La radio, la televisión y las redes sociales difunden cotidianamente el ideario de Javier Milei. En Santa Fe, las generaciones jóvenes que lo siguen afirman adherir al liberalismo, pero plantean diferencias con el actual diputado nacional.

Definitivamente, Javier Milei es la figura de la política argentina más discutida de este año. Con una corta trayectoria política propia iniciada en las elecciones legislativas de 2021, es popularmente debatido, apoyado, criticado, reivindicado, temido y celebrado. Sin embargo, se ha corrido de la primera plana la discusión de quiénes son los (y las) que se encolumnan detrás de su candidatura. Tal vez porque la respuesta para muchos fue sencilla: jóvenes de clase media/alta, principalmente varones, enojados con una coyuntura poco prometedora para su futuro, en la que “la única salida es Ezeiza”, como se repite una y otra vez en redes.

Pero esta explicación más que sencilla es reduccionista y profundamente errada. Una hipótesis quizá sea porque las redes sociales nos llevan a esa lógica de buscar explicaciones sencillas a fenómenos complejos. Y lamentamos que la respuesta no sea fácil, pero los apoyos que recibe Milei son mucho menos homogéneos de lo que parecen.

Apertura

En la ciudad de Santa Fe en el 2019 surgió Apertura Universitaria, una agrupación estudiantil de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, de ideología liberal y con un abierto apoyo a la candidatura de Javier Milei a la presidencia. Fabrizio y Ángel (los entrevistados prefirieron no revelar sus apellidos), dos de sus integrantes y también fundadores, brindaron su perspectiva frente a lo que una parte de la sociedad mira con detenimiento, con intriga y, en algunos casos, con inquietud.

Probablemente una pregunta relevante que muchos nos hacemos es cómo llegaron a involucrarse activamente en estas corrientes de pensamiento. En ambos casos, iniciaron su camino durante la educación secundaria y con charlas entre amigos (como muchos comenzamos a involucrarnos en política). Rápidamente encontraron un espacio en la Coalición Cívica durante el gobierno de Cambiemos; pero luego, por su ideología liberal y sus diferencias con la gestión de Mauricio Macri, Fabrizio y Ángel se apartaron y comenzaron su propio recorrido tanto con Apertura a nivel universitario como con Santa Fe en Red, una organización con la que llegaron a colocar una lista a concejales en las PASO 2021 hacia el interior de Juntos por el Cambio en la ciudad.

Además, contaron con otras instancias de formación política vinculadas a los famosos think tanks. “Empezamos a participar de los think tanks liberales, que era lo más predominante en esa época. Íbamos a Buenos Aires, a la Fundación Libertad de Rosario y participamos en la Asociación Civil Río Paraná de acá de Santa Fe, así que teníamos la parte política y la parte de formación a través de los think tanks”, comenta Ángel.

Cabe destacar que los think tanks, como la Fundación Libertad (que este año organizó una cena por sus 35 años en CABA con participación de dirigentes como Macri, Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, el ex presidente chileno Sebastián Piñera, el ex juez brasileño Sergio Moro, entre otros), son grupos de formación de opinión y preferencias vinculadas al neoliberalismo, que comenzaron a crecer en los años 80 para incidir en el debate político y económico.

Liberales, no libertarios

Empecemos por aclarar que se definen como liberales y no como libertarios, lo que no es una discusión menor para quienes forman parte de este campo. “La diferencia entre los liberales y los libertarios existe en las funciones que entendemos que debe cumplir el Estado. Los liberales, si bien entendemos que es necesario que tengamos un Estado pequeño, un Estado reducido, entendemos también que tiene que prestar ciertas funciones que capaz que el libertario entiende que no. Por ejemplo, nosotros entendemos que los servicios de educación y salud deben ser prestados por el Estado”, explicó Fabrizio, quien no dejó de aclarar que estudiar Derecho influyó su postura al comprender “cómo se hace la política”.

Entonces, al contrario de las expresiones públicas de Milei, no adoptan una retórica antiestatal. Pero, ¿qué sucede con respecto a las posturas conservadoras que a veces se asumen sobre los seguidores de Milei respecto a expresiones antiprogresistas?

Parece que tanto Fabrizio como Ángel no se sienten para nada representados con posturas conservadoras. El primero distinguió su ideología respecto del conservadurismo y reivindicó como principio la autodeterminación y la autonomía de los individuos en temas como la diversidad sexual. “Toda postura que esté en contra de eso, la verdad que me parece bastante retrógrada”, expresó.

