Pablo Semán y Sergio Morresi presentaron en la FHUC-UNL el libro “Está entre nosotros. ¿De dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir?”, que analiza en detalle el fenómeno Milei.

Es cierto que la aparición de sectores definidos como libertarios en la sociedad y en la política argentina y la victoria en las elecciones presidenciales de Javier Milei han despertado actualmente interés por comprender el fenómeno. Sin embargo, existen quienes han tenido el interés de investigarlo mucho antes de su victoria, cuando comenzaban a evidenciarse algunos signos de emergencia de estos sectores.

Tal es el caso de Pablo Semán y Sergio Morresi, quienes presentaron el libro Está entre nosotros. ¿De dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir? el miércoles 17 de abril en el salón de actos de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral. Además de los dos investigadores mencionados, en el libro también escriben Ezequiel Saferstein, Melina Vázquez, Martín Vicente y Nicolás Welschinger.

Este libro es una compilación de investigaciones que intentan brindar detalles sobre las particularidades de los grupos libertarios y las redes que supieron tejer para articular su proyecto exitoso hacia la Casa Rosada, pasando por sus conexiones con las derechas tradicionales a nivel político y con los sectores de la sociedad desencantados con ellas que encontraron una identificación con el mundo liberal/libertario.

De esta manera, hay en el libro una constante indagación de cuáles son las dimensiones novedosas de esta nueva derecha en expansión en el país, tanto por sus posiciones antiestatistas y críticas de una “casta política” como por su búsqueda de instalar una batalla cultural contra una supuesta hegemonía progresista.

Este gran éxito editorial, que ya lleva cuatro ediciones en apenas unos pocos meses de publicación, genera preguntas, inquietudes y preocupaciones que se materializaron en un salón lleno esperando escuchar las palabras de Semán y Morresi. Estudiantes, docentes, investigadores del Conicet, público en general y autoridades, como la concejala Jorgelina Mudallel que entregó un reconocimiento a los investigadores invitados, se reunieron para buscar algunas respuestas a sus preguntas sobre la actualidad y debatir sobre ello y sobre el devenir de estos grupos libertarios.“Es un libro que tiene especialistas en el tema que vienen trabajando distintas dimensiones de la vida política y su relación con el mundo social y cultural, y se sentaron a pensar el mismo fenómeno de manera colectiva. Es un libro que uno podría decir que no le sobran capítulos. En general no sucede eso con los libros”, introdujo la presentación Pamela Sosa, investigadora del IHUCSO y docente de la casa de estudios, que destacó un supuesto principal del libro: no definir al fenómeno libertario como un fenómeno electoral. Así dio paso a las palabras de Pablo Semán y Sergio Morresi.

Romper el consenso epistémico

Pablo Semán es sociólogo y antropólogo con investigaciones que se han centrado en las experiencias religiosas, musicales, literarias y políticas de los sectores populares. El invitado comenzó agradeciendo la presencia y la posibilidad de debatir sobre el libro: “Para nosotros, en este momento, el haber escrito este libro se transformó en un trabajo posterior que es dialogarlo con la gente que lo lee”.

“Lo primero es una cuestión que si se quiere es más política que académica. Si a mí el 24 de marzo del ‘76 alguien hubiera dicho que 8 años después Videla iba a estar preso y juzgado, yo hubiera dicho que esa persona estaba destinada a ir a un psiquiátrico. Pienso lo mismo de esto. Esto aparece con una contundencia enorme. Yo creo que, como todo en Argentina, todo pasa y todo queda. Porque esto no va a pasar indemne, pero no va a dejar de pasar. Y en todo caso, este libro tiene que ver con un examen de las condiciones políticas que permitieron que esto pasara”, comenzó diciendo Semán.

A su vez, se refirió a las críticas que recibe por su análisis sobre las gestiones kirchneristas/peronistas post 2001. “La verdad es que yo no puedo pedirle a Milei que no haga las cosas que haría racionalmente cualquier actor en política. Lo que puedo pedirle es a quienes confrontan con sus posiciones que efectivamente hagan lo que más racionalmente les conviene a sus políticas, cosa que no veo que estén haciendo y que no vi que estuvieran haciendo todo este tiempo en que este fenómeno se fue gestando, que es un tiempo de muy larga duración”, señaló.

