El Relevamiento Nacional de Personas en Situación de Calle es impulsado por Santa Fe en Movimiento para obtener estadísticas claras que puedan servir de base para la ejecución de políticas públicas. Dialogamos con Agostina Bottaro, de Red Puentes.

El primer Relevamiento Nacional de Personas en Situación de Calle (ReNaCalle) realizado en la ciudad de Santa Fe comenzó ayer y se extenderá hasta hoy. El mismo es impulsado por Santa Fe en Movimiento -la fuerza política en la que confluyen Nuestramérica, Ciudad Futura, Nueva Mayoría, La Casita de Luján y otros movimientos territoriales- en articulación con organizaciones que abordan una problemática sobre la cual, hasta el día de hoy, no hay estadísticas claras: no se sabe cuántas personas viven en la calle, ni cómo, ni por qué se encuentran en esa situación.

El objetivo del ReNaCalle es obtener información concreta que pueda servir de base para impulsar la ejecución de políticas públicas que aborden integralmente la realidad del sector. En diálogo con Pausa, Agustina Bottaro, militante de Nuestramérica en el Frente Patria Grande y coordinadora de Red Puentes, comentó cómo surgió la iniciativa y cuáles son las principales urgencias que atraviesa la población en situación de calle.

—¿Cómo surge la idea del ReNaCalle?

—Lo venimos pensando a nivel nacional en las organizaciones que laburamos la problemática, sobre todo Nuestramérica y el MTE, y acá en lo local, obviamente, con La Casita de Luján, con la que venimos trabajando en conjunto hace muchos años. Venimos construyendo hace rato un instrumento, una encuesta; se hizo una prueba piloto en Pergamino, luego se empezó a hacer en distintos puntos del país, el último había sido en Paraná hace muy poquito, menos de un mes. Y ahora se está haciendo acá.

—¿Y cómo se van a organizar?
—Hay dos turnos, el primero de 9 a 13 y el segundo de 19 a 23. El viernes se va a hacer una jornada más de refuerzo para pasar por los lugares donde detectamos diferentes ranchadas y no pudimos relevar a la gente, y también por algunas instituciones que laburen con la problemática, tanto estatales como de organizaciones o privadas.

—¿Qué puntos toca el cuestionario?

—El objetivo del relevamiento no es sólo saber cuántas personas hay en situación de calle en Santa Fe, sino poder dar cuenta de lo heterogéneo del sector -algo que venimos diciendo hace un montón de tiempo-, ver cuántas de esas personas que están en situación de calle son menores, familias enteras, mujeres, población trans, varones o adultos mayores. También se tocan puntos como salud, educación, trayectoria laboral y demás; la idea es poder estudiar la integralidad de la vida de las personas y no sólo hace cuanto que están en situación de calle. Uno de los puntos que plantea la Ley Nacional de Personas en Situación de Calle, por la cual seguimos reclamando, es la realización de un relevamiento anual. Y el objetivo es, con todos estos datos, poder ir a discutir políticas públicas acordes, como por ejemplo la creación de Centros de Integración Social, que es otro punto que recoge la ley para poder trascender la lógica de paradores que plantea el municipio, y donde haya equipos interdisciplinarios trabajando las 24 horas, los 365 días del año. Que existan espacios para pibas, que acá en la ciudad no hay; ni para consumos problemáticos,
ni para situación de calle, más allá de lo que propone la Municipalidad que tiene muy pocas plazas y es muy complejo acceder. Nosotros venimos estudiando el sector hace rato, y no sólo atrás de un escritorio, sino laburándolo, y creemos que es necesario corrernos de algunos mitos que tiene el grueso de la sociedad en relación a la situación de calle: que son todos viejos, o que se los ayuda dándoles un plato de comida o una ducha. Queremos trascender eso, profundizar el laburo que ya venimos haciendo desde las diferentes organizaciones e instituciones y multiplicarlo.

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—Como siempre, son las organizaciones las que se encargan de relevar realidades que no están siendo contempladas por el Estado. ¿Por qué siempre son ustedes quienes toman la iniciativa y no el Estado?

—Eso a las organizaciones nos sucede históricamente, con un montón de problemáticas, pero sobre todo con esta, que la venimos peleando hace rato ya. De hecho el último censo que se hizo el año pasado no contemplaba a las personas en situación de calle, y nosotros tuvimos que armar diferentes dispositivos para poder relevarlas, porque el censo oficial apuntaba más a las viviendas que a las personas, y eso dejaba a mucha gente afuera. Necesitamos un relevamiento concreto sobre esta población para desmitificar un poco sobre sus características y para entender que es un problema estructural y que hay que darle una respuesta integral.

—¿Cuál es la situación actual que ven acá en Santa Fe? ¿Cuáles son las principales demandas o problemas?

—Desde nuestras casas, tanto de Red Puentes como de La Casita de Luján y de otros espacios, vemos que nadie está exento de sentir el peso en el lomo de la crisis que hay a nivel nacional, y eso se ve reflejado en un montón de cuestiones. Aumentan exponencialmente los niveles de consumo, eso hace que aumenten los niveles de violencia, y eso hace que muchas personas terminen siendo expulsados de sus barrios por diferentes problemáticas con los transas, con los narcos, con la policía. Entonces se disparan los números, nuestras casas están estalladas, no sólo de gente pidiendo tratamiento por los consumos problemáticos, sino también de personas buscando viandas, que de hecho las estamos entregando de lunes a lunes. No hay una respuesta superadora. El parador del Municipio, que abre sólo en invierno y que ahora están intentando extender un poquito más, debería tener al menos 200 plazas y no las tiene, tiene 30 y pico, porque para el Municipio hay alrededor de 70 personas en situación de calle "estructural", le dicen ellos, y el resto son personas que deambulan por la ciudad o que sí tienen dónde volver pero no quieren y prefieren estar en la calle. Ese es su discurso. Pero es muy sencillo no querer ir al refugio municipal cuando te busca la GSI, te carga en una camioneta, te lleva al parador a las 8 de la noche y a las 8 de la mañana a la calle otra vez.

Foto: Luciana Reynoso / Nuestramérica

—¿Y ahora se está intentando extender un poco el parador, y que abra más allá del invierno?

—Sí, es la respuesta que nos dieron a nosotros, obviamente no lo plantean en una lógica anual pero nos dijeron que querían extenderlo un poquito más. Es para varones. Tienen un espacio para pibas, que en su mayoría es población trans, pero que no pueden ir con sus niñas, por ejemplo, y tiene muy poquitas plazas, creo que ocho. Nosotros presentamos notas en el Municipio y en diferentes instituciones para relevar eso. También vamos a relevar las guardias de los hospitales, porque sabemos que hay muchas personas que se van a refugiar allí.

—¿Y cuál será el paso posterior, luego del relevamiento?

—Una vez que se procesen estos datos, la idea es primero ordenar toda la información y armar una mesa de trabajo con todas las organizaciones e instituciones para ir a disputar políticas públicas integrales.

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