A fuerza de movilizaciones, organización y encuentros de mujeres, la agenda feminista se instala y le marca la cancha a las y los candidatos a las bancas que este domingo se elegirán para la Cámara de Diputados de la Nación.

Desde Pausa retomamos algunos de los reclamos históricos del movimiento de mujeres y les preguntamos a las y los futuros legisladores qué piensan al respecto.

Violencia de género, aborto, licencias por maternidad y paternidad, educación sexual integral, paridad. El tiempo dirá si son meras declaraciones de intención o si las llevarán a adelante con políticas públicas concretas.

Aquí compilamos las respuestas de siete de los diez candidatos. Luis Contigiani (Frente Progresista), Diego Giuliano (1 Proyecto Santafesino) y Walter Ghione (Espacio Grande) no devolvieron el cuestionario oportunamente enviado.

1- ¿Cree que es necesario aumentar el presupuesto asignado a los programas y organismos encargados de combatir la violencia de género? 

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Albord Cantard (Cambiemos)

Sí, pero no solamente aumentar el presupuesto, lo primero es reconocer el problema y encararlo con responsabilidad y seriedad. Acompañamos la decisión del Poder Ejecutivo de asumir como política de Estado el cumplimiento del derecho de todas las personas a vivir una vida libre de violencia. Hoy contamos por primera vez con una planificación estratégica que reúne y sistematiza políticas, programas e iniciativas para todo el territorio.

Agustín Rossi (Frente Justicialista)

Claro que es necesario como así también bien es necesario denunciar el ajuste que está llevando adelante el Gobierno de Cambiemos en todas las áreas referidas a las políticas de género.  De hecho, en el presupuesto previsto para el año que viene (2018) se visualiza que el Instituto Nacional de las mujeres va a recibir un 17% menos.

Caren Tepp (Ciudad Futura)

En todos los niveles del Estado, municipal, provincial y nacional, hay muchísima legislación, programas y dispositivos concebidos para combatir la violencia de género pero lo que nos está faltando es el destino de los recursos y la priorización y  jerarquía de esas políticas para poder erradicarla, tanto en lo que hace a la atención a las víctimas de la violencia de género con la inmediatez que eso requiere como en cuanto a las políticas a largo plazo.

Es inconcebible que en el presupuesto nacional que acaba de mandar el presidente Macri al Congreso no haya ninguna alusión concreta a políticas que apuntan a disminuir las brechas que existen entre los hombres y las mujeres de la Argentina, como tampoco ningún plan de acción contra las preocupantes cifras de femicidios y que a ello se sume una nueva reducción del presupuesto del Instituto Nacional de las Mujeres. Y esto se torna más grave aún, teniendo en cuenta que vivimos en un país donde hay un fuerte grado de centralización de la toma de decisiones y recursos en el gobierno nacional y esto dificulta mucho la posibilidad de transformación de las localidades, sobre todo del interior. Esto resalta la necesidad de avanzar en la creación de un Ministerio de Ciudades, como pasa en otros países, donde se empiecen a descentralizar los recursos y el poder para poder incidir mucho más desde lo local sobre las cuestiones trascendentales como ésta.

Carlos Del Frade (Frente Social y Popular)

En 310 páginas del presupuesto 2018, la palabra mujer está escrita cinco veces. Femicidio, ninguna. El monto destinado al Instituto Nacional de Mujeres es de apenas el 0, 00005 del presupuesto nacional. Hay más hipocresía que dinero. Hay que aumentar esa cifra. Sin dudas.

Octavio Crivaro (Frente de Izquierda y de los Trabajadores)

Por supuesto. La lucha contra la violencia machista no pueden ser meras declaraciones de intereses. Deben destinarse partidas concretas y amplias para la construcción de refugios, para poner en pie un sistema de contención psicológica acorde y para garantizar la salida laboral y hogar a todas las mujeres en situación de violencia de género. A eso apunta la propuesta para declarar la Emergencia en violencia de género, que impulsó Myriam Bregman junto a Nicolás del Caño.

Amalia Granata (Partido Popular)

Cuando se trata de la violencia de género, donde se incluyen casos graves como los feminicidios, es de gran importancia aumentar los presupuestos. Estamos hablando de una problemática que en algunos casos, significa garantizar la vida de mujeres.

En Santa Fe debe reconocerse que en el 2015 se creó la Subsecretaría de Políticas de Género pero lamentablemente cuenta con solamente 5 millones en su presupuesto. Ese monto no es ni siquiera el 0,1% del presupuesto total de la Provincia, a pesar de que estamos hablando de un problema que pone en juego la vida.

