ExpoCannabis: industria y cultura de la marihuana

Sebastián Basalo, director de la revista de cultura cannabica THC en la apertura de la segunda ExpoCannabis, realizada en Buenos Aires.

Una feria sobre el cultivo y los usos del cáñamo contribuye a visibilizar la urgencia de una nueva legislación que sepa contener diferentes realidades y necesidades.

El fin de semana pasado se realizó la segunda ExpoCannabis (EC) de Argentina, en la ciudad de Buenos Aires. El evento que tuvo lugar en el predio de La Rural tuvo cuatro puntos principales: salud, industria, cultivo y cultura. A partir de esos ejes, se organizaron conferencias, formaciones, stands, reuniones de negocio entre actores comerciales, actividades de ocio e información para el público en general y para usuaries, entre otros. Durante los tres días que duró la exposición, concurrieron aproximadamente 50 mil personas.

Industria: una oportunidad

La magnitud de la segunda ExpoCannabis pone de manifiesto que la industria del cannabis se viene desarrollando desde hace mucho tiempo. A pesar de la ausencia de leyes que regulen este mercado, y a la posibilidad latente de ser considerada una actividad criminal, debido a las normas vigentes que prohíben todo uso no medicinal de la planta de marihuana, en nuestro país ya existe un polo productivo pujante. Desde grandes grows shops consolidados como marcas (con desarrollo de mercado en todo el territorio nacional), bancos de semillas, asesores profesionales de cultivos hasta clínicas médicas especialistas en tratamiento cannábico, develan que ya hay un camino recorrido y que se hace cada vez más urgente una ley que despenalice, en primera instancia, y que regule después, un mercado emergente muy grande, que tiene una complejidad considerable.

En este sentido, desde el gobierno nacional ya dieron el primer puntapié. En junio de este año, por iniciativa del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, se presentó un proyecto de ley que busca regular el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y del cáñamo industrial. La iniciativa del ministro promete convertir al cannabis en otro commodity. El primer objetivo de este proyecto busca, en palabras del ministro, llevar a nuestro país a hacer una marca propia y ser una referencia a nivel mundial de este mercado emergente. Según Kulfas, lo central es garantizar la calidad de los productos.

Kulfas estuvo presente en la EC y fue entrevistado por les periodistas Gisela Busaniche y Fernando Soriano en el evento de inauguración. En la entrevista, aseguró que él va hacer fuerza para que la ley sea tratada y aprobada en Diputados cuanto antes, aunque cree que no va a ser fácil durante el período electoral. En este sentido, mientras el ministro recorría la exposición, un actor muy importante de la industria del cannabis nacional, le aseguró a este medio que el funcionario le confesó que está muy impaciente por la sanción de la ley, ya que le daría un impulso económico y social al gobierno. Además, el ministro detalló que de ser sancionada esta ley y puesta en marcha la naciente industria, el sector generará más de 100 millones de dólares en inversiones, en un período de tres a cuatro años, producciones por alrededor de 500 millones de dólares, 50 millones de dólares en exportaciones y más de 10 mil puestos de trabajo.

Los derechos que faltan

El proyecto de ley de Kulfas, que ya cuenta con media sanción de Senadores, prevé regular y despenalizar el cannabis en la industria medicinal y del cáñamo. A estas dos grandes aristas se le contrapone uno de los datos más relevantes que arrojó la primera Encuesta Nacional de Cannabis, presentada en la EC: el 80% de los usuarios hace un uso adulto y recreativo. Esta encuesta tuvo una participación de 65 mil argentinos de entre 16 y 92 años, está respaldada por la Universidad de Quilmes y fue realizada por la revista de cultura cannábica THC y el Centro de Estudios de la Cultura Cannábica Argentina (Cecca). La misma está disponible en www.encuestacannabis.ar

El ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, disertó sobre el proyecto de ley que busca regular el desarrollo de la industria del cannabis medicinal.

Al respecto, Pausa entrevistó a Sebastián Basalo, director de la revista THC y uno de los referentes de la EC, y a Emiliano Flores, sociólogo y director de la Encuesta Nacional de Cannabis.

—¿Cuál fue el dato que más te sorprendió de la encuesta?

