Cambio y fuera

Última Hora Libre del año. Durante 2015 casi que zafé de mi quincenal ausencia de temas de los cuales hablar gracias a las elecciones provinciales pero sobre todo nacionales. La gestión municipal también colaboró y me regaló dos cratevones para que yo, llegado el fin de semana de cierre, no deba preguntarle a mis allegados sobre qué escribir. Un tercer agujero en el asfalto me hubiese venido fantástico para cerrar la trilogía.

Como para confirmarles el prejuicio a los que aseguran que soy complicado, para este anuario me pasa lo contrario: hay un tema ineludible, del que pareciera imposible no escribir. La ausencia de tópicos se transformó en la omnipresencia de uno solo: “Cambiamos”. Para colmo no soy de consumir muchos medios de comunicación audiovisuales o gráficos y entonces es como que me quedo “re-out” de los entretelones mediáticos (no quiero alarmarlos pero parece que Silvia Fernández Barrio estaría de nuevo en la televisión. Ampliaremos) y eso reduce la posibilidad de temas a uno.

¿Lali o Violeta?, uno de los dilemas del Lic. Ramiro.
¿Lali o Violeta?, uno de los dilemas del Lic. Ramiro.

Yo creí que se podía vivir bien así, sin saber qué pasa por los medios, pero parece que me equivoqué: en el último asado al que fui me cuasi rogaron que al menos una vez por semana ingrese al portal de algún diario como para que cuando alguien mencione a Lali Espósito en una cena yo simule interés y sabiduría por la que hasta el sábado a la noche pensé era la misma persona que una tal Violeta (gracias Fernando y Mariela por desasnarme y no reírse de mi universo reducido a un termo de lisos). Para ir cerrando la idea (y dejar de ganar caracteres hablando de la nada misma), gracias al nuevo presidente y a mi falta de conocimiento sobre la actualidad, escribiré sobre “el cambio”.

Sí, voy a manifestar todo el listado de cosas que, a pesar del imperativo “Cambiemos” (a mí nadie me dice lo que tengo que hacer), no pienso cambiar en el 2016.

• Ni loco me muevo de la página 3 de Pausa. ¿Leyeron, jefes?

• Olvidate que cambie el bombón escocés por el bombón suizo.

• Así como la masita es masita y no galletita; el asado nunca jamás va a ser una barbacoa.

• Se seguirá cenando a las 21.00, cuando ya es de noche y antes del horario de protección al menor.

• No cambio a La Brigada Z por Locademia de Policías ni a Los bañeros más locos del mundo por Baywatch.

• No voy a tolerar que me digan aburrido por mirar cine iraní… Ah, no, cierto que me re cabe Hollywood y Iron Man. Bueno, que eso no cambie, por favor. ¡Aguante la falsa conciencia!

• (Y ya que estamos de confesiones) La resistencia no es cambiar la Coca Cola por la Manaos, muchachos. Si el imperialismo es rico, aprovechemolón.

• “La General Paz” va a seguir siendo la avenida que separa “La Lona” de “Sargento Cabral” y “Villa Dora” de “María Selva”; y no al unitarismo del federalismo.

• La inundación del 2003 va a seguir siendo un crimen político y no una catástrofe natural.

• La UCR seguirá siendo un partid… ¡qué calor, eh!

• No voy a renunciar a mi esperanza de ganar un Oscar, aunque este año no haya filmado ninguna película… ni los años anteriores tampoco.

• Voy a seguir confiando más en el que cura el empacho con la cintita que en cualquier médico del mundo (a excepción de vos, Hacha).

• Voy a seguir prefiriendo caranchear la boga al verdeo que comer sushi con palitos (gracias Barba por la magia cotidiana).

• La ley de medios. Con la ley no, Aguad. (Weinbaum, sos un crack. Gracias por el aporte diario a mi vida)

• Voy a seguir buscando en internet en vez de “googlear” y a seguir mensajeando y no whatsappeando.

• No voy a decir jamás que la pobreza es digna… a menos que usted prefiera comer de la basura, pero con la frente en alto.

Es evidente que con fe y optimismo… no, me equivoqué de fórmula. Es evidente que con alegría y amor, pero por sobre todas las cosas con mucho pero mucho humor podemos tolerar un poco mejor las cosas… porque al cambio, como al cólera, lo combatimos entre todos.

Es un mensaje del consejo publicitario argentino.

Hasta el año que viene.

Cocine bien el lechón para la noche buena… no sea cosa que, encima de todo, se pesque una triquinosis.

Publicada en Pausa #167, miércoles 16 de diciembre de 2015

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