La novedosa Escuela de Espectadores de Santa Fe propone disfrutar del teatro en forma activa y participativa.

Jacques Rancière en su libro El espectador emancipado plantea que el artista deberá desprenderse de los supuestos y creencias que lo ponen en el lugar del educador de las masas ignorantes para dar paso a un espectador activo, que posee la capacidad de interpretar y producir conocimiento.

La idea de oponer la pasividad del espectador a la acción que ejecutan los artistas no toma en cuenta que en el proceso de mirar también hay acción. En palabras de Rancière: “El espectador también actúa, como el alumno o como el docto. Observa, selecciona, compara, interpreta. Compone su propio poema con los elementos del poema que tiene delante. Participa en la performance rehaciéndola a su manera... compone tal y como lo hacen a su manera actores o dramaturgos, directores de teatro, bailarines o performistas”.

Apostando al protagonismo del espectador en la escena teatral se crea en 2001 la Escuela de Espectadores de Buenos Aires de la mano del crítico, historiador teatral y docente, Jorge Dubatti, quien la define como “Un espacio de aprendizaje y encuentro dirigida a todos aquellos que disfrutan del teatro y quieran reflexionar, debatir y analizar el acontecimiento teatral”.

Por nuestros pagos, fue el Centro Cultural Provincial a través de su programa de “Audiencias” quien impulsó la idea de una Escuela de Espectadores. Desde abril de este año, un sábado por mes, en el Foyer se vienen llevando adelante los encuentros que reúnen al teórico y fundador de la escuela, Jorge Dubatti, y los alumnos, que no son más que amantes del teatro, entre los que se encuentran alumnos de artes, gestores culturales, o simplemente aquellos que quieren compartir el goce del acontecimiento teatral. En estas reuniones también participan los artistas y directores protagonistas de los espectáculos que los alumnos pudieron disfrutar, según las indicaciones previas de la Escuela, y con los cuales se produce un nutrido intercambio de inquietudes. Algunas de obras analizadas fueron El Jardín de los cerezos (dirigida por Edgardo Dib), Malversión de amor (Julieta Vigo), Boquitas pintadas (Juan Parodi), la performance musical-teatral de Hugo y los Gemelos, Transforma bestias, del grupo La Gorda Azul y el musical rock Espíritu Traidor (Rubén Viani), entre otras.

La sede local de la Escuela de Espectadores es coordinada por Malena Bravo y Claudio Chiuchquievich. Para ellos, la motivación principal a la hora de fundar la Escuela santafesina fue generar un espacio que promueva las herramientas necesarias para multiplicar el disfrute y la comprensión de los espectáculos teatrales y no se limite solo a las formas tradicionales de expectación. Según Malena: “Impulsamos Santa Fe porque consideramos que es un espacio que se demanda y falta. Faltaba un espacio de encuentro donde todo el público en general pueda acercarse a nuevas perspectivas del acontecimiento teatral, pudiera valorar y disfrutar sus nuevos y variados formatos, produciendo un pensamiento crítico”. Para la coordinadora santafesina, el teatro actual propone un lenguaje que a veces tiende a alejar al público general: “Antes el teatro griego o isabelino tenía una función más popular y hoy día lo que sería el entretenimiento tiene que ver con otro tipo de manifestaciones. El teatro contemporáneo se está alejando de la gente y viceversa, la Escuela de Espectadores intenta suplir esa distancia”.

En esta línea, Jorge Dubatti afirma que el espectador es protagonista de la escena teatral: “el teatro es un acontecimiento que reúne a los artistas, los técnicos y los espectadores. Es lo que llamo convivió, la reunión en cuerpo presente, el fenómeno humano de la cultura viviente en el que se genera una zona singular de experiencia y subjetividad colectiva”. Sin espectador no hay teatro y la Escuela se propone reflexionar sobre este y otros temas ampliando el campo de visión del espectador, con elementos para argumentar, debatir, analizar y desarrollar así su espíritu crítico.

Dubatti añadirá otro concepto central para la Escuela de Espectadores, el del espectador compañero: “Complementamos la idea del espectador emancipado, gran conquista del teatro en el siglo XX, con otra concepción: la del espectador compañero. Del latín, cum panis, el que comparte el pan con el otro. Llamamos espectador compañero a un espectador abierto al encuentro con el otro, con el artista, con los técnicos y con los otros espectadores, un espectador que se caracteriza por su capacidad de dialogismo, disponibilidad y apertura al otro en el acontecimiento teatral. En la sociedad en la que vivimos, tan violenta, egoísta y solipsista, la función de estimular la capacidad de diálogo y escucha del otro es fundamental. Plena función educativa de la escuela de espectadores al servicio del humanismo. Un espectador compañero es el que tiene la capacidad de adecuarse al planteo del otro y de hacer dialogar esa propuesta con la propia subjetividad y con la subjetividad que se genera en la zona convivial del encuentro teatral”.

El último encuentro del 2016 será a modo de clase abierta el sábado 24 de septiembre de 11.00 a 14.00 en el Foyer del Centro Cultural. El cierre está pensado en el marco de IV Festival Internacional de Clown, Festi Clown en primavera organizado por el Ministerio de Innovación y Cultura, con el fin de que la escuela tenga materia prima para el análisis y la reflexión. Además participarán los artistas del festival para la ya tradicional sesión de intercambio con la guía de Jorge Dubatti. En cuanto a la elección de los contenidos para el ultimo encuentro de la escuela Malena Bravo apuntó: “Cuando hablamos del acontecimiento teatral lo hacemos en sentido amplio, no solo en sentido tradicional, la idea es incluir diferentes poéticas y el clown nos parece un lenguaje muy interesante para analizar. Es algo innovador proponer como cierre analizar este género”.

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