El (segundo) cratevón de Bulevar

La otra noche me invitaron a un bar y uno de los
parroquianos presentes en la mesa, a quien apodan “el Ganga”, me comentó que le
había gustado mucho la columna sobre el socavón de Bulevar y Urquiza y me
incitó a que escribiera la segunda parte. Yo, que es como si viviera en uno de
esos pozos, no entendía cuál era la gracia de escribir dos veces sobre un mismo
agujero en la calle. Hasta que hace 15 días me llegó Pausa y me enteré que
había aparecido otro socavón, pero ahora en Bulevar y Rivadavia…
Parece que, efectivamente, los santafesinos nos estamos
hundiendo en la caca, y a juzgar por el olor en las calles, no es ninguna
metáfora escatológica, sino más bien un mensaje literal. A mí mucho no me va
eso de las explicaciones que (respire hondo antes de empezar a leer) culpan al
“boom inmobiliario” por sobrepoblar de edificios una ciudad cuyas gestiones,
lejos de impedir la explotación territorial desmedida, avalan a este tipo de
emprendimientos privados, y eso, sumado a la falta de inversiones en
infraestructura en parte por la falta de financiamiento provincial que, desde
luego, se debe en parte a la falta de fondos provenientes de la coparticipación
federal, hace que la ciudad se hunda y esté a punto de flotar en los desechos
de las familias bien de barrio Candioti, que menos mal es un barrio paquete y
donde se caga con olor a margaritas, que si nos toca el cordón oeste de la
ciudad te la regalo, gordi. No, no me va ese chamuyo politiquero. Para mí que
es el Apocalipsis, la ira de Dios por seguir criticando a Messi por no ganar el
Mundial de Brasil; y menos mal que soy fanático del cine postapocalíptico y
aprendí a sobrevivir naufragando en la caca hacia la nada misma.
De todos modos, y para que vean que no me quedo solo con mi
opinión, salí a la calle y escuché la voz de los vecinos, que siempre dan el
testimonio fiel y fiable de lo que acontece en el día a día setubalero. Veamos,
entonces, qué dice el ciudadano común sobre el origen de este nuevo cratevón.
Desde fuentes muy cercanas al gobierno provincial, nos llega
la versión de que no sería un nuevo socavón, sino el búnker de Binner y que lo
armaron a la altura de los resultados obtenidos en las últimas PASO.
“Valiéndonos de la experiencia cercana en el tiempo con los
mineros chilenos, hicimos una salida de emergencia para que, por cualquier
inconveniente, los obreros que están trabajando adentro del pozo de Bulevar y
Urquiza puedan escapar, y en caso de derrumbe puedan salir por otro lado.
¿Dónde queda esa salida? En Bulevar y Rivadavia”, habrían declarado desde la
secretaría de Planeamiento Urbano de la Municipalidad. El
mismo funcionario nos advirtió que “puede ser que en poco tiempo, vean una
nueva salida de emergencia para la salida de emergencia, pero no podemos
precisarles aún dónde la construiremos. ¡Una sorpresa para toda la ciudadanía!”
La
Asociación Vecinal “Clotilde Zarabia viuda de Anchorena” de
Barrio Candioti Norte se adjudica el atentado: “Fue una bomba dirigida a los
piojosos mugrientos drogadictos y faloperos de Tribus que nos tienen las bolas
al dente con tanto ruido a la madrugada… pero le erramos por 10 metros y
terminamos haciendo un agujero en la calle”, dijo el subsecretario de Seguridad
de la institución.
¿Se acuerdan del colonista que había jurado que el socavón
anterior era la guarida de Lerche? Bueno, ahora dice que este cráter es el
quincho de dicha guarida. Así es el fanatismo, vió.
Un ex candidato a concejal suplente por el partido Demócrata
Cristiano de los Primeros Días de Dios nos citó para darnos pruebas de que
estarían culpando al gobierno nacional por la aparición de este nuevo socavón.
Según nos afirma, la presidenta habría solicitado permiso a nuestro intendente
para la creación de un basural donde tirar todo lo que ya no sea útil, como por
ejemplo Florencio Randazzo, el proyecto de ley para la despenalización del
aborto y todos los videos que tenían preparados en TVR destruyendo a la persona
de Daniel Scioli. Boudou preguntó si quedaba algún lugar, dijo nuestro
informante que prefirió mantener el anonimato por si todo esto llegara a ser un
bolazo.
Por último, hay quien afirma que no sería nada de todo lo
anterior. Sería un gesto de solidaridad con la diva de los almuerzos, la señora
Mirtha Legrand. Los santafesinos de bien estarían cavado un túnel que llega
directamente a Japón para que la
Chiqui se vaya del país en diciembre, cuando Zannini sea
vicepresidente. Gratis, directo y sin escala a Tokio: como por un tubo. De
nada, usted se lo merece abuela. Chau, chau.
Publicada en Pausa #160, miércoles 26 de agosto de 2015
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Foto: Pablo Bertoldi

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