
El sábado 6 de septiembre, la banda santafesina Lixir de Rosas fue la anfitriona de un evento de grilla compartida con su coterránea Cherry Wine y con la banda porteña Todas las anteriores.
Lixir de Rosas nació hace poco más de un año a partir del deseo de dos amigas de formar una banda de mujeres. Con el correr del 2024 se sumaron al proyecto la bajista y la baterista y comenzaron a realizar sus primeros ensayos. Los géneros en los que incursionan son, fundamentalmente, punk rock melódico y post punk.
La vestimenta y la decoración en las presentaciones de Lixir de Rosas están vinculadas a un juego del grupo con conceptos como lo romántico, lo melancólico y lo gótico. Al respecto, Delfina, vocalista principal y guitarrista, dijo: “Queremos que la estética refleje también lo que queremos contar en nuestras canciones”.
Nada de cupo femenino: mujeres organizadas
El evento en el Centro Cultural Demos no tuvo como intención premeditada ser un encuentro de bandas integradas mayormente por mujeres. Surgió por el descubrimiento mutuo en la escena nacional —Delfina vio una presentación de Todas las anteriores a principios de año, en Buenos Aires, y a partir de ello planearon la fecha en Santa Fe—; y por la afinidad y la sintonía entre las bandas, invitaron a Cherry Wine para sumarse en esta fecha.
Pese a la discriminación positiva —quizás el eje central de esta nota— , estas bandas de mujeres irrumpen sin pedir permiso, propician y dan lugar a este tipo de reuniones con otras bandas femeninas porque sí, forman lazos por azar o por admiración compartida. Son una generación interpelada en su temprana juventud por los años convulsos de lucha feminista y, en la actualidad, se mueven en un contexto de sociabilización en que la escena under está notablemente más equitativa, en palabras de Delfina: “Creo que se avanzó un montón. Hoy en día estamos re unidos tanto mujeres como varones en un montón de espacios, aunque siga habiendo diferencias en un montón de cosas y en el arte en general”.
La próxima fecha de Lixir de Rosas —previa a que la banda se dedique de lleno a la grabación de su primer EP— será en Santoto Rock, un evento gratuito en la costanera de Santo Tomé, el sábado 18 de octubre.
Jazz femenino y litoraleño
La tarde-noche del domingo 7 de septiembre, Swing Sisters se presentó en la Casa de la Cultura, en el marco del ciclo de música “Bajo la escalera”. Se trata de la primera agrupación femenina de jazz en la región. La característica regional no es una añadidura, dado que algunas de sus integrantes son de Santa Fe y otras de Paraná.
Lo que empezó como un encuentro casual para una presentación en particular -algo que es moneda corriente en el ambiente del jazz-, con la creación de un cuarteto instrumental de mujeres a finales de año pasado, a partir de una propuesta de La Brava —productora que organiza ciclos de jazz en los bares de Santa Fe—, hoy es una banda con ganas de establecerse en el circuito musical regional.
Camila, saxofonista e integrante del grupo, explicó: “Era algo que nos movilizaba y que lo necesitábamos, de alguna manera. En realidad, no fue azaroso porque la idea de Pepi — Julio “Pepi” Dallo, docente y organizador de los ciclos— era armar un cuarteto de mujeres. Lo que nos permitió seguir fue la necesidad de sostenerlo”.
La escena jazzística del Litoral se encuentra activa entre las dos capitales. La mayoría de las integrantes de Swing Sisters se conocieron en el Santa Fe Jazz Campus —proyecto de formación devenido en una carrera dentro de la oferta académica del Liceo Municipal—. Al respecto, Camila comentó: “Es una formación exclusiva en jazz y es la segunda en el país en darse de manera gratuita, porque la otra está en el Falla (Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla en Buenos Aires). Después hay otras academias privadas que si no las podés pagar, te quedás afuera”.
El lugar de las mujeres
El origen de Swing Sisters estuvo vinculado a la formación y el estudio del estilo, además de la coincidencia en eventos, congresos y festivales. En relación con este encuentro, en el campus las mujeres son cada vez más. “El rol de las mujeres estuvo fundamentalmente asignado —que pasa mucho en la música en general— al de vocalistas, de cantantes, y hay pocas instrumentistas en relación con esa proporción”, aclara Camila. “Pero, a la vez, es algo que de a poco se va revirtiendo y las mujeres instrumentistas están apareciendo cada vez más”.
Sobre la fecha del domingo 8 en la Casa de la Cultura, Camila reflexionó: “Creemos que estas convocatorias son imprescindibles. La autogestión siempre es una opción y siempre es una necesidad, pero tiene sus grandes limitaciones y su gran esfuerzo, ¿no? Sobre todo en el contexto actual donde a veces es difícil poder cobrar una entrada que reconozca, de alguna manera, todo el esfuerzo que implica en ese tipo de movidas. Y sino queda esto, la de los bares, la de los espacios privados. Entonces, el Estado tiene un papel fundamental para que este tipo y otros proyectos puedan sostenerse”.
Sin embargo, hace dos años que el programa de Santa Fe Jazz Campus no recibe financiamiento municipal para el pago de los sueldos docentes, algo con lo que en sus primeros años sí contaba. “Tuvimos una asamblea a principios del año pasado y decidimos sostenerlo entre los estudiantes con una cuota que es simbólica. De alguna manera, aunque sabemos que no es lo que corresponde, poder devolverles algo de todo lo que los docentes están dando cada sábado”.
Sobre los proyectos venideros para Swing Sisters, Camila explica que les encantaría en algún momento entrar a un estudio que define como “un trabajo superquirúrgico” con composiciones propias o, en su defecto, generar buenas versiones con arreglos que puedan ser registradas. Por el momento, están enfocadas en las presentaciones en vivo. Su próxima fecha será el sábado 18 de octubre en el Mercado Progreso.
