Lula busca reducir la jornada laboral

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Foto: REUTERS/Mohamed Abd El Ghany

El presidente brasileño impulsa una reforma que elimina el régimen de trabajo de seis días con un solo día de descanso. A pesar del respaldo ciudadano, el proyecto enfrenta fuertes cuestionamientos desde el sector empresarial.

El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva impulsa una reforma para reducir la jornada laboral, eliminando el régimen de trabajo de seis días con un solo día de descanso, conocido en Brasil como escala 6x1. A pesar del respaldo ciudadano, el proyecto enfrenta fuertes cuestionamientos desde el sector empresarial y el parlamento, que advierten que podría afectar la productividad y aumentar los costos operativos de las compañías.

La Propuesta de Enmienda a la Constitución, que busca instaurar una semana laboral de cuatro días y 36 horas, fue presentada por la diputada federal Erika Hilton, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), quien argumentó que apunta a “una mejor calidad de vida para los trabajadores y sus familias” y responde a una tendencia internacional hacia modelos laborales más flexibles. Para Hilton, "la jornada laboral de seis días compromete la salud física y mental de la clase trabajadora, especialmente en sectores de alta exigencia física y emocional”.

El movimiento Vida Além do Trabalho (VAT), liderado por el concejal de Río de Janeiro Ricardo Azevedo (PSOL), logró reunir más de un millón y medio de firmas en apoyo a la reducción de la jornada laboral. Sin embargo, el proyecto, que implicaría una reforma al artículo 7 de la Constitución Federal, permanece estancado en la Cámara desde su presentación en febrero.

"Es hora de avanzar"

Hace dos semanas, el Senado brasileño aprobó una histórica reforma fiscal que exime a los trabajadores con salarios más bajos del impuesto sobre la renta y, para compensar, crea un tributo mínimo para los ultrarricos.

En concreto, se establece impuesto cero para quienes ganan hasta 5000 reales mensuales e impuesto reducido para quienes cobran entre 5000 y 7350, beneficiando a 25 millones de brasileños. Al mismo tiempo, quienes ganan más de 600 mil reales al año pagarán un gravamen mínimo, que alcanzará un máximo del 10% para aquellos con rentas superiores a 1,2 millones de reales anuales; en total, esto afectará apenas al 0,13% de los contribuyentes.

En este marco, Lula entiende que es momento de profundizar, y presiona para avanzar en la aprobación de nuevas legislaciones progresivas. El ministro de Trabajo y Empleo Luiz Marinho ya afirmó que "es tiempo de dar vuelta la página de la escala 6x1 en Brasil".

"Ha llegado el momento del cambio", manifestó la cuenta oficial del gobierno brasileño en X: "El pueblo brasileño ha logrado una victoria histórica con la aprobación del fin del impuesto sobre la renta para quienes ganan hasta 5000 reales mensuales y la tributación de los superricos. ¡Es hora de avanzar!".

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