Mientras la misma normativa aún espera su tratamiento en el Congreso Nacional, en la ciudad de Buenos Aires los chicos y chicas víctimas colaterales del femicidio de su madre, podrán cobrar una asignación mensual equivalente a una jubilación mínima hasta la mayoría de edad.
Aunque la reglamentación de la normativa es celebrada por las organizaciones que vienen luchando en pos de justicia por las víctimas de la violencia machista, la ley presenta algunas limitaciones importantes: sólo la cobrarán hijas e hijos cuando su padre haya sido procesado o condenado como autor, coautor, instigador o cómplice del delito de femicidio contra su madre.
“Esos chicos que pasan por una situación de shock tan tremenda, en general, presenciaron años de violencia hacia su mamá y, en algunos casos, son víctimas directas de la violencia física”, sostenía Ada Rico, titular de la ONG. “Son víctimas de la violencia psicológica porque ven a su madre insultada o golpeada, por eso aunque se diga ‘a los nenes no les hicieron nada’, hay que contemplar que vivieron una situación de constante peligro”.
La ley, impulsada por la asociación civil La Casa del Encuentro, fue aprobada el 30 de agosto por la Legislatura porteña. Se llama Ley Brisa la hija menor de Daiana Barrionuevo, una joven asesinada por su ex pareja, Iván Adalberto Rodríguez, en 2014. Daiana tenía, además de Brisa, dos hijos varones. Todos quedaron al cuidado de su abuelo, una persona de pocos recursos económicos que tuvo que pedir ayuda hasta en los medios de comunicación. A partir de ese caso se visibilizó la importancia, y urgencia, de que el Estado de respuesta a estos menores. Sin embargo, la normativa no alcanzará a la nena que le dio su nombre ya que vive en la provincia de Buenos Aires.
Desde 2008 en Argentina 3.158 niños y adolescentes –el 63 por ciento de los cuales eran menores de edad al momento del crimen–en todo el país perdieron a sus madres a causa de femicidios. “Estamos hablando de una cantidad importante de chicos y chicas que la necesitan en todo el país”, expresaron desde La Casa del Encuentro.
Las otras víctimas: más de 3 mil chicos sin mamá por femicidios
