Los accionistras avalaron el traspaso del 95% de la empresa a la alianza conformada por Viterra, Molinos y ACA. La decisión final es de la Justicia y se conocería antes de fin de mes. El Banco Nación, como principal acreedor, se opone a su concreción.

Los directivos de Vicentin consiguieron el aval del 90,6% de los accionistas de la firma para aplicar una reestructuración que les permita, según palabras del diputado provincial Carlos del Frade, "completar uno de los más grandes saqueos de la historia argentina contemporánea".

La "restructuración" comprende el traspaso del 95% de Vicentin a la alianza conformada por las empresas Viterra, Molinos Agro y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), además de un plan de pagos que incluye el saldo total de la deuda a un importante grupo de acreedores minoritarios, entre ellos los accionistas.

Consiguieron con ello un aval por mayoría absoluta (la mitad más uno), requerido por la Ley de Quiebras y Concursos para la homologación de la propuesta por parte del Juzgado en lo Civil y Comercial N°2 de Reconquista, a cargo de Fabián Lorenzini, quien deberá dar su veredicto antes del 31 de marzo por ser la fecha límite establecida para que la empresa logre una salida y no vaya a quiebra.

Las contradicciones responden no obstante a lo que este acuerdo deja por fuera. Por un lado porque el Banco Nación, principal acreedor y a quien le deben 300 millones de dólares, entiende que la propuesta hecha por el directorio es inaceptable y recurrirán por ello al artículo 45 de la Ley de Quiebras. Esta sostiene que se debe conseguir, también, la aceptación de acreedores equivalente a las dos terceras partes del capital.

Por otro lado, porque supone una extranjerización de buena parte del capital, y porque podría suponer cierto lavado de cara para los implicados en la estafa que llevó al "estrés financiero" de la cerealera. Del Frade señala que el acuerdo que está por avalarse implica, por caso, "el cierre de las oficinas en Europa, Uruguay y Paraguay, que parecen anunciar un plan de exterminio de documentación y pruebas que podrían explicar el fenomenal desarrollo y diversificación del grupo desde 2002 en adelante y que ahora, a través de este documento, entierran definitivamente".

El diputado provincial agregó que el plan de reestructuración que podría avalarse en estos días no abunda en explicaciones sobre la plata perdida, y solamente brinda "la promesa de un futuro mejor fundamentado, especial y básicamente, en una fenomenal construcción de impunidad". Además se hace notar que, con el acuerdo, muchos de los directivos responsables del vaciamiento pasarán a ser acreedores.

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