Versión actualizada de Tito Mufarrege, Saúl Perman llegará al Concejo Municipal. Su propuesta conocida, hasta ahora, consiste en meditar antes de las sesiones y promover la separación de residuos y la alimentación sana. ¿En qué distritos cosechó más adhesiones?
Los casi 20 mil votos de Saúl Perman representan medio estadio de fútbol lleno. Votó a La Causa uno de cada diez electores santafesinos: fijate bien, porque si no conocés a ninguno es porque alguien te lo está escondiendo.
A primera vista, el voto a Saúl Perman no debería estar motivado por el interés en su propuesta, más bien raquítica, o en la consistencia de su trayectoria de candidato, un hombre que hace un saludo trekkie y canta una constelación de consignas improbables con su megáfono y su bicicleta.
Es pintoresco, puede ser motivo de peñas y de literatura, como en otro momento histórico lo fue Tito Mufarrege, inmortalizado en La vuelta completa de Juan José Saer, pero la política y las instituciones son otra cosa. Que Perman haya llegado al Concejo es un mensaje ineludible hacia el Concejo mismo, es un signo de la potencia de las redes sociales –que lo entronizaron– y de la consideración que le dan a la política los votantes.
Tito fue un paciente psiquiátrico que sufrió las terapias terribles de los manicomios, como narra en su obra teatral El Electroshock, recopilada por la poetisa Estela Figueroa en El Libro Rojo de Tito. Su línea política y sus expresiones tenían que ver con la cultura de su época: graffitis, antiimperialismo, debate sobre la lucha armada. Cubría a la perfección el rol medieval de ser el loco del pueblo, una figura recurrente, arquetípica, de la literatura, destinada a poner patas arriba el orden instituido.
No hay constancias respecto de la salud mental de Perman. Sus extravagancias –para usar un término neutro– no escapan a nadie. Las redes se aprovecharon de ellas y de él y así el reconocimiento de Saúl explotó, como en otro tiempo sucediera con Verónica Christen. Qué sucederá con él cuando la gracia se convierta en indiferencia y pase a ser cringe, no lo sabemos. En verdad, parece que a nadie le importa eso, o él.
Eso es todo lo que hay, también tiene que ver con una época de permanente exposición e individualismo new age. Pero lo que Perman articula en su cadena que junta mandarinas con abrazos gratuitos, más que ser antisistema o paródico parece no estar tan lejos de lo que dice Ivana Nadal, por ejemplo.
Entonces, esos casi 20 mil votos nos llevan a una pregunta: ¿hasta qué punto la consistencia del discurso político y la opinión pública está siendo perforadas?
El mapa
¿Quiénes son estos votantes que pueden hacer uso de su voto para el sarcasmo y la ironía? Es muy complicada su caracterización. Perman obtuvo entre el 5% y el 14% de los votos de cada seccional de la ciudad. Es una diferencia amplia de preferencias. Donde menos votos obtuvo fue en los barrios más pobres: el noroeste, La Guardia y Alto Verde. Eso permite una caracterización, tanto del voto a Perman como de la importancia se le otorga al voto en los barrios más empobrecidos.
La fortaleza electoral de Perman estuvo en el centro de la ciudad. Sin embargo, también se expandió hacia los barrios más populares del centro geográfico y se hizo fuerte en El Pozo y el Centenario. Hay un corte de clase en el voto a Perman –fue más votado en los barrios que tienen mejores ingresos– pero tampoco es del todo claro.