SB: El dato que más me sorprendió es el carácter transversal del cannabis en Argentina. Uno de los resultados más fascinantes de la encuesta es que en todo el país, en todas las provincias, se usa cannabis, tanto con fines medicinales como con fines no medicinales. Me sorprendió que en todas las edades se usa, desde los más niños, hasta los adultos mayores, pasando por la juventud, que clásicamente se creía que era la única que usaba cannabis en este país. Me sorprendió que son muchas las personas que no lo usan necesariamente con un fin medicinal, y que todavía no están reconocidos por la ley, y que nos marcan nuevamente la necesidad de seguir avanzando en la ampliación de los derechos.

EF: Además de los datos de uso, yo creo que la forma de acceso es uno de los más interesantes y antes de esto, estábamos a ciegas completamente. No había ningún tipo de dato y por lo menos acercar información en cuanto a eso, a mi me parece bastante relevante. En este sentido, tenemos que un 25 % accede a través de autocultivo, un 8% lo hace a través de clubes o cultivos colectivos, el 17% reporta que se lo regalan y cerca del 50% lo hace a través del mercado ilegal.

—¿Por qué la Expocannabis?

SB: Hacemos la Expocannabis porque creemos que es necesario encontrarnos los protagonistas y las protagonistas de una nueva realidad del cannabis en Argentina, que lo construimos a partir del encuentro y el laburo común. ExpoCannabis es necesario porque necesitamos encontrarnos para informarnos, para empoderarnos, para dialogar, para que un médico pueda acercarle una medicina a un usuario medicinal que necesita; para que un cultivador pueda enseñarle a cultivar a una persona, un abogado pueda empoderar con sus derechos a la gente, un veterinario pueda ayudar a los animales no humanos; la ciencia pueda darnos herramientas para conocer aún más el cannabis, para que los políticos elaboren políticas públicas basadas en la evidencia y no este desastre prohibicionista basado en la pura desinformación y el prejuicio. Esta expo es un punto de encuentro para que un montón de trabajadores y empresarios de Argentina, que tienen ganas de laburar, y que están laburando gracias a las propiedades maravillosas de esta planta, puedan llevar adelante esta maravillosa industria.

—¿Te imaginabas hace 15 años, cuando recién estaba saliendo la THC, poder realizar un evento de este calibre, que incluso tiene el apoyo del Estado?

SB: Todos los que trabajamos en Expocannabis y THC desde hace 15 años, teníamos la confianza de que tarde o temprano esto iba a ocurrir. De que era una cuestión de esfuerzo, una cuestión de luchar con la información en la mano. No fue fácil. Implicó que nos traten de locos, que nos agredan, implicó que nos acusen de querer dañar a la sociedad. Pero sabíamos que tarde o temprano iba a triunfar la información. Porque quienes bregamos por la regulación del cannabis, sabemos que la razón, la información y la ciencia están de nuestro lado. Tarde o temprano esto iba a llegar. Pero lamentablemente, todo el tiempo que tardamos implicó muchas vidas perdidas en Argentina. Un montón de personas que podrían haber tenido una mejor calidad de vida sobre el final de su vida, no lo tuvieron. Un montón de personas que podrían haber dejado de tener dolor, no lo tuvieron. Un montón de personas que fueron criminalizadas. Y no hay que olvidarnos eso, en estos momentos de festejos y alegría.

Los avances en salud

La médica Celeste Romero afirma que los avances sobre los cannabinoides en estado ácido (la planta cruda) son muy importantes. “Es un universo que se abre porque los cannabinoides en estado ácido tienen una absorción muy rápida, se necesitan bajas dosis y es muy fácil preparar la medicina en casa”. Por otro lado, al ser consultada sobre los nuevos derechos obtenidos a través del programa REPROCANN, afirmó: “La experiencia de tener el Reprocann tiene aspectos maravillosos. Por ejemplo, que me lleguen fotos de personas subiéndose a un avión con un frasco de flores, me hace sentir que todo valió la pena. Sin embargo, me genera una ansiedad que el registro no funcione del todo bien, entiendo que son temas técnicos y que hay voluntad de resolverlos. Yo espero que algún día que los registros no sean necesarios, porque no estamos haciendo más que un uso de una planta medicinal”, dijo la entrevistada.

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