Por su parte, Ángel tuvo otro recorrido: se inició en el liberalismo desde una perspectiva conservadora (menciona casi como su puerta de entrada a “El libro negro de la nueva izquierda”, de Agustín Laje), pero luego agrega: “Fui haciendo una evolución, instruyéndome más y avanzando más en lo que pensaba”. A pesar de realizar algunas críticas a medidas de discriminación positiva en materia de género y diversidad sexual, Ángel no se opone a proponer “medios adecuados para que las diversidades y los grupos minoritarios puedan acceder efectivamente a la justicia, que muchas veces a todos estos grupos se les negó por cuestiones culturales”.

Por esta razón, ambos rechazan identificarse en el espectro de la derecha por dos razones. Por un lado, porque asocian a las derechas con el conservadurismo. Desde el punto de vista politológico hay quienes debaten dicha ligazón, ya que lo conservador y lo progresista se define en base a coyunturas históricas específicas, por lo que ninguno de los dos aspectos se asocia exclusivamente a izquierda o derecha.

Por otro lado, tanto Ángel como Fabrizio rechazan la vigencia de la dicotomía izquierda-derecha para explicar lo ideológico en la política.

Teniendo en cuenta estas posturas, no resulta extraño hallar que esta agrupación política logre una gran participación femenina. Fabrizio comentó que en Santa Fe hay varias mujeres de diferentes edades que participan en el liberalismo, que van “desde los 16 años hasta mujeres de 60 o 70 años”.

“En Apertura, de hecho, la candidata a presidenta del centro de estudiantes del año pasado fue una mujer, Gabriela, y el segundo lugar de la lista a consejeras también lo ocupó una mujer. Si bien es cierto que podemos llegar a ser más hombres que mujeres, hay mujeres que ocupan roles muy importantes y de visibilidad, y son referentes tanto internamente como externamente”, detalló.

El impacto en la política argentina

Fabrizio y Ángel coincidieron en destacar el liderazgo de Milei en el liberalismo y su capacidad para generar agenda —algo que no deja ser cierto, al recordar quién fue el principal destinatario de CFK en su último discurso. Aunque comparten el rechazo hacia la “casta política” tan repetida por el economista, Fabrizio considera que “hay problemas más allá de la casta”, y Ángel opina que ese constante señalamiento “puede haber faltado el respeto a algún dirigente”, lo que “te termina cerrando las puertas para algunas cosas”.

Quizá este aspecto sea en el cual se perciben reformistas de un sistema. Ambos hacen hincapié en que no se trata de un espacio político “antisistema” debido al compromiso que demuestran con la participación en elecciones; pero porque además entienden que dicha actuación les permitirá cambiar el sistema “desde adentro”.

Pese a los matices, ambos integrantes de Apertura sostienen que su candidato para las elecciones presidenciales de 2023 es Javier Milei. “Es la persona que hoy lidera el movimiento y que más consenso logra para unificar al liberalismo”, comenta Fabrizio. Por su parte, Ángel destaca que “fue muy importante el paso que dio Javier de lanzarse a la política, para contener a la gente que decía: ‘somos liberales’”. Y afirma que “entre los candidatos de hoy, es el único que tiene un plan económico serio y estructurado, comparado con los otros”.

El espejo

Existen quienes sostienen que “a las derechas no se las estudia, se las combate”. Haga el ejercicio de reemplazar derechas por cualquier concepto que considere axiológicamente negativo y verá la ridiculez de dicho postulado. ¿Cómo vamos a criticar lo que no nos permitimos conocer?

Quienes concebimos a la política como un terreno esencialmente conflictivo, de intereses contrapuestos y en el cual nuestras identidades se constituyen por oposición, donde el otro es un adversario y no un enemigo, tendemos a desconfiar de las simplificaciones. Pero, evidentemente, para otros hay un temor latente al estudiar lo diferente: encontrar que existe la terrible posibilidad de que podamos coincidir.

Obviamente sería más sencillo pensar que Milei construyó su ejército de minions que repiten en loop su discurso florido de retórica agresiva, antiestatal y antiprogresista. Pero la realidad nos muestra que eso no funciona así. Por lo menos, yo no siento estar completamente en desacuerdo con Fabrizio y Ángel, aunque me cortaría las manos antes de votar al “Peluca”.

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