En exclusiva para socios del Cine Club Santa Fe y suscriptores del periódico Pausa, durante la cuarentena y mientras el América permanezca cerrado, todas las semanas el mejor cine para descargar.
El método es simple: enviás un correo a [email protected] si sos socie del CCSF o a [email protected] si tenés suscripción a Pausa. En el asunto ponés PEDIDO DE PELÍCULAS, chequeamos que estés en lista y te facilitamos la descarga. Más fácil, imposible.
Estas son las pelis recomendadas del presidente del CCSF, Guillermo Arch, para esta semana.
La esclavitud, como relación de producción, siempre estuvo en la mira de aquellos movimientos políticos y sociales que trataron de realizar una sociedad un poco mejor a la vivida. Central en la antigüedad, subsiste transfigurada en la actualidad en innumerables sectores de la producción, y muchas veces adjetiva perfectamente a los trabajos más calificados. Lo que cuesta creer, aunque lo sepamos, es que existe aún en sus formas más crueles en muchos lugares del mundo, desde las minas de Brasil (las espeluznantes imágenes que abren Powaqqatsi de Godfrey Reggio) al mercado de esclavos de Sudan, representa una de las facetas más dolorosas de la humanidad.
Buoyancy (flotabilidad) nos cuenta una historia que sucede en Tailandia, con la esclavitud en los barcos pesqueros que depredan el mar desde allí hasta Indonesia y Filipinas para llevar sus productos a las mesas australianas y europeas. Chakra, un joven camboyano de 14 años, es el personaje principal de este film que desde su título nos señala el medio físico y estratégico que utiliza para sobrevivir en esa situación. Ópera prima del director australiano Rood Rathjen, este film fue elegido por Australia para representarla en los Oscars del año pasado y entre sus muchas virtudes podemos señalar la magistral dirección de actores (todos ellos no profesionales) la solidez de la narración y, por supuesto, la fotografía sobre ese medio acuático tan especial.
El film obtuvo un premio especial del jurado en la Berlinale del 2019 junto varios premios internacionales, y sin duda marca el comienzo de una carrera a la que prestarle atención.
DeSvelado
Otra ópera prima proponemos esta semana para DeSvelado, aunque medio mentirosa, porque al primer largometraje de Melina Matsoukas le anteceden más de 60 videoclips de las más encumbradas estrellas de la música: desde Beyoncé a Rhiana, pasando por No Doubt, Cristina Aguilera, Lady Gaga o Snoop Dogg. Así de dúctil y ecléctica es esta directora que lleva el mestizaje en los genes (ascendencia afrocubana, jamaiquina, griega y judía), hija de activistas políticos que nos trae esta Bonnie and Clyde negra protagonizada por Daniel Kaluuya y Jodie Turner-Smith.
Queen & Slim entra en consonancia con la reacción a la escalada represiva de los estertores trumpistas, ya que el movimiento Black lives matter -aunque existe desde el 2013- tomó visibilidad mundial con los acontecimientos de mayo del 2020, siete meses después de estrenada la película. Esta road movie hecha y derecha cuenta entre sus actuaciones con un bolo de Flea, el genial bajo de los Red Hot Chili Peppers.
Cine Estudio
El complejo de edificios Pruitt-Igoe fue construido en Saint Louis, Missouri en 1950 por Minor Yamasaki (el mismo arquitecto que diseñó las torres gemelas) para solucionar el problema habitacional de los barrios marginales. Pero lo que se produjo fue un enorme proceso de segregación racial de la ciudad: los blancos se fueron a vivir a esos infinitos barrios suburbanos de norteamericanos de chalecitos y los negros quedaron confinados en un gueto céntrico y tugurizado por la falta de mantenimiento, sin trabajo y con índices de delincuencia creciendo exponecialmente. Tal fue el fracaso, que un crítico reaccionario señaló el día de su demolición en 1972 como “el fin de la arquitectura moderna” y el comienzo de la feliz (y color pastel) era de la posmodernidad. The Pruitt-Igoe Myth es un poderoso documental que nos muestra que más que un fracaso de la arquitectura de lo que se trató es del fracaso de un sistema alimentado solo por la acumulación y el racismo, que se ha repetido –con sus propias características y color local- “a la vuelta de la esquina”.
Temático
Como bálsamo, finalmente, proponemos Columbus del director y videasta coreano Kogonada, bello y existencial relato que involucra a una aspirante a estudiante de arquitectura y el hijo de un famoso arquitecto que viaja a la ciudad cuando este fallece. Columbus es una pequeña ciudad de 40 mil habitantes en Indiana (no confundir con Columbus, capital de Ohio, que tiene 800 mil) que se considera la “meca de la arquitectura moderna estadounidense”, gracias al mecenazgo que ejerció el municipio en los 60 de la mano de Irwin Miller –un férreo defensor de los derechos civiles de la comunidad negra- que propició la llegada de grandes arquitectos para construir edificios públicos y privados, política que aún se mantiene. Desde obras de Eero y Eliel Saarinen a Rcihard Meier, pasando por I.M. Pei y Robert Venturi, componen la particular espacialidad de esta ciudad, bellamente encuadrada por Kogonada, inspirada explícitamente en la tradición de un grande del cine oriental: Yasujirô Ozu.
