¡Bailan, Sancho!

Los Cohibas, subiendo la térmica a puro ritmo.

Los Cohibas, La Madre del Borrego y Poder Natural en una noche caliente.

Para la segunda edición del Festival 45º de Térmica, la organización repitió en su lineup su aditamento más rimbombante: la actuación de Los Cohibas. Una nueva edición de esta fiesta organizada por músicos se celebró en el escenario interno del Molino Marconetti, que otra vez no estuvo tan lejos –su alargado ingreso de barro y adoquines ya se sortea casi de memoria– para los deseosos de cosas para tomar y escuchar. Pasadas las 23.00, el reggae ortodoxo y pulido de Poder Natural (Santo Tomé) aflojó todo lo que la humedad tensó. Las vibraciones que ya se adivinaban desde la Avenida Alem atrajeron al público que faltaba para trepar hasta unas 200 personas.

 

Cinco minutos habían pasado de la medianoche cuando los cordobeses de La Madre del Borrego se hicieron cargo de mantener un ánimo que ya cumplía con la premisa del evento y que desde la consola de sonido era fogoneada con Pharrell Williams y Willy Crook. Vientos, cuerdas y percusión compusieron un mix de ska, reggae y rock que también se llegó a estirar hasta candombes estilo Bersuit que acercaron a los bailadores hasta quedar bien pegados al escenario. El sabor de la alegría es su tercer disco y la fuente primordial de la lista de canciones que tocó el sexteto en su hora de show.

 

Finalmente, los más esperados llegaron. El dúo de guitarras modelos Les Paul de Baltasar Romero y Ariel Echarren, salpican el ambiente con detellos funky apoyados en Luli Molinas, el bajista que para el último disco de la banda, Cariño Canibal, compuso ritmos como el de “Sangre”, de corte Bee Gees. Leo Fluxá, desde la batería, dio el pulso cuidado que requieren los distintos cambios de matiz propuestos por el set, que el sábado que incluyó la clásica versión de “I shot the sheriff”, pero también Hendrix, Michael Jackson y Mano Negra. Párrafo aparte para Gabriel Espósito (teclados) supliendo la ausencia de los vientos ya sea de las canciones nuevas como de las clásicas, como “Sonido funk”, un momento altos de la noche. Metros y metros de botellas vacías y la efusión de los gritos redondearon la conformidad de una fecha que tendrá su tercera vuelta en mayo: el mes que viene, Santa Fe Ska será anfitrión de nuevas bandas para volver a subir la térmica.

Publicada en Pausa #170, jueves 14 de abril de 2016.

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