Indiferencia estatal



EDICION ESPECIAL ANUARIO 2013

Ese es el principal mal que aqueja a dos agonizantes Monumentos Históricos de la Provincia: la Casa de la Cultura y el Museo Ferroviario. En el primer caso, la ignorancia de los gobiernos sobre el verdadero significado del patrimonio cultural frena la restauración. La Casa lleva 20 años esperando su recuperación porque no permite un uso popular. Como no se sabe para qué servirá, no se la arregla. El Patrimonio tiene valor en sí mismo, y cobra sentido cuando hay apropiación a través del uso, pero el Estado y su ejecutor (el gobierno) no lo están comprendiendo. Por el mismo motivo, el Museo Ferroviario se está viniendo abajo. Con un agregado: la desidia de la Nación, ya que el inmueble pertenece a la Administración de Inmuebles Ferroviarios. Hoy, el deterioro de las instalaciones es crítico y pocas son las respuestas de la Provincia y el Municipio ante los pedidos de auxilio. O lo que es peor: en 2012, la ministra de Innovación y Cultura María de los Ángeles González se comprometió a bregar por el Museo, pero en 2013 se desentendió completamente. Y así yace, entonces, nuestro pasado de trenes, con sus archivos reducidos en un 30% por las humedades y su futuro hipotecado en un enorme porcentaje por la indolencia de nuestros representantes.

Publicada en Pausa #128, miércoles 18 de diciembre de 2013
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