En cuanto a la importancia del libro, Semán citó a otro autor del mismo, Martín Vicente, que en otra presentación definió dos diagonales que se interceptan en el desarrollo de las investigaciones: la gran productividad de las elites políticas mileístas antielitistas y la existencia de fenómenos sociales que cruzan y forman parte de las raíces sociales y de las condiciones de posibilidad de la interpelación exitosa de esa antielite.

En este sentido, Semán reivindicó la intención del libro de “romper con el consenso epistémico”. “‘El fascismo no se discute, se combate’. Como si Gramsci, por ejemplo, no hubiera hecho lo más importante y trascendente de su obra tratando de pensar en el fascismo. Como si entenderlo no fuera combatirlo, y además que esto no es el fascismo, es otra cosa”, afirmó.

“La profundidad, la extensión, el volumen de este fenómeno se corresponde con lo que está sucediendo actualmente, que es la densificación política, organizativa e ideológica de La Libertad Avanza, contrastando con la progresiva inermidad política, ideológica y organizativa de la oposición que hoy permanece prisionera de los mismos diagnósticos, prácticas y figuras que llevaron a negar que esto era posible y a permitir que fuera posible”, concluyó.

Aquí no pasa nada

Por su parte, Sergio Morresi, doctor en Ciencia Política, expresó: “Yo tenía un problema como politólogo: es que veía venir algo a nivel social, cultural, pero que no se plasmaba en un partido político, y los politólogos tenemos la tendencia de decir que hasta que no haya un partido y no lo voten, no tengo nada que observar. Y lo cierto es que no deberíamos observar solo partidos, se supone que estudiamos relaciones de poder, relaciones sociales”.

“Pero lo que creo es que, aún ahora, hoy, ayer, la semana pasada, se sigue negando lo que está a la vista de parte de muchos colegas. Habrán visto quizás por los diarios, por la televisión, por las redes sociales, que ahora Javier Milei, presidente, y su hermana, secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, han decidido que va a transformar lo que era una coalición de partidos en un partido que se llama La Libertad Avanza y lanzó una convocatoria de afiliaciones en algunas ciudades, entre ellas Buenos Aires. Hace un par de domingos había una cola de tres cuadras, más o menos, de gente que iba a afiliarse. Interesante para mí: gente que esté haciendo filas para afiliarse en un partido es una cosa que yo, que tengo 51 años, no veía desde el año '83”, continuó.

Sin embargo, Morresi criticó: “¿Qué es lo que dicen algunos amigos politólogos? ‘Tres cuadras no es nada’, ‘eso no es una plaza’, ‘eso es una basura, no importa’. Me parece que se sigue sin querer ver lo que está pasando a ojo vista. La gente haciendo fila para afiliarse a un partido. Me parece que no se entiende todavía la envergadura, la profundidad, la densidad que está adquiriendo este fenómeno”.

Así describió lo que observaron también junto a Ezequiel Saferstein y Melina Vázquez respecto de las afiliaciones: ya no eran personas jóvenes. “Era gente de 40 años, de 50 años, de 60 años, que tenía afiliaciones previas, que venía de estar afiliada al radicalismo, que venían de ser militantes del PRO, del viejo MID. Entonces algo también está pasando ahí y estaría bueno tomar nota en lugar de continuar negando que todos los fenómenos que se observan carezcan de relevancia porque son fenómenos que justo no nos gustan”, explicó.

“Me sorprende que los mismos politólogos, amigos, colegas se quejan de que el problema de Argentina es que los partidos políticos están poco institucionalizados, que los partidos están desapareciendo, y si no fuera porque los partidos desaparecieran, estas derechas no existirían. Pero mira, esta derecha, que está existiendo, está haciendo un partido, y le está yendo bien. Yo, tomaría nota, en lugar de decir no, son tres cuadras, eso no es nada, no existe”, concluyó Morresi.