Todas las semanas, el Asociación Civil Varones Trans recibe a un grupo de familias para transitar, desde el amor y el respeto, el proceso de sus niños.
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“No pensamos que íbamos a terminar encontrando amigos en el lugar al que veníamos a llorar”, cuentan durante una de sus reuniones de martes por la tarde. Foto: Gabriela Carvalho.

Argentina y Dinamarca son los únicos lugares que sólo exigen la expresión de voluntad de la persona para lograr el cambio de nombre su identidad de género autopercibida. Foto: Gabriela Carvalho.

La ley indica que "se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer". Foto: Gabriela Carvalho.

Varios de los niños que hoy se encuentran en este espacio todavía no habían nacido en 2012, cuando se sancionó la ley que hoy los contempla. Foto: Gabriela Carvalho.

"Yo conocía la ley, pero la verdad es que nunca había tenido que usarla, sabía que existía y ahí estaba bien; y una cree que todas las leyes que existen se cumplen a rajatabla, pero no”, comenta Sabrina, mamá de Luca. Foto: Gabriela Carvalho.

Si bien la Ley de Identidad de Género prevé la protección del derecho con abogado incluido, en lo concreto el Estado sigue sin proveerlo. Foto: Gabriela Carvalho.

Cada semana, las familias se reúnen en el espacio de la Dirección de Mujeres y Disidencias de la Municipalidad de Santa Fe, en el predio que se encuentra detrás de la terminal de ómnibus. Foto: Gabriela Carvalho.