Albertina es una de las voces protagónicas de Jardín en el aire.

Desde el inicio de la pandemia, docentes de dos jardines de Santa Rosa de Lima hacen “Jardín en el aire” por la FM Popular 98.7. Comenzó como un micro literario y crece como un programa radial comunitario.

“¿Les cuento algo? Las seños del Jardín Padre Luis Quiroga y Hermana Benjamina les prepararon esto con mucho cariño para ustedes. ¡Que lo disfruten!”. Con esas palabras, una pequeña locutora presentaba el primer programa de “Jardín en el aire” apenas comenzada la pandemia. Transmitido por el dial de la FM Popular 98.7, el espacio nació desde el Jardín de Infantes N° 173 Padre Luis Quiroga y el Jardín Infantes N° 256 Hermana Benjamina, ambos de Santa Rosa de Lima.

“Como en muchos barrios de la ciudad, el mayor problema es la falta de datos”, explica Fernanda Descalzo, una de las docentes a cargo del proyecto, actualmente junto Ileana González, Marcela Di Battista y el docente de música de las dos instituciones, Solano Quaglia, quien tomó la posta de la edición. En marzo del año pasado, como era muy difícil recibir respuestas de las propuestas enviadas de manera virtual, se preguntaron cómo tener llegada y recurrieron a la FM Popular, que lleva más de 30 años en la comunidad.

El retorno a las clases presenciales al comienzo del ciclo lectivo 2021 hizo que varias docentes que participaban del proyecto tuvieran que bajarse, por trabajar doble turno o por cambios de lugar con las últimas titularizaciones. De todas formas, con el acompañamiento de los equipos directivos y de supervisores, “Jardín en el aire” estrena su segunda temporada el 28 de mayo en sintonía con el Día de los Jardines de Infantes, y continuará todos los viernes a las 17.30. Los programas del año pasado están disponibles en YouTube.

La literatura como eje

Descalzo cuenta que el nexo del Jardín N° 173 con la radio viene de hace mucho. “Hemos ido a visitarla y viste cómo somos las maestras, siempre que vemos un agujerito para entrar, lo dejamos abierto”, grafica. “Empezamos con un cuento narrado, que es lo más sencillo de pasar a la radio, después se abrió el proyecto a los dos jardines y mutó a ser un juego de ver como armábamos de verdad un programa de radio”, cuenta. A la par, las familias se fueron enganchando al dial.

Es complejo trasladar a la virtualidad las mediaciones con lenguajes como el literario, a lo que se suma el desafío de hacer propuestas atractivas para el nivel, a partir de Sala de 3 y también Materno en el caso del Jardín N° 256. En ese sentido, la subsecretaria de Educación Inicial del Ministerio de Educación de la provincia, Rosa Ana Cencha, explica que “la literatura actúa como faro en la alfabetización inicial y una de las formas más exquisitas de libertad se da cuando la o el docente habilita la conversación con ellxs y escucha, cuando prepara mesas de libros, ubica una biblioteca en la sala y comparte espacios de lecturas y de escrituras con sus estudiantes”.

Programas como el Plan Nacional de Lecturas fomentan que las instituciones educativas sean espacios privilegiados para que las infancias puedan encontrarse con la literatura de manera sostenida. Cuando eso sucede, puntualiza Cencha, “se abre un universo de palabras con tantas puertas como mundos posibles se deseen imaginar para habitar nuevos escenarios, recrear los propios y resignificar los conocidos”.

Para elegir los textos, las docentes de ambas instituciones conformaron cánones literarios de cuentos, poemas, rimas y nanas. Seleccionaron obras de grandes autores de la literatura infantil como Laura Devetach, Graciela Montes, María Elena Walsh, Gustavo Roldán, Elsa Bornemann y Luis María Pescetti. La falta de cercanía que trajo la virtualidad puso trabas para contagiar literatura, pero, si de algo sabe la radio, es de entrar en la vida cotidiana de sus oyentes y expandir la intimidad. Mientras, la tele seguirá desparramando sus mentiras sobre estudiantes abandonados.

