Liguilla, la palabra del momento

Los clásicos dejaron una buena marca en el plantel sabalero, mientras que Unión decayó.

Finalizado el torneo de los 30, Unión y Colón se metieron en la disputa por la Copa Sudamericana.

El novedoso torneo de 30 equipos de Primera División llegó a su fin. Hay campeón (Boca), hay descendidos (Crucero del Norte y Nueva Chicago) y están todos los clasificados a las liguillas pre Copa Libertadores y pre Copa Sudamericana. En el grupo de los 12 que buscan un lugar en la Sudamericana están Unión y Colón, en ese orden, ya que los tatengues terminaron mejores ubicados que los sabaleros.

Ahora llega el tiempo de las definiciones en ambas liguillas y de las primeras evaluaciones de las comisiones directivas para hacer frente al próximo año. Tiempo de darle más confianza a los técnicos o darle la mano del adios, de renovar contratos, de reducir los planteles pensando en los ajustes económicos, de elegir nuevos jugadores en el mercado, de subir al plantel profesional esas jóvenes promesas de las inferiores. Y lo más importante, es tiempo de elecciones, el 22 de noviembre se decide la presidencia de nuestro país y el 3 de diciembre la de la AFA. Fútbol y política, una vez más tan cerca como enredados.

Tiempo sabalero

En esto de abrazar la palabra tiempo, en Colón también se acerca el tiempo electoral. Los socios sabaleros que cumplan con los requisitos que se ajustan al estatuto del club podrán sufragar el próximo 20 de diciembre. De esta manera, los candidatos tendrán poco más de un mes para cautivar el voto necesario para reemplazar a Víctor Godano.

La llegada a las elecciones se da en un clima menos conflictivo de lo esperado. De la angustia de mirar la tabla del descenso, de salir a jugar con el apremio de ganar para que Chicago no siga descontando puntos, a la presión de sumar de a tres para clasificar a la Liguilla pre Sudamericana sin depender de ningún resultado. Así fue como Colón clavó tres victorias al hilo, su fútbol se llenó de pases cortos y además apareció una dosis de buena fortuna –los resultados de la últimas dos fechas le jugaron a favor–. Los nubarrones se corrieron y por primera vez en el año el Sabalero vive su veranito. La directiva que está en retirada se va con la cabeza más erguida de lo que muchos esperaban. Los actuales directivos se ajustaron a una mirada atenta de la justicia ante cada compra, venta, préstamo, contrato de jugadores y todo tipo de movimiento económico en el club. Tuvieron que trabajar bajo la figura de “salvataje económico”, y luego de aciertos y errores, hoy Godano y los que quedan (hubo muchas renuncias en dos años de gestión, empezando por el ex presidente Eduardo Vega) dejan un club más ordenado, en Primera División, con el acceso asegurado a la Liguilla y con un importante flujo de dinero que ingresará en 2016. Se va una inexperta Comisión que tuvo que hacerse fuerte para navegar en la peor tormenta de la historia sabalera. Entre tantas tempestades, Colón hoy está a salvo y con una sonrisa que volvió a dibujarse el último sábado en el Cementerio de los Elefantes.

La alegría y el festejo que provocó el equipo de Franco luego de ganarle 2 a 1 a Gimnasia no estaba en los cálculos de nadie hace menos de un mes atrás. A lo sumo muchos imaginaban un grito de bronca y desahogo por zafar del descenso, un porrón y a otra cosa. Pues ahora no, traigan porrones que esto se extendió, el drama se transformó en una linda fiestita a la que Colón está invitado (de última, pero invitado al fin).

¿Y cómo se llegó a eso? Gracias a Grondona, que diseñó y dejó antes de partir su plan para que casi todos (¡30 clubes!) jueguen por algo hasta la última fecha. Y también gracias a los buenos pases seguidos que un día pudieron dar los jugadores que mejor tratan a la pelota. Ruíz, Llama, Sperdutti, Poblete, Clemente Rodríguez, Ledesma, Guanca, todos la pidieron, todos se la pasaron entre sí y todos elevaron su nivel. Colón tuvo dos síntomas positivos antes de dar el golpe final de las últimas tres victorias: los clásicos. En ambos partidos el Sabalero fue un poco más que Unión y eso provocó un aire de confianza en el plantel para afrontar la recta final. Luego de un torneo muy malo, donde Colón demostró hasta la fecha 23 (derrota ante Sarmiento) que era uno de los 5 peores equipos, a partir del clásico en el barrio Centenario (fecha 24) lució mejor, aunque perdió dos partidos ajustados ante Quilmes y Belgrano. Luego empató en cancha de Unión y el pico futbolístico apareció en los tres últimos partidos, con pasajes de muy buen fútbol y claros triunfos cuando jugó con la presión de ganar.

