Melville

Otro yo mismo, por Mari Hechim Se detiene y se mira la punta de las botas. Están húmedas, hundidas en el césped con rocío. Finge que...

Ajedrez

Otro yo mismo, por Mari Hechim En esa cárcel ninguna de las presas políticas era una nenita. Cada organización tenía una responsable, y de vez en...

Un viejo pastor

“La memoria, donde se la toque, duele”, murmura Seferis con sólo una flauta de caña entre las manos, en una noche donde la luna...

Que sea la última vez

Otro yo mismo, por Mari Hechim Doña Irene y don Pepe vivían en una casa de enfrente y tenían una pequeña panadería. La calle en la que...

Mariposa boliviana

El domingo a la noche, después de las fiestitas por el Día de la Madre, le mandé a Laura un wa que decía: “Fue...

Querido diario

  • Ayer vi dos películas: Katyn, de Andrzej Wajda, quien, pasando los 80 años presenta la historia del fusilamiento por parte de los soviéticos...

La soledad del asador

Otro yo mismo, por Mari Hechim La soledad del corredor de fondo, de Alan Sillitoe es una novela especialmente bella, sobre un chico que está en...

C’est la vie

Otro yo mismo, por Mari Hechim Para Ezequiel Nieva, el mejor pintor Una  baja del colectivo, camina media cuadra, hay un pasillo. Entra a una casa, prende...

El futuro es nuestro

Otro yo mismo, por Mari Hechim El pasaje de la infancia a la adultez se produce cuando se aprende a jugar al truco, en mi familia....