Cuando el libreto se borra: memoria, deseo y teatro en la Comedia UNL 2025

Ha, cuando se corre la bruma - comedia unl 2025

Con entradas agotadas desde su estreno, "Ha, cuando se corre la bruma", la obra de la Comedia UNL 2025, convierte al Foro Cultural en una distopía retrofuturista donde se cruzan la ciencia ficción, el teatro poético y la filosofía existencial. Una propuesta intensa, profunda y única en la cartelera local.

Con los sábados helados de junio llegó el estreno de “Ha, cuando se corre la bruma” y en sus primeras funciones ya validó tanto en escena como desde las butacas el porqué fue la elegida para llevar el título de La Comedia 2025 de la UNL.

A la hora indicada, las filas ya se estiran por las escaleras y la obra empieza puertas afuera de la sala: una voz sin cuerpo emergía de un parlante invisible y nos metía de lleno en el clima noir desconcertante que David Lynch -dios lo tenga en la gloria- podría haber filmado entre Lost Highway y Mullholland Drive. Esta vez, los choferes de este viaje fueron Sofía Gerboni y Javier Bonatti (guionistas y directores), dos nombres que, como se comprueba con el paso de los minutos, articulan en esta obra una poética compartida entre la ciencia ficción, el teatro gestual y la reflexión contemporánea.

La Sala Maggi, sede de esta 21ª edición de la Comedia UNL, no demoró en llenarse, tal cual como había pronosticado el equipo de Cultura de la UNL, con Florencia Russo y Ariel Theuler a la cabeza. Mientras la sombra ganaba la sala, una lonja de humeante luz lila apenas dejaba entrever figuras esparcidas en una metópoli retrofuturista. “Ha, cuando se corre la bruma” parte de una premisa poderosa: un mundo donde cada jornada empieza con un reinicio de la memoria. Una voz grabada te recuerda quién sos, a quién amás, qué trabajo hacés. Todo parece voluntario, hasta que la fachada se empieza a descascarar.

Elizabeth Ha (Alejandrina Echarte), estrella del Hollywood santafesino y Dominique Soutien (Lautaro Ruatta), detective con zapatos cromados encarnan una rutina amorosa pautada que se empieza a llenar de dudas existenciales. ¿Posta se enamoraron entre sí? ¿O se lo impusieron? El registro de sus parlamentos -ese castellano neutro que se cuela en distopías desde siempre- se rompe por momentos. No es un descuido. Es un estallido poético: una conciencia que intenta rebelarse ante el libreto impuesto.

Como buena ciencia ficción, la obra necesita antagonistas. Y los tiene. Jean Johnson (Diego Julián López) y Joanna Jason (Ana Municoy) son dos vigilantes de gesto marcial y traje opresivo que remiten directamente a la academia de Zod y Ursa en Superman II (1980). Se ocupan de mantener el orden mental, aunque ellos mismos también comienzan a desprogramarse. Y en esa grieta, se filtra la figura siempre recordada del "Bar sin café", en un cameo afectivo y localista que provoca más de una selfie a la salida.

La maquinaria del montaje es otro protagonista. Sofía Gerboni no sólo dirige, también actúa como un robot supervisor, Andy. Mientras tanto, desde las alturas de la sala, Bonatti orquesta luces y sonidos con la parsimonia de un demiurgo tímido. Julián López, desde el diseño lumínico, logra sostener una Santa Fe reconocible pero distópica. Y si hablamos de artefactos distintivos, Pablo Martínez da en la tecla con su diseño de objetos, armó dispositivos fundamentales para la ciencia ficción, como ser el sable de luz de Darth Vader o el condensador de flujos del Doc Brown.

El vestuario de Lautaro García Fontana e Ignacio Estigarribia es una clase de funcionalidad expresiva: lo mismo sirve para habitar una distopía que para convertirse en extensión del gesto actoral. Mariana Gerosa, también parte del elenco, se luce en maquillaje: cada rostro es un mundo, una tensión. La banda sonora de Esteban Coutaz completa el cuadro y lo encierra en esa jaula sonora tan Orwelliana pero también tan santafesina.

Esta obra de la Comedia UNL no propone respuestas sino preguntas que taladran el presente: ¿qué pasa si te vacían de memoria? ¿Qué queda cuando el libreto se borra? Y es en esa tensión donde emerge el teatro como dispositivo de pensamiento. "El arte no trae respuestas, sino preguntas que conmueven los sentidos", dijo Bonatti. Lo lograron. Salimos de la sala como quien despierta sin saber si lo vivido fue sueño o sistema. Quedan, por lo menos, 17 funciones para averiguarlo.

Funciones y entradas

La obra de la Comedia UNL 2025 continúa en cartelera durante con funciones los viernes 21 y 28 de junio y el 5 de julio, siempre a las 21 en la Sala Maggi del Foro Cultural (9 de Julio 2150). Las entradas cuestan $10.000 y se venden en boletería: viernes desde las 18 h y sábados desde las 17. Informes y reservas por WhatsApp haciendo clic acá.

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