Ahora Franco planea el partido de la Liguilla –Tigre– con el ánimo del plantel bien alto y con una idea de juego que se está consolidando. Colón llega a la Liguilla en su mejor momento del año y a ese dato le apunta el entrenador.

¡Volvé Kike!

El fútbol es un deporte colectivo, pero cada tanto una individualidad puede ser más importante que el conjunto. Unión vivió esa experiencia con Enrique Triverio, un delantero que jugó 12 partidos, aportó 9 goles y agrandó a sus compañeros en la ofensiva, por ejemplo a Malcorra y Gamba. Ambos jugadores mostraron su mejor nivel y convirtieron la gran mayoría de sus goles en la primera mitad del certamen, cuando estaba “Kike-gol”, como lo apodó el hincha tatengue.

El rendimiento de Unión no fue el mismo luego del receso y la ida de Triverio al Toluca de México. En la cosecha de puntos no hubo demasiada diferencia –apenas sacó 3 unidades más en las primeras 15 fechas– pero la baja en el juego fue notoria. Dejó de ser un equipo “molesto” para enfrentar y se transformó en uno previsible. Madelón es un buen técnico y supo hacer sonar la alarma adentro y afuera del vestuario. Tras la actuación en Florencio Varela (anteúltima fecha), el entrenador se descargó: “Me cuesta mucho motivar en el día a día porque los jugadores están pensando en las vacaciones, en Miami o en Cancún”. En las últimas cuatro fechas el Tate no hizo goles, empató tres 0 a 0 al hilo y perdió 2 a 0 ante Estudiantes.

Leonardo Madelón sabe que tiene una gran oportunidad para clasificar a Unión por primera vez en su historia a un torneo internacional. Para el DT la Liguilla es una obsesión y para eso entiende que sus jugadores deben elevar su nivel, motivarlos al límite de la emoción y exprimir la localía en la primera fase.

Liguilla

La palabra que se escuchará mucho en Santa Fe por estos días es “Liguilla”. Unión ingresó sin problemas y Colón se la encontró en la última fecha. Ahora los de Madelón jugarán ante Aldosivi en el estadio 15 de Abril y los de Franco frente a Tigre en las tierras de Sergio Massa.

Para la Liguilla, jugarán los que se ubicaron del puesto 9 al 20, y la primera fase cruzarán a los mejores ubicados contra los peores: el 9 (Banfield) vs. 20 (Argentinos), 10 (Tigre) vs. 19 (Colón), 11 (Quilmes) vs. 18 (Olimpo), 12 (Gimnasia) vs. 17 (San Martín), 13 (Lanús) vs 16 (Newell´s) y 14 (Unión) vs. 15 (Aldosivi). Será un solo encuentro que se jugará en la cancha del mejor posicionado.

Luego disputarán las finales los seis equipos ganadores más los dos clubes perdedores de las semifinales de la Liguilla Pre Libertadores, por lo que serán ocho equipos en busca de los cuatro cupos. Los encuentros para determinar a los clasificados serán de ida y vuelta, obteniendo el derecho a la localía en el segundo partido los que terminaron en mejor posición en el campeonato. Los cuatro ganadores automáticamente estarán clasificados para la Copa Sudamericana 2016.

A la pre Liguilla de la Copa Libertadores de América la jugarán Racing ante Estudiantes e Independiente frente a Belgrano, los ganadores de ambos partidos se verán las caras en la final para acceder al único cupo que ofrece esta Liguilla. Los clasificados a la Libertadores 2016 son: River, Boca, Rosario Central y San Lorenzo.

Publicada en Pausa #165, miércoles 11 de noviembre de 2015

Dejar respuesta

Por favor, ¡ingresa tu comentario!
Por favor, ingresa tu nombre aquí