El Jardín Botánico se consolida como espacio de educación ambiental

Jardín Botánico

El Jardín Botánico se ha convertido en un aula verde. Durante 2025, recibió a más de 3200 niños con sus docentes, de unas 50 escuelas de distintos barrios de la ciudad. Allí pasean y reciben formación en reconocimiento de la flora nativa, actividades de vivero e intercambio en la huerta.

El Jardín Botánico Municipal “Ing. Lorenzo Parodi” se consolida como un espacio fundamental para la educación ambiental en la ciudad. En lo que va del año, más de 3200 personas visitaron sus instalaciones, incluyendo alumnos y docentes de más de 50 instituciones educativas de todos los niveles y de distintos barrios de la ciudad. En muchos casos, estas visitas forman parte de la propuesta del Munibus; y en otros, es una opción que organizan y llevan a cabo las propias escuelas.

Las visitas guiadas se convirtieron en una herramienta clave para fomentar la conciencia ecológica y ambiental, ofreciendo recorridos flexibles y adaptados a las necesidades de cada grupo escolar. A cada paso se puede apreciar y conocer parte de la flora que posee este jardín que abarca alrededor de 14 hectáreas y que alberga más de 660 especies de árboles, arbustos, plantas y flores. Se encuentra en la avenida Gorriti al 3900; y además de ser un espacio de esparcimiento y aprendizaje, también funciona como vivero porque aquí se producen las plantas destinadas a la forestación de la ciudad.

Mariana Núñez, una de las guía del Jardín Botánico, explicó que la prioridad es la educación a favor del ambiente. “Tenemos un objetivo claro: promover la educación ambiental. Nuestros recorridos son muy flexibles y se organizan según lo que piden los docentes, tocando temas específicos como fotosíntesis, plantas nativas o leyendas que los elementos del lugar nos pueden proveer”, comentó.

El recorrido estándar se enfoca en las estrategias de la vegetación, las utilidades y los beneficios de los árboles, buscando datos claves para generar un vínculo con los visitantes, especialmente los más pequeños. “Buscamos historias que los ayuden a engancharse, apelando mucho a los sentidos para que disfruten el contacto con la naturaleza. Por eso cuando llegamos al vivero o la huerta ellos interactúan con la tierra y las plantas”, agregó.

Aprender en el Jardín Botánico

Las escuelas, desde nivel inicial hasta secundario, visitan el Botánico todos los días. Un momento central del paseo es la actividad práctica en el vivero y la huerta. “Los alumnos tienen la oportunidad de trabajar la tierra, sembrar, hacer esquejes y aprender sobre las estrategias que se utilizan para tener una huerta ecológica, incluyendo el proceso de compost”, detalló Mariana Núñez.

Si son muchos los alumnos se divide en dos el grupo con una guía cada uno, pero todos hacen el mismo recorrido. Una vez terminado el paseo, la escuela puede quedarse a hacer un picnic o alguna actividad que traigan; o el Botánico les provee algunas actividades como pintar, juegos como el memotest, y para los más grandes memotest digital o preguntas y respuestas. También hay un terrario para que puedan observar los insectos.

Es importante mencionar que todo lo que se produce en el vivero contribuye directamente al arbolado urbano de la ciudad, principalmente con especies nativas, reforzando el carácter público y funcional del espacio. Los niños juntan hojas, frutos e interactúan con las hierbas aromáticas o las verduras y vegetales de la huerta. También juegan y aprenden con la tierra.

Para los más chiquitos

Pensando en los más pequeños que no tienen permitidas tantas salidas, desde este gran espacio verde se implementó desde el año pasado el proyecto “El Botánico va a tu Jardín”. Esta iniciativa lleva frutos, flores, hojas, un terrario y juegos a los jardines de infantes, explicando el proceso de crecimiento de las plantas.

“De esta manera, les llevamos la idea del Jardín Botánico para que, en años posteriores, puedan disfrutar en su totalidad este lugar que para nosotros es nuestra aula verde”, concluyó la guía Mariana Núñez quien comparte esta tarea junto a Alexis Bessone, que cuando los grupos son numerosos se dividen en dos para que la experiencia sea más productiva.

Antes de cerrar, la guía dijo: “El Jardín Botánico es un lugar precioso y trabajo hace casi 20 años acá y lo disfruto un montón. Me encanta que los chicos estén en contacto con la naturaleza. Tratamos que las visitas no sean tan teóricas sino que buscamos datos claves que los ayuden a entender mejor el paisaje donde están sumergidos”, dijo.

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