Por su parte el Gobierno Nacional bajó este año su presupuesto asignado para cuestiones de género. Las mujeres somos un grupo que siempre está relegado, y es la misma política la que tiene que reconocer y visualizar el problema. Queda mucho por hacer.

Jorge Boasso (Unite)

Sí.

2- ¿Está de acuerdo en que la Educación Sexual Integral forme parte, de manera obligatoria, de la currícula escolar en todos sus niveles?

Foto: Mauricio Centurion
Foto: Mauricio Centurion

Albord Cantard (Cambiemos)

Desde la sanción de la Ley 26150 y de la aprobación de los Lineamientos Curriculares de Educación Sexual Integral los docentes tenemos la responsabilidad y a la vez la oportunidad de enseñar educación sexual a nuestros niños, niñas y jóvenes.

Agustín Rossi (Frente Justicialista)

Aprobamos la ley nacional de ESI cuando yo era Jefe de Bloque de Diputados por el FPV. Y veo auspicioso que se impulse la ley aquí en la provincia de Santa Fe, que además protegería el vaciamiento que está llevando adelante el gobierno nacional.

Caren Tepp (Ciudad Futura)

Sí, totalmente. Una de las políticas públicas imprescindibles cuando hablamos de políticas a largo plazo para erradicar la violencia de género es, sin dudas, la implementación de la ley de educación sexual integral, una ley sancionada hace más de diez años y que fue concebida con dos horizontes importantísimos: la universalidad, es decir, destinada a todos los niveles y modalidades del sistema; y la transversalidad, de modo que ninguna materia quede afuera de los contenidos de esta enseñanza.

Es una herramienta concreta para que podamos romper desde los primeros años con estereotipos y prejuicios que hacen que se piense que hay determinados roles y cosas que son para las mujeres y otras para los varones. Si no empezamos a cambiar e incluso a interpelarnos desde nuestras propias prácticas para identificar ese tipo de relaciones vamos a estar lejos de construir una sociedad más igualitaria.

Carlos Del Frade (Frente Social y Popular)

Si. La ESI es fundamental y urgente su implementación en Santa Fe.

Octavio Crivaro (Frente de Izquierda y de los Trabajadores)

Sí. Es absolutamente prioritario avanzar hacia allí. Pero debemos preguntarnos porqué existen tantos límites. Todos los gobiernos financian la educación privada y religiosa, y hacen concesiones a la Iglesia católica. Por eso hoy no se aplica la Educación Sexual en el conjunto de la provincia.

Amalia Granata (Partido Popular)

En algunas provincias o instituciones no se aplica. Esto es la evidencia de que, a pensar que la política haya decidido, es importante también incluir a los actores involucrados para dar el debate.

La vieja política es la que legisla y sanciona a espaldas de quienes realmente viven los problemas. La nueva política debería generar mecanismos para que los ciudadanos participen, y, los debates se den realmente en consenso con quienes viven los problemas día a día.

Jorge Boasso (Unite)

Sí.

3- ¿El Estado debe garantizar el acceso de las mujeres al aborto legal, seguro y gratuito?

En Argentina, entre 460 mil y 600 mil mujeres recurren cada año al aborto clandestino; de ellas, unas 80.000 deben ser hospitalizadas por complicaciones y 100 mueren por causa de la clandestinidad del procedimiento, siendo ésta la principal causa de las muertes maternas.

Albord Cantard (Cambiemos)

Es un tema a poner en debate y considerar dado las estadísticas alarmantes de muertes por prácticas de aborto no seguras.

Asimismo, si vinculamos el tema con la pregunta y respuesta anterior podemos darnos cuenta que el tema entraña una complejidad más profunda. Es necesario pensar en cuestiones previas del cuidado del propio cuerpo, la importancia de enseñar las medidas anticonceptivas disponibles para evitar embarazos no deseados. Que estos temas dejen de ser tabúes y comiencen a abordarse con compromiso en las instituciones educativas y en las familias.

Agustín Rossi (Frente Justicialista)

El marco en el que elijo manifestarme sobre esa discusión es mediante  el debate parlamentario, en el Congreso Nacional.

Caren Tepp (Ciudad Futura)

Sí, decididamente. En Argentina el aborto clandestino es la principal causa de muerte de mujeres gestantes, en su mayoría pobres. Se trata de una problemática de salud que se podría llevar a prácticamente cero con la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo (sin que ello implique el aumento de interrupciones practicadas, sino lo contrario). Es difícil pensar en otro problema de salud pública que podría ser resuelto prácticamente de un día para el otro mediante la sanción de una ley.

