Saluden a los BRICS que se van

Tal y como lo prometieron en campaña, Milei y Mondino firmaron la carta que confirma la negativa argentina de formar parte del bloque económico que condensa al 40% de la población mundial.

En una carta fechada en el 22 de este mes y enviada a los presidentes de todos los países que integran el bloque económico, Javier Milei confirma lo que había prometido en campaña: Argentina no va a incorporarse al grupo de los BRICS. Ese conglomerado que incluye, entre otros, a las principales potencias emergentes del mundo como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, había aceptado la participación de nuestro país durante los últimos meses de mandato de Alberto Fernández, y después de extensos meses (si no años) de trabajo por parte del gobierno argentino y de aliados estratégicos, como Brasil.

Puede que la noticia no sorprenda: durante la campaña la canciller Mondino había clausurado la posibilidad de que el país se incorpore al bloque de economías emergentes que representa el 36% del PBI mundial. El propio presidente había hecho referencia, en reiteradas oportunidades, al hecho de que en su gobierno no se iban a mantener vínculos que los que él denomina "países comunistas", entre los que se encuentran Rusia, China y el mismo Brasil. Los vínculos de Milei con el país vecino son, a priori, extraños: sostuvo a Daniel Scioli como embajador en esa nación, pero no recibió la visita de Lula en su asunción como presidente y en su lugar fue acompañado por una comitiva de la familia Bolsonaro.

Aislados del mundo: Mondino confirmó que Argentina no entrará a los BRICS

Con China la situación es aún más ríspida: en las primeras horas de su gobierno la administración de La Libertad Avanza mantuvo reuniones con distintos emisarios del país oriental, ninguna de esos encuentros resultaron fructíferos. De hecho, China terminó frenando un swap por US$6500 millones pura y exclusivamente como consecuencia del pobre desempeño diplomático del gobierno entrante.

China frenó el swap por US$6500 millones y pone en conflicto a Milei

Sobre la relación que Milei pretende tener con Rusia, no hay muchas dudas: además de haberlo tratado de comunista durante toda la campaña en términos despectivos, en la asunción presidencial del 10 de diciembre uno de los invitados estelares fue el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.

Quien dio alguna que otra explicación (aunque no muy en detalle) de la decisión del gobierno nacional de no incluírse en los BRICS fue el vocero Adorni, que justificó su determinación bajo el argumento de que se está "en un cambio de la política internacional que amerita que esto", en referencia a la adhesión de la Argentina al bloque multipolar, "entre en un análisis más profundo que el que entendemos que había tomado el Gobierno anterior"

En el texto de esas cartas -al que accedió Télam- el presidente Milei explica los motivos del drástico giro geopolítico que pretende para el país.

"No se considera oportuno en esta instancia participar como miembro a partir del 1 de enero del 2024 ya que muchos ejes de la política exterior actual difieren de la anterior gestión", indica la breve misiva que le clausura al país -al menos hasta el momento- el acceso preferencial a un mercado de 3.200 millones de consumidores.

¿Qué significa en términos económicos rechazar esta oportunidad?

En principio y en los papeles, no parece una jugada muy astuta: desde 2020, los BRICS superan al Grupo de los Siete (Estados Unidos, Japón, Alemania, Italia, Francia, Reino Unido y Canadá) como porcentaje del PBI mundial.

El investigador Gabiel Merino lo explica con claridad: "En una decisión lamentable, propia de una política exterior ultra ideologizada". A saber: ni siquiera durante la presidencia de Bolsonaro, Brasil se retiró de este bloque económico.

Si es un gesto que pretende congraciarnos nuevamente con Estados Unidos y los fondos internacionales no lo sabemos, y no estaría funcionando: esta misma semana el FMI confirmó que no enviará el desembolso que el Ministro Caputo esperaba para principios de enero, de unos US$10.000 millones.

Merino profundiza aún más en el desacierto del gobierno nacional: no sólo hay que entender a China y a la India por su potencial presente, sino además por lo que pueden proyectar a futuro.

Hay algo, además, que la gestión de Mondino y Milei parece pasar por alto: el acuerdo venía a expandir una relación que nuestro país ya sostiene con algunos de los países que componen el bloque, y que se constituyen como los principales socios comerciales de la Argentina.

Según un informe de la propia Cancillería, los cinco países que hasta ahora componen el bloque representan más del 42 % de la población global, el 30 % del territorio mundial, el 23 % del PIB y el 18 % del comercio mundial. Los países que intervienen contribuyen en su conjunto al 16 % de las exportaciones y al 15 % de las importaciones mundiales de bienes y servicios.

Pero no termina ahí: el último informe publicado por el INDEC sobre "Intercambio comercial argentino", en el período comprendido de Enero a Noviembre de 2023 Argentina exportó a Brasil, China y la India por un total de más de US$18.000 millones. Esos tres países se ubican entre los que el propio gobierno argentino entiende como sus "Principales socios comerciales, según intercambio comercial".

El informe completo del INDEC con las cifras totales puede encontrarse acá.

Pero, ojo: este giro en la política internacional de nuestro país, con claras connotaciones en la vida económica y en el aparato productivo, debe estar completamente pensado y digitado. No sea cosa que nos enteremos, más temprano que tarde, que cada gesto de esta gestión fue en busca de un like de Twitter del magnate de turno.

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