El barrio, a la radio

En 2020, con las salas cerradas y mientras se entregaban cuadernillos y módulos alimentarios, les docentes trabajaron en el programa desde sus domicilios. Grabaron los textos con sus voces, con algunas colaboraciones como la de la narradora oral Joselina Martínez; junto a juegos, adivinanzas con sonidos, consignas interactivas, instrucciones para hacer un cotidiófano y otras propuestas, desde un poema hasta una introducción digna de la promoción de un circo, siempre con la consigna de quedarse en casa. Las docentes Gabriela Mansilla, Romina Olivera y Bárbara Gómez también sumaron sus aportes en distintas etapas. Hubo que coordinar a distancia los contenidos, las grabaciones, la edición y la ida y vuelta por WhatsApp con las familias.

La producción fue creciendo y explorando distintas estéticas con la presencia estelar de las voces de las niñas y los niños. Desde la FM Popular, donde funcionan también el Servicio de Educación Popular (SEP) y la Biblioteca Popular Padre Lucho Quiroga, Ana María Martínez se expresa maravillada por los programas, que supieron reunir diálogos, temas musicales y testimonios de comerciantes y vecinos del barrio. “En una radio es difícil juntar a tantos actores para hacer un producto, ellos lo hicieron sin verse, con una selección musical exquisita y de su propio bolsillo. El trabajo que hicieron es extraordinario”, confirma.

La calidad artística y pedagógica del proyecto habla de la importancia de que el sistema educativo cuente con recursos y equipos de trabajo técnicos y creativos para poder desarrollar contenidos originales, que interpelen a las infancias y sus familias, rodeadas de ofertas más vinculadas a lo comercial que a lo pedagógico o cultural. También, pone en relieve la ausencia de las voces de las infancias en la radio y la falta de contenidos pensados especialmente para ellas. Por eso, explican las docentes, es que muchas otras familias del barrio se sumaban a escuchar las transmisiones.

“La ausencia del Jardín la trasladamos a la radio, que traspasa muchas fronteras, no discrimina a nadie y pone la voz por sobre el privilegio de la imagen”, afirma Descalzo. “Pudimos contener a las familias y hacer que la palabra circule, no sólo preguntarles cómo la estaban pasando, sino escuchar sus respuestas y continuar el vínculo”, agrega. “Sabemos que el empoderamiento subjetivo tiene mucho que ver con que en el barrio pasen cosas lindas, por eso hay cuestiones muy importantes que subyacen a este programa hecho con voces de nenas y nenes”, señala la docente, y destaca una pertenencia muy fuerte con los jardines, dos bastiones muy importantes en el barrio, la continuidad del trabajo en red en el territorio y sobre todo que las chicas y los chicos se sientan parte.

Uno de los últimos capítulos de 2020 fueron los tres micros de “Patrulla verde”, un radioteatro grabado íntegramente por niñas y niños sobre una comitiva intergaláctica que llega al barrio a resolver los problemas ambientales. El tema, explica Descalzo, es uno de los ejes de los planes anuales, base de todos los contenidos seleccionados. “Trabajamos entre los dos jardines sobre la quema de basura y la acumulación de residuos en las esquinas, ya que el recolector no ingresa a todas las calles y hay muchos perros dando vueltas”, describe.

“Nos unimos en el reclamo por los problemas sanitarios del barrio, que son muy serios”, agrega Ana María Martínez. “La obra de cloacas está inconclusa y algunos vecinos hicieron su conexión, sin saber que no estaba terminada, por lo que hay cavas de líquido cloacal”, reitera la referente de la FM Popular. La denuncia viene desde la gestión Corral. Martínez precisa que actualmente, desde la Red de instituciones donde participa la Municipalidad, se están gestionando los fondos nacionales correspondientes del Programa Mejoramiento de Barrios (PROMEBA) para terminar la obra. Mientras tanto, afirma, “las niñas y los niños ayudan a poner la mirada en el medio ambiente, aquí donde las condiciones en general, de agua y de luz, son precarias”. En la misma línea, Descalzo suma: “Las nenas y los nenes son motores del cambio del planeta, son sus voces las que tienen que concientizar a los adultos, porque no nos podemos quedar esperando a que el Estado intervenga sin hacer nada”.

Para cuando la situación lo permita está latente el deseo de grabar en la sede de la radio. Por lo pronto, el programa vuelve a las casas de las familias en el momento más crítico de la pandemia, gracias al compromiso docente. Descalzo lo celebra recordando a Rosario Vera Peñaloza, en cuyo homenaje se celebra el Día de los Jardines de Infantes: “Como dijo nuestra pionera en el nivel inicial, aunque parezca que jugamos, así es como nosotras trabajamos: jugamos a ser locutoras y nos la creímos, vimos que los resultados son excelentes y redoblamos la apuesta”.

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