De todos modos, la primera cuestión a tener en cuenta es que la discusión no debería ser únicamente sobre el tema de la interrupción legal del embarazo sino sobre los derechos sexuales y reproductivos en general: debatir la legalización del aborto en conjunto con el acceso a la anticoncepción y a la educación sexual integral.

Para reducir los abortos lo que hay que hacer es reducir los embarazos no deseados. Y eso se logra con educación sexual y acceso a la anticoncepción, no con prohibiciones.

La postura de Ciudad Futura al respecto es colectiva y se sintetiza precisamente en los tres puntos de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.

Carlos Del Frade (Frente Social y Popular)

Si. Impulsamos el aborto legal, seguro y gratuito.

Octavio Crivaro (Frente de Izquierda y de los Trabajadores)

Sí, es la forma de evitar las 300 muertes de mujeres al año por abortos clandestinos. Planteamos: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir. Lamentablemente Cambiemos se opone a este derecho elemental, mientras que el kirchnerismo bloqueó que se vote durante 12 años de mandato.

Amalia Granata (Partido Popular)

Personalmente tengo sentimientos encontrados. Por un lado yo nunca me lo haría, pero tampoco puedo impedir que otras mujeres lo hagan.

Desde la legislación actual en Argentina, existen casos donde la Ley ampara el aborto, ya sea por violación o riesgo de la salud materna. Creo que el debate debería darse y la participación de las mujeres y organizaciones es importantísima.

La política tiene que incorporar a los actores que realmente viven estos problemas y de ahí armar la legislación. El debate debe darse con los actores adentro y no encerrados en un Congreso entre políticos, que dicho sea de paso, son mayoritariamente hombres.

Jorge Boasso (Unite)

Dentro del alcance del aborto no punible establecido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en fallo unánime de marzo de 2012.

4- ¿Qué opina respecto de una ley de paridad que establezca un cupo femenino de 50% para integrar listas electivas?

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Albord Cantard (Cambiemos)

Es necesario pensar en políticas públicas y leyes de discriminación efectivas con el propósito de generar una sociedad más igualitaria.

Hoy por hoy es la única herramienta efectiva con la que contamos para garantizar una sociedad más igualitaria. Aún así reconocemos la necesidad de generar cambios culturales que promuevan una sociedad más justa, no patriarcal, inclusiva.

Agustín Rossi (Frente Justicialista)

La lista de precandidatos/as a diputados/as que encabecé en las primarias estaba constituida con el criterio del “50 y 50”, aunque no teníamos Ley, garantizamos la paridad. La igualdad real de oportunidades es un derecho fundamental y el “cupo del 30% o de tercios” después de 30 años se convirtió en un techo y no un piso, como estaba pensada.

Y ahora, en la lista del Frente Justicialista, de los 4 primeros lugares, 3 son mujeres: Alejandra Rodenas, Josefina González y Patricia Mounier.

Caren Tepp (Ciudad Futura)

Los avances que vayan en el sentido de lograr garantizar la paridad en las listas son un gran paso, es una deuda que tiene nuestra democracia y celebramos que en el Congreso de la Nación se esté tratando el tema.

Ahora bien, hay un debate que no es menor y que tiene que ver con la forma en que se establezca esa paridad, si se consigna como un piso mínimo de un 50 por ciento de mujeres o si establece que obligatoriamente tienen que estar integradas en un 50 y 50 por ciento. Entender que los pisos de participación mínima de las mujeres no pueden ser un techo es reconocer que se parte de una situación persistente de desigualdad estructural. Así lo reconoce nuestra propia Constitución Nacional.

Por lo tanto, si aplicamos las mismas reglas para ambos géneros lo único que estamos haciendo es reproducir y profundizar esa desigualdad, así que esperamos que pronto nuestro país pueda tener vigente una Ley de Paridad que implique un mínimo de un 50 por ciento para las mujeres a la hora de integrar las listas y que esto mismo se replique en la provincia de Santa Fe.

La mayor participación de las mujeres en política es fundamental para poder aportar a la construcción de una nueva cultura política. Feminizar la política es una tarea importantísima que tenemos que llevar adelante no solamente las mujeres, sino también todos aquellos varones que quieren una sociedad más igualitaria y quieran también un cambio en la cultura política, dejar de lado la agresividad, la noción del poder como una cuestión de imposición y de dominación y poder pensar en una nueva concepción del poder que tenga que ver con el poder hacer, con el poder construir con otros y con otras y no estar pensando que la misma historia siempre tiene que reproducirse, esa en la que algunos poquitos ganan y otros muchos perdemos.

