ANUARIO 2015 | Fútbol, trabajo y progreso desde el corazón de la Manzana 6 de Alto Verde.

Hace dos años Pausa descubrió que había un grupo de chicos (rondaban los 20 años) que estaban militando el sueño de darle a los pibes de Alto Verde inclusión social y las mejores condiciones para que puedan practicar un deporte (fútbol) en el barrio. Su trabajo cumplió tres años en julio de 2015, y lo que a mediados de 2012 fue un deseo –crear una escuelita de fútbol para contener por unas horas a los pibes–, hoy apenas es una parte del sueño hecho realidad.

Arroyito Seco está enclavado en la Manzana 6 de Alto Verde, con el terraplén al este, salteadas casitas de material con techos de paja en el norte y otras más al oeste. El trabajo y el progreso de lo que hoy ya es una asociación civil radica en varios aspectos: antes era un descampado donde llevaban y traían dos arcos pequeños para poder jugar, hoy es una cancha marcada y con arcos de medida profesional. Pero lo más importante se aprecia en la zona sur del predio (sin alambrar todavía), donde se construyó un salón de 180 m2, una pequeña sala de reuniones y baños para hombres y mujeres. En ese espacio funciona el taller de murga, pero además se dictan los talleres de guitarra, arte y cuentos en las casas de cada uno de los profesores.

La lucha por la pibada de Alto Verde se afirmó en 2015, con las mismas ganas, deseos de progreso y sentido de pertenencia al barrio. Los jóvenes que guían el proyecto manifestaron que “con el salón vamos a poder fortalecernos desde varios aspectos, ya que vamos a darle un espacio, y no sólo geográfico, sino un lugar de pertenencia para los mismos chicos y para todo el barrio, para que disfruten de su propio club y del centro cultural”.

Publicada en Pausa #167, miércoles 16 de diciembre de 2015

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