El 14 de marzo de 2012 fallecía Diego Pachao, un joven de 20 años que había sido detenido por una riña callejera y que salió de la comisaría séptima rumbo al hospital San Juan Bautista, donde le habían diagnosticado un estado de coma irreversible.
Su familia y amigos aún se encuentran reclamando justicia y fue en ese marco en el cual la policía local reprimió una manifestación pacífica. En la tarde del lunes 21, el grupo de personas que no superaba la decena intentó cortar el tránsito. En ese momento, al menos cinco policías procedieron a reducir a un joven que se encontraba junto a Alejandro Pachao, padre de Diego. Acto seguido, lo tomaron del cuello y lo llevaron hasta el interior de la Casa de Gobierno en donde lo ingresaron a una de las habitaciones del lugar.
Todo se realizó en presencia de Ernesto Castrelos, Director de Derechos Humanos de la provincia, quien también intentó intervenir solicitando a los policías que desistieran del procedimiento.
Finalmente, el joven fue liberado y Pachao denunció penalmente al Gobierno por la represión.