Fue a partir de esta lógica que decidimos, entre hombres y mujeres de nuestro partido, que nuestra primera participación en una elección nacional fuera con una lista integrada totalmente por mujeres, como una forma de aportar en ese camino de lucha, no sólo por la igualdad sino por mejores prácticas políticas, que hagan visibles en el ámbito político institucional estos debates que como sociedad venimos dando.

Carlos Del Frade (Frente Social y Popular)

Queremos paridad no solamente en las listas sino también en el poder judicial, las empresas, los gremios y las iglesias.

Octavio Crivaro (Frente de Izquierda y de los Trabajadores)

El cupo debe ser de un mínimo de 50%, no un techo. Nuestras listas son encabezadas por destacadas dirigentes mujeres como Myriam Bregman, Andrea D'Atri, Noelia Barbeito, y están mayoritariamente compuestas por mujeres.

Amalia Granata (Partido Popular)

Creo que la pelea es más amplia. Los cargos se deberían ocupar por idoneidad. Cualquier ciudadano con vocación de aportar proyectos o soluciones concretas debería poder ocupar una lista si así lo quisiera.

No solucionaría ningún problema de fondo la paridad del 50%. Vemos que los vicios de la vieja política tienen que ver con una visión machistas, donde las mujeres molestas y ciertos temas no se hablan, como los que queremos llevar ahora al Congreso. Hoy soy la mujer cabeza de lista mas votada en la provincia, para la categoría a diputado nacional. Sin embargo buscan bajarme a toda costa.

La verdadera discriminación en la política esta en la falta de representación. Se perdió la relación con los ciudadanos. Nadie va con proyectos ni misiones concretas. Eso es mas grave me parece, sea hombre o mujer. Que la política trabaje para engrosar problemas en vez de buscar soluciones concretas.

Jorge Boasso (Unite)

Sí.

5- ¿Cree que licencias por maternidad y paternidad más equitativas pueden favorecer la redistribución de las tareas de cuidado y que esto deje ser un obstáculo para que las mujeres puedan acceder a ciertos trabajos o puestos?

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Albord Cantard (Cambiemos)

Si queremos una sociedad más igualitaria, con menos estereotipos de género debemos propiciar que las tareas de cuidado no sean delegadas exclusivamente a las mujeres, sino que deben ser compartidas, por esto creo que la equidad en las licencias pueden ser un paso más en el camino a una sociedad más igualitaria y libre de prejuicios.

Agustín Rossi (Frente Justicialista)

Sí, lo que hace es reducir la brecha laboral. Cuando fui concejal en Rosario, impulsé la licencia por paternidad. La misma, fue aprobada y es por eso que desde el 2006 los empleados municipales que tengan hijos gozan de 15 días corridos por ese derecho.

De todas maneras, es necesario repensar en un sistema de licencias por maternidad y/o paternidad aggiornados a las distintas realidades, tipos de familia y roles no estereotipados.

Caren Tepp (Ciudad Futura)

Sí. Este tipo de herramientas y políticas públicas van en el sentido de avanzar en que las tareas y roles históricamente asignados a las mujeres sean compartidos y permitan generar las condiciones para que podamos ir alcanzando la igualdad de oportunidades en los distintos planos en los que históricamente venimos siendo el grupo desaventajado. Y esto lo vemos transversalmente en todos los ámbitos laborales, desde la esfera privada hasta en lo estatal.

En Santa Fe, por ejemplo, el 60% de las mujeres del área metropolitana no está en el mercado laboral sino únicamente abocadas a las tareas de cuidado o del hogar. Eso es un indicio de la cantidad de lugares y espacios a los que aún falta llegar para seguir avanzando.

Carlos Del Frade (Frente Social y Popular)

Sin dudas. Por eso implementamos e impulsamos la ley de licencia por violencia de género en el estado santafesino.

Octavio Crivaro (Frente de Izquierda y de los Trabajadores)

Sí, hay toda una serie de demandas por las que peleamos: la ampliación de licencias por maternidad, igual salario a igual trabajo, licencia por paternidad, guarderías en los lugares de trabajo, entre otras.

Amalia Granata (Partido Popular)

Si, creo que en este sentido la prioridad son los chicos, y los chicos necesitan de ambos padres. Los dos son fundamentales en su desarrollo.

Por eso no lo vería no solo desde el lado de los derechos de la mujer sino de los derechos del niño que tenga la posibilidad de poder estar con ambos padres.

No veo el tema como una imposición de una postura sobre otra, o un fin en si mismo, sino que es clave cuál es el objetivo de esa postura que queremos modificar. A quien impacta, de qué manera, etc.

En este caso creo que la prioridad son los chicos, y todo lo que sea para favorecer esa posición va a tener mi apoyo.

Jorge Boasso (Unite)

Sí.

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