Los jugadores de la Selección, vapuleados por la prensa y la AFA, mostraron su hidalguía.
El tiempo, que debería poner las cosas en su lugar, parece que no puede con la AFA. Si las cosas estuvieran en su lugar, hoy Chiqui Tapia y sus colegas deberían estar pensando en un buen disfraz para no ser reconocidos en las canchas que suelen pisar. Nadie, pero nadie se tenía tan merecido quedar afuera de Rusia 2018 como la Asociación del Fútbol Argentino. A horas del histórico partido con Ecuador te podían calificar de traidor a la patria y otras cuestiones de ese rango si te atrevías a decir que “la selección debería quedar afuera por el desastre que es la AFA”.
El que sí se atrevió a ser juzgado fue el ex preparador físico de la Selección y de Diego Maradona, Fernando Signorini, que se despachó con este comentario antes de la última fecha de las Eliminatorias: “no me preocupa la posibilidad de quedar fuera del Mundial. Sinceramente me alegra. Hace tiempo quiero que Argentina quede fuera de toda las competencias que disputa: es la única forma de que de una vez por todas se termine con este grado vergonzoso e hiriente de desorganización y de corrupción”.
Y por esos días el PF también decía: “el fútbol argentino se ha transformado de un hecho cultural que permitía la educación del joven a través del deporte a esta locura, en la que se tiran cosas desde las tribunas, en la que hay connivencia con las barras bravas, los dirigentes que tienen sus empresas que funcionan de forma brillante y los clubes están como están”.
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Muchas veces el fútbol te brinda una solución a mediano plazo con una derrota contundente o con la pérdida de categoría. El ejemplo más a mano que tenemos como santafesinos es Colón. Los sabaleros caminaron hacia el abismo de la mano de Germán Lerche, sus propios socios lo destituyeron y luego el equipo (lo que quedó de ese plantel) brindó lo mejor para salvarse del descenso, pero el esfuerzo no logró su cometido. Colón atravesó cinco meses de 2014 por el Nacional B y ya en 2015 volvió a jugar en Primera. Esa caída deportiva fue el comienzo de la sanación a sus heridas. A tres años de la caída de Lerche hoy vuelve a gozar de buena salud.
La selección no es un club, es la suma de todos los clubes, por lo tanto las situaciones suelen ser más complejas y menos lineales, sólo por eso y por la enorme calidad de los jugadores se entiende que la AFA no se haya ido al descenso, que en términos de selección es no clasificar a un Mundial.
Sólo ellos
En esto de andar buscando méritos para ingresar a una Copa del Mundo o fracasar en el intento, sólo este grupo de jugadores merecen estar una vez más en un Mundial. No hay dudas que están donde tienen que estar. A un grupo de futbolistas que logra jugar tres finales consecutivas sin perder en los 90 minutos reglamentarios no se lo discute, se lo empuja a dar lo mejor una vez más. Y estos muchachos estuvieron juntos nuevamente, con la misma base, con otros compañeros circunstanciales, con otros técnicos, pero juntos. Juntos después de haber soportado un auténtico desmadre dirigencial. El año pasado, cuando esperaban la final de la Copa América en Estados Unidos, escribía Leo en su cuenta de Instagram antes de partir de Houston hacia Nueva Jersey: “Una vez más esperando en un avión para intentar salir al destino. ¡¡¡Qué desastre son los de AFA, por Dios!!!!”. Y Carlos Tévez, pocos días después de que la selección pierda la final por penales, desde su casa decía: “AFA es un quilombo. Leo ve que los jugadores se rompen la camiseta y ve que la AFA está descuidada”.
Juntos después de haber soportado a millones de miserables de la talla de Alejandro Fantino (América-La Red), Martín Líberman (Fox Sports), Mariano Closs (Radio Continental) o Gabriel Anello (Radio Mitre). Juntos para decirle basta a tanto periodismo basura. Y acá vale recordar cuál fue el motivo que los llevó a tomar la decisión de no hablar más con la prensa. Anello acusó a Ezequiel Lavezzi de haberse “fumado un porro” en la concentración del equipo. “Acá se sabe todo, así que no vamos a hablar más con la prensa. Ustedes deben saber por qué. Recibimos muchas acusaciones y faltas de respeto y nunca dijimos nada. Pero esto sobrepasa todo. La acusación al Pocho es muy grave, porque si no decimos nada la gente cree que es así. Mucha gente compra todo lo que se dice y preferimos cortar de una vez”, dijo en noviembre de 2016 Lionel Messi. Estaban todos juntos, todos los jugadores mirándoles las caras a los periodistas en una conferencia que se hizo en San Juan, luego de una victoria ante Colombia (3-0). “Podés perder, ganar, opinar si jugamos bien o mal, pero meterse en la vida personal y hacer acusaciones de este tipo no. No es la primera, pero si no cortamos no la cortamos más. Es muy grave. No vamos a entrar el juego. Nos van a seguir matando y diciendo un millón de cosas, pero no vamos a ser partícipes de eso”.
La lluvia de críticas inundó al plantel albiceleste. La Selección le dio un motivo para hablar de lo que más entienden, de puterío. A muchos periodistas no les interesa el juego. Es más, les cuesta interpretarlo. Sólo saben de números, si ganaron o perdieron, si están por clasificar o no. Y si de resultados se trata, los mismos colaboraron para que consuman mucha carroña. La misma carroña que millones de argentinos deciden ingerir a diario, cada vez que consumen sus programas o sus medidos caracteres en las redes sociales.
Aquí están, estos son
En Quito, en el vestuario argentino se escuchaba un cántico de los jugadores con dedicatoria a los periodistas. El plantel sintió el peso de la crítica en buena parte del ciclo. Los palazos más duros llegaban por parte de la prensa y el equipo encontró, tras la clasificación, un momento de desahogo.
Se descargaron Messi, Mascherano, Biglia y todos los jugadores por frases como estas:
• “Yo quiero ir al Mundial, me haces perder guita si no voy al Mundial”. Martín Líberman (Fox Sports).
• “Messi por momentos le puede hacer daño a la selección”, Flavio Azzaro (TyC Sports).
• “En vez de ir a Europa a reunirte (Sampaoli) con Messi, Mascherano y compañía… quedate acá y fijate si hay alguno que tenga condiciones psicológicas para clasificarnos al Mundial”, Alejandro Fantino (América TV).
• “Son unos mamarrachos, así no vamos al Mundial”, Mariano Closs (Radio Continental).
• “Este equipo está lleno de jugadores fracasados”, Juan Manuel Pons (Fox Sports).
• “Es el mejor del mundo y el peor de Argentina, me da lástima”, Jorge Lanata (Grupo Clarín) en relación a Messi.
Los merecidos
Por la dirigencia funesta, por los carroñeros de la prensa y por sus consumidores salvajes lamento que muchos periodistas ya estén renovando el pasaporte, dirigentes “rosqueando” para tener un lugar en el avión y entradas de favor, futboleros hablando de cómo puede estar conformado el grupo de Argentina, de qué jugador tiene que estar y quien no en la lista de Sampaoli, de cuánto sale viajar a Rusia o qué televisor comprar para ver el Mundial. Pasa el tiempo, se aleja el fantástico partido de Messi en Ecuador, repaso algunos dichos periodísticos, recuerdo a los dirigentes de la AFA, leo las críticas de millones de hinchas (ayer puteadores, hoy elogiadores) y entonces ratifico: no nos merecemos estar en el Mundial, se lo merece el mejor jugador del mundo y sus compañeros.
