Un repaso por los shows en Santa Fe, de Mora Godoy a Miranda!

Entre Santa Fe y Paraná, Tecnópolis Federal recibió a alrededor de un millón y medio de personas de  distintos puntos de las dos provincias. “El evento más grande e importante de la historia de la ciudad de Santa Fe”, definió el intendente José Corral. Sin dudas que ese número fue engrosado bastante a partir de lo que pasó en los escenarios (hasta hubo algún colgado que preguntó “¿y hay algo más en Tecnópolis que los recitales?”), más allá de que el interés por la ciencia y la tecnología también es popular.

El viernes 8, día del estreno de la feria en sus dos sedes, la platense Mora Godoy le hizo honor al título de su espectáculo Bailando el tango Remix. Esta bailarina egresó del Instituto Superior de Arte del Colón, actuó exclusivamente para los Rolling, bailó con Barack Obama y tiene un récord Guiness de baile en altura (sesenta metros arriba, al lado del Obelisco). Con todo eso, no alcanzó a convocar a un público a la altura, lamentablemente. Las grillas se anunciaron con poquísima anticipación (no mucho más un día), algo que seguro que no ayudó a la convocatoria.

El segundo día terminó con Victorina Sanada, Santa Fe Ska, 12 monos y Los Auténticos Decadentes, que llenaron y gustaron. Más de 20 hits en cadena (empezaron con “Cómo me voy a olvidar”, prácticamente inhumano no reaccionar) no podían no tener ese resultado. Ese sábado el rectángulo de tierra pálida y firme estuvo lleno (20 mil personas, por lo menos) de cabecitas bailando y saltando en el campo dibujado por hileras de galpones a los costados y el escenario grandísimo dominando el frente, con la audiencia de espaldas al Bulevar.

La entrada era un portal partido al medio por las vallas: en un sentido entran, en otro salen. Salen a buscar porrón, porque adentro no se vendía alcohol, sólo gaseosa y agua, choripanes, hamburguesas, sanguches de vacío, alfajores Grandote, pochoclo, helado, cafetería. Había dos ambulancias, una pileta de chapa azul con tres canillas de plástico blanco puestas por Aguas Santafesinas, policías con ropa oscura, una fila de baños químicos verde musgo.

El domingo 10 a la tarde, Patricia Sosa y el Ballet Folklórico Yapeyú protagonizaron el musical histórico El Libertador, ante unas cien personas. Con ese repaso por la vida de José de San Martín terminó el primer fin de semana, franja semanal que lamentablemente no fue más extensa, pues agregar bandas y días era una buena alternativa como para hacer circular a más artistas, locales sobre todo. El sonido fue verdaderamente un lujo al que la mayoría de los músicos no puede acceder nunca.

El viernes 15, Fede Teiler que bajó a hacer un solo entre el público, Yodi Godoy (ex Vox Dei) que tocó La Biblia y David Lebón, una de las voces del rock argentino, hicieron recitales impresionantes. Más o menos unos 500 estuvieron ahí para el bailecito con “Encuentro con el diablo” y la emoción del cierre con “Seminare”. La dosis de Serú Giran dejó el mejor de los sabores, aunque nos faltó algo de Pescado Rabioso. Para la noche siguiente, Itatí Barrionuevo, Efraín Colombo, Claudio Ghisio Cuarteto y César Isella cantaron “en familia”, dijo el propio folklorista, bromeando un poco con el panorama.

Para el frío, muy frío, domingo del Día del Padre, otro de los platos fuertes: estampitas de nuestra cultura, Sergio Torres y Los Palmeras hicieron que el predio se volviera a llenar con miles de personas. La helada de ese día no pudo con la cumbia, fenómeno al que la palabra “música” le queda corta si se lo mira con anteojos santafesinos. Para este, como para el penúltimo día, se agregaron al ingreso controles policiales sobre las pertenencias de los que entraban, seguramente con la explicación de asegurar el ambiente familiar de los espectáculos. Antes del cartel electrónico de tránsito, en la esquina de Vélez Sarsfield y Bulevar habían llegado unas familias a instalar carribares. Las parrillas no daban más, el humo con olorcito a grasa soplaba desde el sur, cruzaba la calle y se agrandaba andando por el estacionamiento de motos, entre los inspectores de tránsito con chaleco amarillo y un trapito de unos 15 años en muletas.

Claudio Ghisio Cuarteto repitió el lunes 19, en la previa de Tupa y Antonio Tarragó Ros, que antes de tocar habló de su admiración por los trabajos de Juan Arancio. El martes, Tarragó Ros repitió en la sede Paraná, mientras que en Santa Fe estuvieron Marcela Morelo y Soledad Pastorutti, cantantes que también pudieron ver el lugar lleno. El drone blanco que volaba por ahí pudo tomar buenas imágenes y las luces desde las parrillas flotantes salieron a jugar por encima de las cabezas del público.

El último fin de semana empezó con Los Cohibas aprovechando al máximo las bondades del sonido que llegaba potente hasta los edificios de Candioti y más allá. OnOff y Kapanga terminaron con la noche de viernes, mientras muchos de sus simpatizantes tuvieron que armar los tragos de la valla para afuera. Otros sí se dieron maña para entrar un aperitivo.

Fuera de peligro, Citrónico, La Gran 7 tocaron el último día, sábado 24, y desde Cipoletti el grupo Elevé trajo su espectáculo de danza aérea. Al final, Miranda! usó por última vez el escenario a capacidad casi completa de nuevo. Más allá de la cantidad de la convocatoria, que siempre depende de cuestiones incontrolables como las climáticas, los días de propuestas artísticas en el escenario de Tecnópolis Federal fueron una oportunidad buenísima para las bandas de la región que pudieron  actuar con artistas históricos, con toda la infraestructura que el Estado puede ofrecer y sin tener que pagar un peso, cosa que parece lógica, pero que no pasa seguido.

 

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